Madre blanca

[Rosa Marzal]

Imaginé
que mi mano era la noche
y mis ojos
un sol extinto
en el iris del delirio,
y forcé un eclipse
para violar
la agonía de las horas,
cuando se elevan
por hastiados pilares
del cansancio.

Diseccioné
el cadáver del tiempo
con bisturí de silencios
para arrancarle
sus pulmones de luciérnaga
y transplantarlos así
al pueril aliento de mis párpados.

Sondeé
abismos de horas huecas
que aceleran
el pulso del insomnio,
y te hallé,
madre blanca,
en la madriguera del viento,
jugando
con mi piel y mis sueños,
recorriendo
de norte a sur
el cielo de la ira.
Me embadurné de pájaros azules
y extendí
sobre el horizonte
las alas de mis lágrimas.

Ahora
quiero sembrarme
entre flores secas de penumbras,
conjugar
un verbo ácido y maldito
que despierte
a mis duendes incendiarios.

Quiero lidiar
las sombras
con sarmientos de luz,
de luz
que jamás anochezca
en mi garganta.

[Óscar Distéfano]

Imaginé
que mi mano era la noche
y mis ojos
un sol extinto
en el iris del delirio,
y forcé un eclipse
para violar
la agonía de las horas,
cuando se elevan
por hastiados pilares
del cansancio.

Diseccioné
el cadáver del tiempo
con bisturí de silencios
para arrancarle
sus pulmones de luciérnaga
y transplantarlos así
al pueril aliento de mis párpados.

Sondeé
abismos de horas huecas
que aceleran
el pulso del insomnio,
y te hallé,
madre blanca,
en la madriguera del viento,
jugando
con mi piel y mis sueños,
recorriendo
de norte a sur
el cielo de la ira.
Me embadurné de pájaros azules
y extendí
sobre el horizonte
las alas de mis lágrimas.

Ahora
quiero sembrarme
entre flores secas de penumbras,
conjugar
un verbo ácido y maldito
que despierte
a mis duendes incendiarios.

Quiero lidiar
las sombras
con sarmientos de luz,
de luz
que jamás anochezca
en mi garganta.

Un poema que grita humana soledad, confusión existencial, que reflexiona sobre su realidad, que busca casi con desesperación un tronco al cual aferrarse; un poema que se inicia con un cierto pesimismo, una melancolía casi resignada, para encontrar luego su camino, su sendero de afianzamiento, su razón de ser.
El simbolismo de la madre blanca, para mí es la vida, el día, la luz (tengo un poema donde le llamo "madre negra" a la muerte. De ahí mi personal interpretación).
En cuanto al aspecto formal, la estructura de los versos cortos (muy cortos) crea un ritmo cuya intensidad acompaña el carácter descorazonado que el poema mantiene en gran parte de su contenido.

Ha sido un placer, Rosa, ver cómo has profundizado tan bellamente tu introspección en este valioso poema. Y un doble placer, ver cómo los compañeros se empeñan en presentar poemas cada vez más virtuosos.

Un abrazo.
Óscar

[Carmen López]

Rosa, creo que has escrito un bello poema, con una fuerza que crea un ritmo muy contundente. El paisaje es desangelado, pero la fuerza (que caracteriza muchos de tus poemas) lo dota de una potencia que nos lleva a ese esperanzador cierre. Muy bello. Me ha gustado pasarme por tus versos.

Un abrazo.

Carmen

[Ricardo José Lascano]

Impresionante manera de hacer poesía. Grandiosa muestra de talento y calidad.

Felicitaciones querida poeta.

Te dejo un abrazo de luz.

Ricardo.

[Pilar Morte]

Qué hermoso poema has escrito. Nos llevas de la angustia a un revivir a la luz. Lo quieres y se hará.
Aplausos y besos
Pilar

[Rosa Marzal]

Imaginé
que mi mano era la noche
y mis ojos
un sol extinto
en el iris del delirio,
y forcé un eclipse
para violar
la agonía de las horas,
cuando se elevan
por hastiados pilares
del cansancio.

Diseccioné
el cadáver del tiempo
con bisturí de silencios
para arrancarle
sus pulmones de luciérnaga
y transplantarlos así
al pueril aliento de mis párpados.

Sondeé
abismos de horas huecas
que aceleran
el pulso del insomnio,
y te hallé,
madre blanca,
en la madriguera del viento,
jugando
con mi piel y mis sueños,
recorriendo
de norte a sur
el cielo de la ira.
Me embadurné de pájaros azules
y extendí
sobre el horizonte
las alas de mis lágrimas.

Ahora
quiero sembrarme
entre flores secas de penumbras,
conjugar
un verbo ácido y maldito
que despierte
a mis duendes incendiarios.

Quiero lidiar
las sombras
con sarmientos de luz,
de luz
que jamás anochezca
en mi garganta.

Un poema que grita humana soledad, confusión existencial, que reflexiona sobre su realidad, que busca casi con desesperación un tronco al cual aferrarse; un poema que se inicia con un cierto pesimismo, una melancolía casi resignada, para encontrar luego su camino, su sendero de afianzamiento, su razón de ser.
El simbolismo de la madre blanca, para mí es la vida, el día, la luz (tengo un poema donde le llamo "madre negra" a la muerte. De ahí mi personal interpretación).
En cuanto al aspecto formal, la estructura de los versos cortos (muy cortos) crea un ritmo cuya intensidad acompaña el carácter descorazonado que el poema mantiene en gran parte de su contenido.

Ha sido un placer, Rosa, ver cómo has profundizado tan bellamente tu introspección en este valioso poema. Y un doble placer, ver cómo los compañeros se empeñan en presentar poemas cada vez más virtuosos.

Un abrazo.
Óscar

Qué acertada interpretación, Oscar. Has entendido muy bien lo que he querido expresar en este poema. La madre blanca simboliza la luz, esa luz que mantiene siempre viva la llama. Es una búsqueda desesperada todo el poema, hasta lograr alcanzar la meta.
Muchas gracias, estimado amigo, por haberte detenido a analizar y comentar estos versos. Siempre aprendo de ti.
Un fuerte abrazo.

[Rosa Marzal]

Rosa, creo que has escrito un bello poema, con una fuerza que crea un ritmo muy contundente. El paisaje es desangelado, pero la fuerza (que caracteriza muchos de tus poemas) lo dota de una potencia que nos lleva a ese esperanzador cierre. Muy bello. Me ha gustado pasarme por tus versos.

Un abrazo.

Carmen

Muchas gracias, Carmen. Me alegra que te haya gustado este poema. Abrazos.

[Carlos Justino Caballero]

Rosa Marzal, Después de un análisis de Óscar suelo quedar en silencio sin mucho para agregar. Pero has hecho una buena autopsia que tengo que ponderar y dejo estos versos como alentadora esperanza:
"Quiero lidiar
las sombras
con sarmientos de luz,
de luz
que jamás anochezca
en mi garganta."
Mi afecto.

[Guillermo Cumar.]

La tempestad espera que la calma llegue. Así la lucha del pensar
se bate para alcanzar sus objetivos, que si se llenan de luz habrán
cumplido su objetivo.

Un abrazo

[Ramón Carballal]

Un poema excelente. Ha sido un placer leerlo- Mi felicitación y un saludo cordial.

[C.P. Fernández]

Fabuloso, Rosa. Habrá que lidiar intensamente para que nunca anochezca.

Un abrazo y mi admiración.

[Marius Gabureanu]

Algunas metáforas son tan potentes que crean una explosión de sentidos en el lector
y las cosas que sabíamos de nosotros mismos se vuelven otras, la tristeza alcanza los amaneceres no sospechados de la esperanza.

Diseccioné
el cadáver del tiempo
con bisturí de silencios
para arrancarle
sus pulmones de luciérnaga
y transplantarlos así
al pueril aliento de mis párpados.

Gran poema, querida amiga. Mis abrazos sinceros y felicitaciones. Feliz domingo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Loable y bellísimo trabajo, querida Rosa.

De principio a fin virtuosismo y sentimiento con las manos unidas.

Un abrazo enorme.

[Bruno Laja]

Es tan orgánico, tan consistente, como aliento que pudiera grabarse en la materia sin ningún instrumento mediador, sin niguna otra acción ni movimiento que el sentirse. Un gran abrazo, Rosa.

[Rafael Valdemar]

buen poema Rosa nos dejas, intenso e interesante su mensaje no exento de estética literaria. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael