Editorial Alaire

Cuando dejo de hablarte tú comienzas, y me cuentas,
y quieres ordenarte,
y está la copa atenta
entre tus manos gráciles.

Tan distante la voz,
el jardín de tu gesto,
la diferencia horaria de tu historia y la mía,
mi madurez pendiente de tus labios,
algunas campanadas que recogen del aire
la dimensión exacta que nos cuida
y que explica de sobra
la falta que me haces.

Pero arrastra la tarde,
y el descanso retorna a su tristeza
como el tinte imprevisto de los árboles.

La humedad, esa forma que tiene nuestro pecho
de comprender el frío,
y que sabe meterse por el alma
hasta llegar a un vaso de whiskys sucesivos,
nos recorre el salón de parte a parte
buscando su costumbre en la despensa
de una serenidad que tiene hambre,
y que advierte insolencia en los sentidos
como el amor ardiente del hombre y su distancia.

Es un tren que regresa de la ocasión perdida,
sin nadie en los vagones,
y donde una muchacha dejó olvidada un día,
en un asiento oscuro,
la falta que me haces.

Manuel, es un poema inmenso. La estrofa final es Grande.

De pie para los aplausos, compañero.

Un abrazo fuerte.

Cuánto me gusta leerte, Manuel. Tus versos son profundos pero entendibles, un gusto acompañarlos.
Muy hermoso poema.
Besos
Pilar

Me gusta desayunar con tus poemas. Éste me pareció bellísimo, coincido con Hallie el cierre es maravilloso. Aunque siempre el cierre y el comienzo del poema están muy cuidados en tus versos. Un placer como siempre.

Un abrazo grande.

Carmen

Aquí entre las primeras filas de la grada, Manuel, tus "fans" que no nos cansamos de lo bello, otro poema para la colección de favoritos.

¡Cuánto me ha gustado!


Un fuerte abrazo.

Precioso poema pleno de elegancia, respetuoso, dulce y con un atractivo
poético lleno de imágenes y sensaciones magnificentes.

un abrazo

Bellísimo. Para recitar ante un auditorio y dejarlo impresionado de hermosura. Acabo de leer un romance de Alberto (te lo recomiendo), y ahora este poema tuyo, precisamente hoy que tengo que recitar en una gala de arte multidisciplinar, no sé, me dan ganas de, en vez de los míos, recitar vuestros poemas. Tiempo habrá, hoy no tengo una impresora a mano.
Ha sido un placer leerte, amigo Manuel. Felicidades por este trabajo que, a mi juicio, sigue la tendencia de tus mejores obras.
Un fuerte abrazo, colega.

Precioso poema pleno de elegancia, respetuoso, dulce y con un atractivo
poético lleno de imágenes y sensaciones.

un abrazo

Me gusta tu poesía, una propuesta dinámica para el lector, sumando senderos muy propicios. Te dejo abrazo amigo. RJL

Yo veo un hermoso poema, con el sello de un romanticismo contemporáneo, con imágenes impactantes que nacen de un manantial surrealista, y un lenguaje coloquial, muy adecuado para ser declamado (tal lo mencionó el compañero Calle). Un poema para asombrar a un auditorio. Plausible en todo sentido.

Un gran abrazo, amigo.
Óscar

Hallie, lees y lees y lees y lees. Y yo te lo agradezco, y te lo agradezco, y no sé como agradecértelo.
Un abrazo muy fuerte, amiga.

Pilar, qué alegría tu mensaje, amiga. Gracias de corazón.
Un fuerte abrazo.

Carmen, qué bien desayunar juntos. A fin de cuentas desayunar con mi poesía es desayunar conmigo. Ha sido un gustazo tu comentario , y que me sigas leyendo.
Un fuerte abrazo.

Isabel, que me voy a poner rojo....que ya estoy rojo, que no sé donde meterme.
Muchas gracias de corazón por tanto cariño.
Un fuerte abrazo.

Guillermo, gracias, amigo, eres como siempre muy amable con mis poemas.
Un fuerte abrazo.