Así era la vida

[Isabel Moncayo]

Durante muchos años durmió en un colchón de lana
que en agosto vareaba,
su almohada era de sueños,
y de su camisón el canesú
donde espantar los miedos.

Así era la vida,
una tina con las sábanas que tendía al verde,
ir a por agua a la fuente,
y los domingos a misa, sin falta.

-Un temblor de casa por el barreno de la mina,
con un mohín de susto se santigua-

Las tres y mi padre baja por la caleya,
el plato caliente, el vino fresco,
las zapatillas y un beso en la puerta.

El amor era mi madre, de apellido feliz,
y de nombre, sus hijos, nietos y biznieta.

Era la vida ya tranquila,
todo en su sitio, todo limpio,
el delantal nuevo, la mesa llena.
Todo dispuesto para la muerte.

*

Siempre contigo, madre.
He ido contigo, Madre, a podar el romero, a desnudarlo de hojas muertas, a ese dulzor que se aferra al sol y despunta sus flores. He estado contigo, Madre, a la sombra del lloredal, en el banco que papá nos hizo y donde se agotaban las tardes desvainando guisantes (le escuchamos cantar coplas al viento mientras mima a las tomateras que se mustian en la niebla).
Siempre voy, Madre, contigo, a los olores de tus manos de yerba buena, al calor de tu amor entre las flores, he de decirte que alguna se me ha muerto, después de tu partida se inundaron de tristeza, pero otras, otras siguen Madre y llenan de tu aroma mi memoria.

*

[M. Sánchez]

Bueno pues.........me has hecho llorar, paisana. Tampoco es para presumir mucho porque yo soy de llanto fácil. Ahora en serio, es emocionante cuando alguien llega a tocar la fibra esencial del ser humano, la que te pone de frente con lo que importa, con lo que da sentido a una vida, la enriquece, y la dignifica.
Gracias por tu poesía, creo que hoy voy a ser un poco mejor.
Un fuerte abrazo.

[Isabel Moncayo]

Tú ya eres un mucho mejor, Manuel, hay un algo que me lo dice. Yo que también soy de lágrima fácil te digo que me cuesta un mundo publicar estos poemas, te agradezco el apoyo emocional y la lectura.

Fuerte el abrazo para ti también.

[Israel Liñán]

Precioso Isabel, que bien te expresas, con ternura, con mucho amor, confieso que se me hizo un nudo en la garganta según lo leía.

Un abrazo enorme.

[Pilar Morte]

El Amor con mayúscula está en ti y lo repartes a manos llenas. Toda la emoción contenida en esta magnífica entrega. Admiro tu sensibilidad.
Abrazos grandes
Pilar

[Antonio Urdiales]

Cuánto amor derrocha este poema bipolar, lo digo por la forma en que está escrito: poesía y prosa poética, y cuánta humedad condensada en los cristales de mis gafas logra casi impedirme que llegue al final del mismo, porque el poema nos va llevando de la mano a recordar a la nuestra.

En fin, un placer haberte leído.

Un abrazo

[Ramón Carballal]

Hermoso, tierno y lleno de sentimiento tu poema. Una obra excelente. Abrazos.

[E. R. Aristy]

Tendía la ropa al verde,
y por muchos años durmió en un colchón de lana
que vareaba siempre en agosto,
su almohada era de sueños,
y de su camisón el canesú
donde espantar los miedos.

Así era la vida,
una tina con las sábanas que tendía al verde,
ir a por agua a la fuente,
y los domingos a misa, sin falta.

-Un temblor de casa por el barreno de la mina,
con un mohín de susto se santigua-

Las tres y mi padre baja por la caleya,
el plato caliente, el vino fresco,
las zapatillas y un beso en la puerta.

El amor era mi madre, de apellido feliz,
y de nombre, sus hijos, nietos y biznieta.

Era la vida ya tranquila,
todo en su sitio, todo limpio,
el delantal nuevo, la mesa llena.
Todo dispuesto para la muerte.

*

Siempre contigo, madre.
He ido contigo, Madre, a podar el romero, a desnudarlo de hojas muertas, a ese dulzor que se aferra al sol y despunta sus flores. He estado contigo, Madre, a la sombra del lloredal, en el banco que papá nos hizo y donde se agotaban las tardes desvainando guisantes (le escuchamos cantar coplas al viento mientras mima a las tomateras que se mustian en la niebla).
Siempre voy, Madre, contigo, a los olores de tus manos de yerba buena, al calor de tu amor entre las flores, he de decirte que alguna se me ha muerto, después de tu partida se inundaron de tristeza, pero otras, otras siguen Madre y llenan de tu aroma mi memoria.

"Era la vida ya tranquila,
todo en su sitio, todo limpio,
el delantal nuevo, la mesa llena.
Todo dispuesto para la muerte."


Un poema para enmarcar y tener en la cocina, en el medio de todo los simbolos de vida, la de ahora, y la que ha de venir. Me maravillas este amoroso e impercedero poema. Un fuerte abrazo, querida Isabel. ERA

[Hallie Hernández Alfaro]

Isabel, te abrazo muy fuerte. Grandeza y estilo fuera de serie.

Un beso enorme, gracias por tanta bondad poética.

[Carmen López]

Isabel, me ha emocionado muchísimo tu poema, tenía que decirlo. Madre mía!!!
esto es un poemazo, de los de enmarcar. Me sigue latiendo fuerte el corazón después de la lectura.

Te mando un fuerte, fuerte abrazo.

Carmen

[Bruno Laja]

Entiendo la raíz de la emotividad de este poema, la paridad de su flujo y su raíz son bien notables, las adentro en mi lector con natural suavidad.
Además necesito este milagro, como milagro lo desvinculo del texto y lo hago vehículo de un gesto padre que a veces aparece y casi nunca quiere que lo engendre otro lenguaje que la rueca de ser y decir yo sin devanarse menos que su exacta extensión y su tensión imprevisible pero siempre fiel:
"donde se agotaban las tardes desvainando guisantes". Es como imponer Las Manos sobre las manos para llevarse a casa el leño de la vena y darse lumbre y calor cuando fuera todo está seco y la cáscara de las manos tiene un fruto dentro y necesita que las rieguen para que las nuevas manitas nazcan más ligeras y nítidas. Desvainar guisantes como desvainar manos y cuerpos presentes.
Un gran placer de lectura.
Abrazos.

[Macedonio Tracel]

que maravilla Isabel.. no digo más

[Alfonso Alfaro]

Era un tiempo de ropa al aire con aroma de sueños y un rumor negro del carbón en los huertos. Las fuentes derramaban monótona sabiduría y la memoria un jardín sin tiempo.

Entrañable poema Isabel. Verdadero placer imbuirse en tus versos. Te felicito y aplaudo con esmero.

[Javier Dicenzo]

Hermosos versos sentidos muy sentidos en el alma un placer pasar por tu sentido poema
javier

[C.P. Fernández]

Un poema maravilloso. Más que entrañable, Isabel. El amor con que está escrito recorre todos y cada uno de los versos.

Un fuerte abrazo.