Editorial Alaire

Manuel Sánchez escribió: A Isabel Moncayo


Ahora que las palabras nos hacen solitarios,
y cruzar un espejo depende de nosotros.
Ahora, que solamente es tarde,
pero que sin embargo
siempre queda un espacio
para mirar los arboles de octubre,
para abrazar las brisas heladas de las fuentes
que el aire trae a ratos,
puedo decir que he visto
mañanas decoradas buscando su futuro
por los brazos delgados de la historia,
mientras mordidos y olvidados perros
me lamian las manos.

Una vida nos deja sobre todo
carbonilla en los labios
como de haber ardido,
las hojas esparcidas de un jardín
bellamente endeudado,
y todos los minutos que estuvimos amándonos.

Tal vez tú lo recuerdes, porque a veces
uno desciende hacia algún infinito
con esa forma larga de mirarse
que reclama el silencio,
y ya no importa nada
que el mundo vuelva a ser tan reincidente.

Qué bello debe ser
interesar al rayo y que te alumbre,
interesar al agua y que te moje.
Y todo en el amor de una tormenta.

Espérame en el plazo de una vida
y llenaré este cielo de sucursales nuestras.

Es hoy, como uno de esos días
vendido en un stand de primavera.

Manuel Sánchez escribió: A Isabel Moncayo




Qué bello debe ser
interesar al rayo y que te alumbre,
interesar al agua y que te moje.
Y todo en el amor de una tormenta.

Espérame en el plazo de una vida
y llenaré este cielo de sucursales nuestras.

Es hoy, como uno de esos días
vendido en un stand de primavera.