Estación B567-HHH ( En tránsito) Parte I
Publicado: Dom, 22 Sep 2013 16:36
Estación B567-HHH ( En tránsito) Parte I (adaptado de la película After Life de Hirokazu Kooreeda)
No sabía en dónde se encontraba. Había despertado en una habitación que no era la suya, era una estancia atípica, todo en ella tenía un tinte sobrio, simplemente había una cama, era como un lugar atemporal. El resto de la habitación se componía de 4 paredes mal pintadas y una ventana. Se dirigió a la ventana, desde allí se podía divisar un jardín y el resto del edificio.
Su arquitectura era sobria como la habitación, por su aspecto parecía un convento o un hospital o quizás un asilo, algún tipo de institución.
Trató de recordar, nada en su pensamiento lo trasladaba a aquel lugar, lo último que recordaba era que iba conduciendo.
Movió la cabeza, sintió un dolor, se palpó la frente y se dio cuenta que tenía un espadrapo en ella, como si se hubiese herido.
Fue hacia la puerta y estaba cerrada, hizo varios intentos por abrirla, pero, no pudo, así que desistió. Trataba de recordar, pero, no podía, concentrarse le costaba, así que desistió. Volvió hacia el lecho y se estiró otra vez. Se quedó dormido.
-Por favor, por favor, despierte! Abrió los ojos, era una mujer tratando de despertarlo. Vestía de calle, no era una enfermera, Se frotó los ojos y se incorporó.
-¿Dónde estoy?, ¿Cómo he llegado aquí?
No se preocupe del lugar, está usted donde debe estar, en su destino. Tampoco es importante cómo ha llegado usted hasta aquí.
-Pero, ¿Esto es un hospital, no? He sufrido un accidente. ¿Dónde está mi familia?
-Su familia está bien, no se preocupe de ella, ahora lo único importante es usted.
-Mire, no entiendo nada, yo sólo quiero volver a mi casa.
De pronto se abrió la puerta de la habitación, y apareció un hombre. No llevaba bata blanca, tampoco era un médico. De pronto se dirigió a él.
-Le dolerá la cabeza todo el día, pero mañana ese dolor habrá desaparecido por completo. Digamos que son las últimas reminiscencias de su vida en la tierra. El cuerpo nunca quiere separarse de la mente al principio.
-¿Cómo dice? ¿Dónde estoy?
-Ah, perdone, no lo recuerda. Debe ser producto del accidente. Miré usted sufrió anteayer un accidente mortal, ha estado durmiendo desde entonces.
-¿Mortal?
-Sí, mortal. Usted conducía su automóvil y se saltó un semáforo, tuvo un choque con otro vehículo y murió instantáneamente.
-Pero, yo estoy vivo. Sólo tengo un golpe en la cabeza, ¿dónde me encuentro?
-Está usted en la estación B567-HHH. Y digamos que su vida en la tierra en ese cuerpo del que disponía ha caducado. Está mañana su familia incineró su cuerpo. Ahora se encuentra usted en tránsito.
-Dentro de un rato y después que se tome usted esta pastilla, recordará el incidente que ha ocasionado su muerte. También se le concederán 12 horas de gracia dentro de ese cuerpo, para que comprenda su situación y asuma su destino. Tras esas doce horas, usted perderá ese cuerpo humano y será mente. También le digo que perderá por completo los recuerdos de su existencia en ese cuerpo.
-No debe preocuparse, ni asustarse. No está usted en peligro de ningún tipo, simplemente se encuentra en tránsito.
-¿En tránsito hacia a dónde? ¿El cielo o el infierno?
-Eso aquí no existe, no se preocupe.
-Ahora, lo importante es que debe tomarse está pastilla. Una vez lo haga, recordará su vida en la tierra. Debo decirle, que de hecho, recordará toda su vida. Desde su nacimiento, será como si viese una película. Transcurridas doce horas lo olvidará todo.
-A veces, y eso no puedo confirmárselo, no me está permitido, a veces se produce una conexión a modo de densidad de las almas cósmicas y al individuo le es permitido guardar algún recuerdo. Digamos, que su alma racional y su alma pasional pueden flotar en una misma densidad no pudiendo separarse totalmente, entonces se produce lo que llamamos aquí bucle y algún recuerdo queda adherido. No siempre se produce, esto es fruto de una paradoja cósmica, quiere decir que de algún modo no era su hora en el momento de su muerte y el poder cósmico asiente en otorgarle un recuerdo. No puedo ofrecerle ninguna información y debo decirle que tampoco tengo información de si usted se encontrará en esas circunstancias.
-Cuando el tiempo de su tránsito termine, se le conducirá al jardín, donde usted perderá su materia orgánica y empezará su tránsito.
-Por favor, ahora tomé su pastilla. Y le tendió aquella píldora roja.
-¿Y si no quiero?
-Por favor, levantase ahora y dirija su atención a la ventana.
Se levantó y miró por la ventana, había un grupo de hombres y mujeres paseando por el jardín, contemplando las plantas, las flores, los árboles, los setos, el cielo, parecían absolutamente tranquilos, llevaban la misma ropa que él, una especie de pijama de hospital. De pronto ante la mirada de sus ojos vio como uno a uno iban desapareciendo, quedando las ropas tendidas en el suelo. Literalmente se habían desvanecido en la nada…
(Continuará)
No sabía en dónde se encontraba. Había despertado en una habitación que no era la suya, era una estancia atípica, todo en ella tenía un tinte sobrio, simplemente había una cama, era como un lugar atemporal. El resto de la habitación se componía de 4 paredes mal pintadas y una ventana. Se dirigió a la ventana, desde allí se podía divisar un jardín y el resto del edificio.
Su arquitectura era sobria como la habitación, por su aspecto parecía un convento o un hospital o quizás un asilo, algún tipo de institución.
Trató de recordar, nada en su pensamiento lo trasladaba a aquel lugar, lo último que recordaba era que iba conduciendo.
Movió la cabeza, sintió un dolor, se palpó la frente y se dio cuenta que tenía un espadrapo en ella, como si se hubiese herido.
Fue hacia la puerta y estaba cerrada, hizo varios intentos por abrirla, pero, no pudo, así que desistió. Trataba de recordar, pero, no podía, concentrarse le costaba, así que desistió. Volvió hacia el lecho y se estiró otra vez. Se quedó dormido.
-Por favor, por favor, despierte! Abrió los ojos, era una mujer tratando de despertarlo. Vestía de calle, no era una enfermera, Se frotó los ojos y se incorporó.
-¿Dónde estoy?, ¿Cómo he llegado aquí?
No se preocupe del lugar, está usted donde debe estar, en su destino. Tampoco es importante cómo ha llegado usted hasta aquí.
-Pero, ¿Esto es un hospital, no? He sufrido un accidente. ¿Dónde está mi familia?
-Su familia está bien, no se preocupe de ella, ahora lo único importante es usted.
-Mire, no entiendo nada, yo sólo quiero volver a mi casa.
De pronto se abrió la puerta de la habitación, y apareció un hombre. No llevaba bata blanca, tampoco era un médico. De pronto se dirigió a él.
-Le dolerá la cabeza todo el día, pero mañana ese dolor habrá desaparecido por completo. Digamos que son las últimas reminiscencias de su vida en la tierra. El cuerpo nunca quiere separarse de la mente al principio.
-¿Cómo dice? ¿Dónde estoy?
-Ah, perdone, no lo recuerda. Debe ser producto del accidente. Miré usted sufrió anteayer un accidente mortal, ha estado durmiendo desde entonces.
-¿Mortal?
-Sí, mortal. Usted conducía su automóvil y se saltó un semáforo, tuvo un choque con otro vehículo y murió instantáneamente.
-Pero, yo estoy vivo. Sólo tengo un golpe en la cabeza, ¿dónde me encuentro?
-Está usted en la estación B567-HHH. Y digamos que su vida en la tierra en ese cuerpo del que disponía ha caducado. Está mañana su familia incineró su cuerpo. Ahora se encuentra usted en tránsito.
-Dentro de un rato y después que se tome usted esta pastilla, recordará el incidente que ha ocasionado su muerte. También se le concederán 12 horas de gracia dentro de ese cuerpo, para que comprenda su situación y asuma su destino. Tras esas doce horas, usted perderá ese cuerpo humano y será mente. También le digo que perderá por completo los recuerdos de su existencia en ese cuerpo.
-No debe preocuparse, ni asustarse. No está usted en peligro de ningún tipo, simplemente se encuentra en tránsito.
-¿En tránsito hacia a dónde? ¿El cielo o el infierno?
-Eso aquí no existe, no se preocupe.
-Ahora, lo importante es que debe tomarse está pastilla. Una vez lo haga, recordará su vida en la tierra. Debo decirle, que de hecho, recordará toda su vida. Desde su nacimiento, será como si viese una película. Transcurridas doce horas lo olvidará todo.
-A veces, y eso no puedo confirmárselo, no me está permitido, a veces se produce una conexión a modo de densidad de las almas cósmicas y al individuo le es permitido guardar algún recuerdo. Digamos, que su alma racional y su alma pasional pueden flotar en una misma densidad no pudiendo separarse totalmente, entonces se produce lo que llamamos aquí bucle y algún recuerdo queda adherido. No siempre se produce, esto es fruto de una paradoja cósmica, quiere decir que de algún modo no era su hora en el momento de su muerte y el poder cósmico asiente en otorgarle un recuerdo. No puedo ofrecerle ninguna información y debo decirle que tampoco tengo información de si usted se encontrará en esas circunstancias.
-Cuando el tiempo de su tránsito termine, se le conducirá al jardín, donde usted perderá su materia orgánica y empezará su tránsito.
-Por favor, ahora tomé su pastilla. Y le tendió aquella píldora roja.
-¿Y si no quiero?
-Por favor, levantase ahora y dirija su atención a la ventana.
Se levantó y miró por la ventana, había un grupo de hombres y mujeres paseando por el jardín, contemplando las plantas, las flores, los árboles, los setos, el cielo, parecían absolutamente tranquilos, llevaban la misma ropa que él, una especie de pijama de hospital. De pronto ante la mirada de sus ojos vio como uno a uno iban desapareciendo, quedando las ropas tendidas en el suelo. Literalmente se habían desvanecido en la nada…
(Continuará)