Y aquel amor

[Antonio Urdiales]

No me quedan silencios que callarme
nipalabras calladas que decirte.

Sólo ese orgullo estoico que padeces
me sostiene amarrado en tu memoria
y arrastra los grilletes de mi ausencia
por sombras de locura iluminada
camino del cadalso que te obsequio.

Y aquel amor que zarpaba promesas
y abrazaba palabras en el viento,
hoy navega sin rumbo soledades
por estelas plateadas de distancia.

Y aquel amor que huérfano de piel,
un tiempo fue poema y agonía
de la loca locura de mi anhelo,
hoy oscila sin vida, putrefacto,
colgado de la soga de horas negras
que asfixió mis esperas taciturnas,
la certeza de ser lo que esperaba
y el dolor de inventarte cada día.

Y aquel amor indómito y salvaje
que incendiaba hasta el verde de los pastos
a orillas del arroyo en el ocaso
o inventaba coartadas al silencio
hoy invita a las larvas de mi olvido
a un macabro festín con tu recuerdo.


Antonio Urdiales

[Antonio Urdiales]

No sé por qué oscuros motivos informáticos al limitarme a copiar y pegar el poema desde el Word a la ventana del foro, el poema quedó desestructurado y dificultaba enormemente su lectura. Pido disculpas a todos aquellos que intentaron leerme sin conseguirlo y doy las gracias al compañero que me avisó del desastre.

Gracias a todos por vuestra paciencia.

Un saludo.

[Hallie Hernández Alfaro]

No me quedan silencios que callarme
ni palabras calladas que decirte.

Sólo ese orgullo estoico que padeces
me sostiene amarrado en tu memoria
y arrastra los grilletes de mi ausencia
por sombras de locura iluminada
camino del cadalso que te obsequio.

Y aquel amor que zarpaba promesas
y abrazaba palabras en el viento,
hoy navega sin rumbo soledades
por estelas plateadas de distancia.

Y aquel amor que huérfano de piel,
un tiempo fue poema y agonía
de la loca locura de mi anhelo,
hoy oscila sin vida, putrefacto,
colgado de la soga de horas negras
que asfixió mis esperas taciturnas,
la certeza de ser lo que esperaba
y el dolor de inventarte cada día.

Y aquel amor indómito y salvaje
que incendiaba hasta el verde de los pastos
a orillas del arroyo en el ocaso
o inventaba coartadas al silencio
hoy invita a las larvas de mi olvido
a un macabro festín con tu recuerdo.


Antonio Urdiales

Qué hermoso zig-zag de vida y muerte. Fuerza y devoción que limita a los propios huesos del vacío. Esencial, humanísimo, bello.

Un gusto aplaudir tus versos, Antonio.

Saludos cordiales y felicidad.


PD: En mi respuesta editada he agregado dos espacios en la gran apertura. Al principio de los versos. Creo que son resultado todavía de lo ocurrido con el editor visual.

[Óscar Distéfano]

Excelente poema. Una reflexión poética realista sobre el vaivén de las pasiones. A veces resulta inexplicable cómo una gran pasión se petrifica, se vuelve granizo en nuestro interior, hecho que lamentamos, ya que el recuerdo hace también su acto maligno de crear la nostalgia y los remordimientos. Buen ritmo, además. Un poema valioso, Antonio.

Un abrazo grande.
Óscar

[Ramón Carballal]

Transmites perfectamente ese sentimiento doloroso que produce el amor perdido. Un poema bien escrito como todos los tuyos. Mi enhorabuena y un abrazo.

[Antonio Urdiales]

Hallie, muchas gracias por ser tan diligente en dejar el aroma de tu paso en mi ventana.

Un abrazo.

[Rafael Valdemar]

Gran poema de amor nos dejas Antonio. Un placer siempre leer tus versos

saludos

rafael

[Antonio Urdiales]

Oscar, amigo, muchas gracias por tu atenta lectura y la valoración que haces del poema.

Un abrazo.

[Antonio Urdiales]

Ramón, querido amigo, muchas gracias por estar siempre presente.

Nos leemos.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

No me quedan silencios que callarme
nipalabras calladas que decirte.

Bueno, no ha quedado muy bien pero me ha gustado.
Un placer pasar por tus versos
Besos
Pilar

[Liz Barrio.]

No me quedan silencios que callarme
nipalabras calladas que decirte.

Sólo ese orgullo estoico que padeces
me sostiene amarrado en tu memoria
y arrastra los grilletes de mi ausencia
por sombras de locura iluminada
camino del cadalso que te obsequio.

Y aquel amor que zarpaba promesas
y abrazaba palabras en el viento,
hoy navega sin rumbo soledades
por estelas plateadas de distancia.

Y aquel amor que huérfano de piel,
un tiempo fue poema y agonía
de la loca locura de mi anhelo,
hoy oscila sin vida, putrefacto,
colgado de la soga de horas negras
que asfixió mis esperas taciturnas,
la certeza de ser lo que esperaba
y el dolor de inventarte cada día.

Y aquel amor indómito y salvaje
que incendiaba hasta el verde de los pastos
a orillas del arroyo en el ocaso
o inventaba coartadas al silencio
hoy invita a las larvas de mi olvido
a un macabro festín con tu recuerdo.


Antonio Urdiales

Es un poema colmado de sentido, dirección y concierto. El cierre es perfecto.
Un abrazo, poeta

[C.P. Fernández]

Magnífico poema de desamor. Un verdadero placer su lectura, Antonio.

Un abrazo.

[Macedonio Tracel]

me gustó encontrarle al poema un insistencia que en su extensión denota un ritmo que acompaña a marcar un desasosiego. las palabras y esta marcasión establecen una reverberancia, una doble vez dolorida. saludos

[Lis Lugo]

Muy hermoso y profundo tu poema ,todo un gusto leerte saludos.

[Isabel Moncayo]

Me ha gustado mucho, Antonio, qué bien escribes, se lee con cadencia y no contento como que llega y se queda, será que es poesía...


Un abrazo.