PENSÉ
Publicado: Jue, 19 Sep 2013 10:08
Pensé que la tarde regresaba y me marché
a hablar de ti con las estrellas dejándote la mar adormecida,
y abandoné la vida en un olvido a fuerza de sentirme caminante.
En los vaivenes rotos del tiempo
volví a buscarte al mismo cuerpo que entonces te creaba,
y no eras tú,
ya nunca fuiste tú la fuerza de este canto,
y el llanto se hizo tierra y sepultó la espuma de tus labios,
y se borró tu huella de todos los caminos
Y nos quedó el adiós vacío y trashumante.
He vuelto a ti con la mirada escrita en el viejo diario
y las calles de espinas recuerdan mi amargura.
He quebrado los gritos tratando de encontrarte
y sé que estás aquí, escrita en cada tarde,
en el sabor salino que aún queda en mi boca,
en la ropa que cubre este desnudo ajado,
en el perfume a hembra que aún flota en esta alcoba,
y en los llantos de fuego que aún arden en tu nombre,
en tus senos de seda y tu espalda terciopelo,
en tu sexo de fresa y en la miel de tu cabello.
Me he sentado a esperarte cansado del destino
y he encendido la luna por si la noche cierra…
si la espera se alarga y ves que estoy dormido,
déjame con mi sueño
y abrigame en la tierra donde dejé la pena
de tu último desnudo,
Y el dolor interminable del último poema.
a hablar de ti con las estrellas dejándote la mar adormecida,
y abandoné la vida en un olvido a fuerza de sentirme caminante.
En los vaivenes rotos del tiempo
volví a buscarte al mismo cuerpo que entonces te creaba,
y no eras tú,
ya nunca fuiste tú la fuerza de este canto,
y el llanto se hizo tierra y sepultó la espuma de tus labios,
y se borró tu huella de todos los caminos
Y nos quedó el adiós vacío y trashumante.
He vuelto a ti con la mirada escrita en el viejo diario
y las calles de espinas recuerdan mi amargura.
He quebrado los gritos tratando de encontrarte
y sé que estás aquí, escrita en cada tarde,
en el sabor salino que aún queda en mi boca,
en la ropa que cubre este desnudo ajado,
en el perfume a hembra que aún flota en esta alcoba,
y en los llantos de fuego que aún arden en tu nombre,
en tus senos de seda y tu espalda terciopelo,
en tu sexo de fresa y en la miel de tu cabello.
Me he sentado a esperarte cansado del destino
y he encendido la luna por si la noche cierra…
si la espera se alarga y ves que estoy dormido,
déjame con mi sueño
y abrigame en la tierra donde dejé la pena
de tu último desnudo,
Y el dolor interminable del último poema.