Editorial Alaire

Es desde un cielo de platos rotos que volví a escribir
o en el infierno de los platos rotos. Sobre algunos
de los trozos. En las ansias despobladas, en los bordes,
en las referencias superpuestas, en las más próximas
a herirnos porque ya ni saben cuándo el pasado crujió.

Una de estas pausas es el peso en mis gestos. Siempre
lo calculo como piedras grandes, cercanas a caer, aguas
que la memoria hizo intemperie entre estos pedazos. Así,
para medir el recuerdo, el recorrido, el cansancio de todo
basta mecerse en cuclillas, floreciendo y poco atento al vaivén.

Macedonio Tracel escribió:


Es desde un cielo de platos rotos que volví a escribir
o en el infierno de los platos rotos. Sobre algunos
de los trozos. En las ansias despobladas, en los bordes,
en las referencias superpuestas, en las más próximas
a herirnos porque ya ni saben cuándo el pasado crujió.

Una de estas pausas es el peso en mis gestos. Siempre
lo calculo como piedras grandes, cercanas a caer, aguas
que la memoria hizo intemperie entre estos pedazos. Así,
para medir el recuerdo, el recorrido, el cansancio de todo
basta mecerse en cuclillas, floreciendo y poco atento al vaivén.

Decirte que el poema me sorprendió gratamente. Hay un mensaje denso, profundo que, sin embargo, no se extravía; queda flotando en la mente (en mi mente, por lo menos), con sus imágenes originales, para hacerse realidad existencial (más allá de un estado de ánimo, es una mirada más lejana, más vital). Me gustó el ritmo sostenido por repeticiones de cláusulas, sintaxis, palabras y encadenamiento de imágenes. Tiene la calidad de los mejores versículos. Mis aplausos.

Un abrazo grande.
Óscar

Afinado concierto lleno de elocuencia y elegancia. Espléndido poema.
Un abrazo

A mí tampoco me parece un estado de ánimo, me parece un tiempo suspendido en el tiempo del que quedamos colgados y que parece seguir abrigándonos de algún modo, entre el dolor y el recuerdo, en todo caso es cercano y se nos sigue rompiendo en las manos.
El poema es bello y dice.
Te mando un abrazo, grande, grandote.

Carmen

Macedonio Tracel escribió:


Es desde un cielo de platos rotos que volví a escribir
o en el infierno de los platos rotos. Sobre algunos
de los trozos. En las ansias despobladas, en los bordes,
en las referencias superpuestas, en las más próximas
a herirnos porque ya ni saben cuándo el pasado crujió.

Una de estas pausas es el peso en mis gestos. Siempre
lo calculo como piedras grandes, cercanas a caer, aguas
que la memoria hizo intemperie entre estos pedazos. Así,
para medir el recuerdo, el recorrido, el cansancio de todo
basta mecerse en cuclillas, floreciendo y poco atento al vaivén.

Por innumerables razones se rompe el hombre, dentro no queremos una desconexión total con lo que aún no experimentamos, pero, percibimos es el hombre completo. Tu poema expresa en forma bella y dolorosa ese sentir profundo, esa necesidad intrínseca de persistir en el holismo que realmente somos. Ese cielo de platos rotos y ese infierno de platos rotos, es para mí el verso clave, porque el hombre se define en su postura y ejercicio; el valor fundamental es la lucha por la esencia sana del ser. Un poema sangrante, digno, esperanzador. Me gusta tu voz poética, Macedonio. Abrazos, ERA

Una fuerza inmensa que sabe volar, que despliega ruidos y pequeños silencios de hierba verde, casi violeta. Es como andar de puntillas sobre el aura de un momento que inculca a la memoria su pasión por la eternidad.

Desde la primera fila del Teatro Colón, ovación sostenida y emocionada.

Beso grande, compañero.

Querido poeta, amigo, tu creatividad es maravillosa y muy bienvenida para los que buscamos la poesía ávidamente. Abrazo de luz. RJL

Tus poemas atrapan Macedonio, desde el primer verso, desde esa imagen de "un cielo de platos rotos", quedas en suspensión interiorizando, identificando, viviendo un instante, un estado de ánimo...

Un abrazo compañero.

Un poema profundo y lleno de aciertos en la expresión de la belleza de los versos. Un lujo pasar por tu palabra.
Besos
Pilar

Reconocible tu verbo y sus destilaciones.

Siempre una experiencia de calado pasar por lo tuyo.


Se te saluda con fervor, hermano de allá.

Macedonio, leo el poema, despacio, como merece y me quedo con este espectacular cierre: "...Así,
para medir el recuerdo, el recorrido, el cansancio de todo
basta mecerse en cuclillas, floreciendo y poco atento al vaivén...."


Mis saludos mediterráneos.
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Oscar: Decirte que el poema me sorprendió gratamente. Hay un mensaje denso, profundo que, sin embargo, no se extravía; queda flotando en la mente (en mi mente, por lo menos), con sus imágenes originales, para hacerse realidad existencial (más allá de un estado de ánimo, es una mirada más lejana, más vital). Me gustó el ritmo sostenido por repeticiones de cláusulas, sintaxis, palabras y encadenamiento de imágenes. Tiene la calidad de los mejores versículos. Mis aplausos.

gracias Óscar por tu comentario y tu apoyo. siempre es una referencia donde uno se apoya para entender lo que expone un poco más. un gran abrazo

Liz Barrio. escribió:Afinado concierto lleno de elocuencia y elegancia. Espléndido poema.
Un abrazo

Liz muchas gracias. sos muy generosa

Liz Barrio. escribió:Afinado concierto lleno de elocuencia y elegancia. Espléndido poema.
Un abrazo

Liz muchas gracias. sos muy generosa

El poema se mece entre el existencialismo para formar una nueva religión, para inventar al dios de la resignación. Me ha gustado sobremanera, amigo, porque su originalidad no es un obstáculo y la metáfora descubre su sentido como una cercanía.... Mis abrazos sinceros y felicitaciones.