ARENA
Publicado: Lun, 09 Sep 2013 11:18
Volvió por donde el tiempo
y me dejó perdido,
atado a una sonrisa que me citó de lejos,
demasiado lejos para ser recuerdo
y me quedé colgado
de aquellos dedos que nunca fueron hiedra,
de aquellos labios que nunca fueron carne,
de aquella tarde que parecía mañana
y sin embargo murió de soledades,
de ausencias,
de distancia.
Y me quedé dormido en sal por no tenerte,
inerte al llanto que me volvió furtivo,
cautivo de la mar frontera
que nos partió la vida y la palabra
y nos cubrió la espalda de horizonte,
y nos dejó languidecer por cobardía.
Se nos secó la piel
y amaneció la arena en el olvido
y nos dejamos…
y nos perdimos.
Han pasado las albas del otoño
y he querido traerte a la inocencia del instante,
a la distancia inmensa del suspiro,
a la voz cansina que trata de pensarte
inmersa en mi carne,
intensa entre las horas que dejaste a la deriva
y se nos fueron en busca de destino,
como tu,
como yo,
como el aire que nunca compartimos.
y me dejó perdido,
atado a una sonrisa que me citó de lejos,
demasiado lejos para ser recuerdo
y me quedé colgado
de aquellos dedos que nunca fueron hiedra,
de aquellos labios que nunca fueron carne,
de aquella tarde que parecía mañana
y sin embargo murió de soledades,
de ausencias,
de distancia.
Y me quedé dormido en sal por no tenerte,
inerte al llanto que me volvió furtivo,
cautivo de la mar frontera
que nos partió la vida y la palabra
y nos cubrió la espalda de horizonte,
y nos dejó languidecer por cobardía.
Se nos secó la piel
y amaneció la arena en el olvido
y nos dejamos…
y nos perdimos.
Han pasado las albas del otoño
y he querido traerte a la inocencia del instante,
a la distancia inmensa del suspiro,
a la voz cansina que trata de pensarte
inmersa en mi carne,
intensa entre las horas que dejaste a la deriva
y se nos fueron en busca de destino,
como tu,
como yo,
como el aire que nunca compartimos.