Editorial Alaire

Carmen López escribió:JUAN PABLO, me gustó pasar por estos versos.

Me ha gustado mucho el principio, Dios haciendo un examen de conciencia.

Destaco también;

...Pero aún no hemos acabado,
en el pecho de un Dios
no cabe el odio eterno; ...

y ese final que es un acierto absoluto;

...y Yo te acogeré
como en aquel primer día de luz"

Te mando un abrazo.

Carmen

José Manuel F. Febles escribió:JUANPABLO

Un magnífico poema que demuestra tu agilidad poética y, una vez más, la misericordia de Dios en el perdón. Me ha gustado.

Un abrazo.

José Manuel F. Febles

Óscar Distéfano escribió:Paradojalmente encuentro magnífico
el planteo que haces aquí sobre la misericordia de Dios.
Un tema para reflexionarlo por los siglos de los siglos,
porque yo no le encuentro humana posibilidad de un armisticio
(se caería toda la doctrina cristiana). Con mis disculpas del caso
El poema es muy interesante, poeta, no sólo en el campo de la mística,
sino también en el filosófico existencial.

Un abrazo grande.
Óscar
*

JUANPABLO escribió:Dios hizo un día examen de conciencia
luego llamó a Luzbel
y así se confesó en su presencia:

“Yo te hice como la más bella criatura
de todos los coros celestiales;
de la nada te hice, sin que tú lo pidieras,
y solicité tu acatamiento;
pero tú te encontraste tan hermoso
delante de mi Ejército
que a todos suplicaste
que no me otorgaran obediencia.

Y he de reconocer que conseguiste
que parte de mis Tronos y Virtudes,
mis Dominaciones y Potestades,
Serafines,
Querubines,
Principados, Arcángeles y Ángeles,
se unieran a ti para destronarme.

Tú me obligaste, sí,
a precipitarte a los Avernos,
¿qué otra cosa podía hacer Yo?

Pero aún no hemos acabado,
en el pecho de un Dios
no cabe el odio eterno;
Yo no puedo decirte que te amo
mientras que tú encierres en tu pecho
ese odio a toda mi Creación;
pero un día vendrá
(y lo sé porque soy el que soy),
en que tú habrás barrido el odio de tu pecho,
y Yo te acogeré
como en aquel primer día de luz"
* * *