Editorial Alaire

DE TANTO QUE DECIR NO DECIR NADA

De tanto que decir no decir nada
de tanto que añorar, la indiferencia,
el gesto simulado, la apariencia,
la imprevista traición de la mirada.

Un solo instante, apenas un saludo,
rutinario e informal: “ vamos tirando”,
corazón en el puño recordando,
ansioso por hablar pero ya mudo.

La prosa que se impone de tan fría,
el muro que interpone su presencia,
la voz al despedirse refinada;

para ocultar el timbre de su esencia:
una voz que se quiebra todavía
herida por tu ausencia, enamorada.

Precioso tu soneto, José. Para quitarse el sombrero, inclinar la testa y y con el gesto, saludar al poeta. Sin decir nada.

Un abrazo, amigo

Víctor

jose junco escribió:DE TANTO QUE DECIR NO DECIR NADA

De tanto que decir no decir nada
de tanto que añorar, la indiferencia,
el gesto simulado, la apariencia,
la imprevista traición de la mirada.

Un solo instante, apenas un saludo,
rutinario e informal: “ vamos tirando”,
corazón en el puño recordando,
ansioso por hablar pero ya mudo.

La prosa que se impone de tan fría,
el muro que interpone su presencia,
la voz al despedirse refinada;

para ocultar el timbre de su esencia:
una voz que se quiebra todavía
herida por tu ausencia, enamorada.

El lenguaje de los gestos, el timbre de la voz, todo eso más confiable que las palabras. Me gusta mucho este poema que bien describe las cosas que se comunican involuntariamente. Precioso!

Un hermoso soneto donde los gestos se imponen. Lo he disfrutado
Besos
Pilar

Sencillamente fantástico.
Es impresioannte la construcción del soneto, el contenido, todo en él.

Siempre saludos mediterráneos.

jose junco escribió:DE TANTO QUE DECIR NO DECIR NADA

De tanto que decir no decir nada
de tanto que añorar, la indiferencia,
el gesto simulado, la apariencia,
la imprevista traición de la mirada.

Un solo instante, apenas un saludo,
rutinario e informal: “ vamos tirando”,
corazón en el puño recordando,
ansioso por hablar pero ya mudo.

La prosa que se impone de tan fría,
el muro que interpone su presencia,
la voz al despedirse refinada;

para ocultar el timbre de su esencia:
una voz que se quiebra todavía
herida por tu ausencia, enamorada.

Reverencias y ovación, compañero!

Un abrazo fuerte.

Un trabajo excelentemente concluido. Como lector he sentido el equilibrio, la fuerza y la poesía que lo apuntalan. Ha sido un placer, amigo.
Óscar

Un soneto magnífico, lo que dice, lo que no dice, esa involuntariedad de los gestos que la palabra no tiene, pero, que tu poema si contiene. Maravilloso, me parece un poema de los grandes.

Un abrazo

Carmen

Un soneto muy bien puesto en rima en medida y ritmo
y el fondo dispuesto a ser expuesto y refrendado
por su propia conjetura.

Un abrazo

Un soneto muy bien puesto en rima en medida y ritmo
y el fondo dispuesto a ser medido y refrendado
por su propia conjetura.

Un abrazo

jose junco escribió:DE TANTO QUE DECIR NO DECIR NADA

De tanto que decir no decir nada
de tanto que añorar, la indiferencia,
el gesto simulado, la apariencia,
la imprevista traición de la mirada.

Un solo instante, apenas un saludo,
rutinario e informal: “ vamos tirando”,
corazón en el puño recordando,
ansioso por hablar pero ya mudo.

La prosa que se impone de tan fría,
el muro que interpone su presencia,
la voz al despedirse refinada;

para ocultar el timbre de su esencia:
una voz que se quiebra todavía
herida por tu ausencia, enamorada.

Suele pasar te diría José, y cuando hay que callar, entonces se vocifera ... humanos ...
Qué bien lo has dicho, un placer escucharte. Saludos!Luna.-

UN soneto siempre se valora y cuando como es el caso resulta un gran soneto, se agradece, un placer leerte, un fuerte abrazo Poeta.

Cecilia

Abundo en el decir de cuantos me anteceden. Es un soneto bien estructurado que nos conduce hasta un final cargado de fuerte sensibilidad. Me ha gustado, y mucho.

Un abrazo.

José Manuel F. Febles

Qué buen soneto, José.

Me parece fantástico.

Besos y enhorabuena
Ana

Suscribo todo lo dicho sobre este espléndido soneto que nos muestras, amigo Ju
nco.
Un gusto detenerme en él.

Abrazo.