muelo polvo hundiendo las hijuelas
... y callo la cosecha.
Aljibe sin brocal siento la luna,
mi alma vive blanda la noche y su pureza,
rendija que se agranda,
sesgo, mesura
ofrecen sin barandas la cálida respuesta.
Y soy los ayes, el polvo y la semilla
... y soy cosecha
(De tí, de todo, de la vida, soy la parte que fecunda el fruto. Alicante en uno de septiembre, época de vendimias, recupero este poema que tiene tantisimos años)