En lo alto de la pequeña colina
Publicado: Jue, 29 Ago 2013 23:19
Hay el hiato de tierra, una elevación unísona de viento y verde oscuro,
con salpicaduras que son semblanzas muy nítidas de algo que sólo puede bosquejarse.
Una soledad mineral se refresca con los espacios abiertos que siempre preceden al final.
Pero el final no llega y el pie mulle con su ritmo cada vez más cierto
el incipiente brote de la lluvia sobre la cima del cráneo;
la lluvia por el pelo bajando en guedejas esculpidas como goterones
del único cirio que ha quedado en pie,
hasta que el agua adquiere una inercia joven, un prurito de sí misma,
y se lanza rodando por el pecho hacia la suave rampa del vientre
y cae por los muslos vaporizando el vello del sexo,
dejando casi mesiánicamente un racimo funicular de transparentes,
pequeñas esferas que tiemblan como estrellas o invisibles embriones.
Me doy cuenta de que estoy desnudo.
La desnudez es una constelación que quiere dar cobijo a todo el cielo,
me digo al oído anegado.
Y desde abajo
un cuerpo se me acerca.
con salpicaduras que son semblanzas muy nítidas de algo que sólo puede bosquejarse.
Una soledad mineral se refresca con los espacios abiertos que siempre preceden al final.
Pero el final no llega y el pie mulle con su ritmo cada vez más cierto
el incipiente brote de la lluvia sobre la cima del cráneo;
la lluvia por el pelo bajando en guedejas esculpidas como goterones
del único cirio que ha quedado en pie,
hasta que el agua adquiere una inercia joven, un prurito de sí misma,
y se lanza rodando por el pecho hacia la suave rampa del vientre
y cae por los muslos vaporizando el vello del sexo,
dejando casi mesiánicamente un racimo funicular de transparentes,
pequeñas esferas que tiemblan como estrellas o invisibles embriones.
Me doy cuenta de que estoy desnudo.
La desnudez es una constelación que quiere dar cobijo a todo el cielo,
me digo al oído anegado.
Y desde abajo
un cuerpo se me acerca.