GRAVITACIONES
Publicado: Mié, 09 Abr 2008 23:24
GRAVITACIONES
Tras el complejo vuelo del alma
quisiera sostener este pecho binomial,
latiendo en llanto: moribundo.
Sostener este corazón sin pecho,
este anclaje marchito sin consuelo
que me desarma ante el horizonte.
No queda lugar para arrepentimientos,
es hora de sentir la muerte glacial.
Muerte en cada orilla de mis sienes,
donde yace melódico el deseo trashumante
que decapita lunas exaltadas.
Muero, porque tú, que eras
la regla de mis excepciones,
bailas un vals de mil tiempos,
y yo te reclamo vida y muerte.
Mi pequeño dominio de tu torso
me regalaba certeza en el absurdo,
y ahora, se me desmorona.
Y me hacen falta palabras
para enraizar sonrisas
en labrantíos pobres,
que con mis penas levantadas
anuncian mi funeral celeste.
Mi corazón de alabastro
se anega de tristeza sin espacio,
de nubes mortales de recuerdos
que me golpean el alma
como cien mil lunas caídas.
Dadme cielo abierto,
dadme vida galopante,
porque me quedé sin tiempo,
se me agotó el aliento,
se me deseternizó la esperanza...
Sólo me queda este otoño invasor,
esta catástrofe en propiedad.
Mi vida ya no es grito, es queja.
Tras el complejo vuelo del alma
quisiera sostener este pecho binomial,
latiendo en llanto: moribundo.
Sostener este corazón sin pecho,
este anclaje marchito sin consuelo
que me desarma ante el horizonte.
No queda lugar para arrepentimientos,
es hora de sentir la muerte glacial.
Muerte en cada orilla de mis sienes,
donde yace melódico el deseo trashumante
que decapita lunas exaltadas.
Muero, porque tú, que eras
la regla de mis excepciones,
bailas un vals de mil tiempos,
y yo te reclamo vida y muerte.
Mi pequeño dominio de tu torso
me regalaba certeza en el absurdo,
y ahora, se me desmorona.
Y me hacen falta palabras
para enraizar sonrisas
en labrantíos pobres,
que con mis penas levantadas
anuncian mi funeral celeste.
Mi corazón de alabastro
se anega de tristeza sin espacio,
de nubes mortales de recuerdos
que me golpean el alma
como cien mil lunas caídas.
Dadme cielo abierto,
dadme vida galopante,
porque me quedé sin tiempo,
se me agotó el aliento,
se me deseternizó la esperanza...
Sólo me queda este otoño invasor,
esta catástrofe en propiedad.
Mi vida ya no es grito, es queja.