Tú venías arañada
Publicado: Mié, 21 Ago 2013 20:40
Tú venías arañada
A Pablo Neruda ( Por la charla con una mujer)
Tú venías amiga
venías en la tarde
en la noche perpetua
en mi dolor latente.
Tú venías amiga
arañada
lenta en el crepúsculo.
Tú llorabas en mis lágrimas
toda
toda la noche eras salvaje.
Eras la luz de mi mundo
ahora
que la parca y el pájaro del olvido
ciega todos los segundos,
eras la paz hambruna latente,
eras
como un horizonte lejano,
esa estrella que buscaba en la tierra;
los barcos
tu boca
eran solo esperanzas al viento.
Te negué tantas veces
eras como Neruda
en esos barcos sombríos.
¡Oh!
Gaviota que pasas en el otoño
¡Oh!
Grito en la penumbra
Tú venías amiga mia
arañada y desangrada
entre banderas de mis venas.
Siempre susurró el alba en mi mente
siempre el solitario destino
eras pura
pura como las cascadas del cielo
¡Amiga!
de una sola vez
temblarás en mis manos
temblarás en mi soledad
temblarás en mi grito;
te amaré
aún en la muerte de amarte
desnuda como las estatuas.
Quizá
viento
en el viento
que torcerá las uvas
entre las manos de la tierra
aún
A pesar
de las viejas anclas de la isla.
A Pablo Neruda ( Por la charla con una mujer)
Tú venías amiga
venías en la tarde
en la noche perpetua
en mi dolor latente.
Tú venías amiga
arañada
lenta en el crepúsculo.
Tú llorabas en mis lágrimas
toda
toda la noche eras salvaje.
Eras la luz de mi mundo
ahora
que la parca y el pájaro del olvido
ciega todos los segundos,
eras la paz hambruna latente,
eras
como un horizonte lejano,
esa estrella que buscaba en la tierra;
los barcos
tu boca
eran solo esperanzas al viento.
Te negué tantas veces
eras como Neruda
en esos barcos sombríos.
¡Oh!
Gaviota que pasas en el otoño
¡Oh!
Grito en la penumbra
Tú venías amiga mia
arañada y desangrada
entre banderas de mis venas.
Siempre susurró el alba en mi mente
siempre el solitario destino
eras pura
pura como las cascadas del cielo
¡Amiga!
de una sola vez
temblarás en mis manos
temblarás en mi soledad
temblarás en mi grito;
te amaré
aún en la muerte de amarte
desnuda como las estatuas.
Quizá
viento
en el viento
que torcerá las uvas
entre las manos de la tierra
aún
A pesar
de las viejas anclas de la isla.