Editorial Alaire

Te doy mis manos,
las pequeñas, las que se duermen conmigo,
las que se me quedan puestas,
las que igual hacen calceta que destiñen los domingos,
las que no saben ni quieren aprenden a hacer gazpachos,
ni comidas que no sean ensaladas sin tomate.

Las que usan los diez dedos para mezclar los colores
y pintarte todo el mundo
- hasta Francia -
en la curva de Praxíteles.

Las que se pierden tempranas,
las que se encuentran tardías,
las que revuelven y envuelven,
las busconas, las que ríen,
las que hacen toboganes....

... ¡ ay, espalda ...!!

Te doy mis manos si hacemos una carrera
desde tu nuca
hasta donde nace el alba.



(Pues bien, reto lanzado en mitad de Agosto alicantino ¿quién ganará?)

¿Tendré el gran honor de ser la primera en aplaudir esta belleza?

Me ha parecido inmenso, dulce, con sumo ingenio y fuerza a raudales.

Abrazos y todos los parabienes, Concha.

Eres grande, querida Doña Concepción. Este poema es inmneso en lírica y en sentimientos. Esas manos, cuánto darían cuando llegue el alba, a saber...

Mi gran abrazo, amiga del alma.

José Manuel F. Febles

Espléndido tu poema, Concha. Genuino e inspirado. Ha sido un placer pasar por tus letras.

Un abarzo.
Felipe.

Un poema vivo, fresco, lleno de belleza y ternura. Me ha encantado estar aquí, apreciada poeta.

Un abrazo.
Óscar

!Qué bonito.... qué bonito... qué bonito!
Aplausos hasta romperse las manos. Me encanta, Concha, cuando escribes así, con ritmo, con frescura, con mensaje con historia y con esa maestría que te caracteriza.

Un abrazo desde el océano grande, aunque sea ya sólo por unas horas.

Víctor

Excelente Concha! Siempre se siente una más viva después de visitar tus hermosos versos.

Abrazos mediterráneos.


Carmen

Hallie Hernández Alfaro escribió:¿Tendré el gran honor de ser la primera en aplaudir esta belleza?

Me ha parecido inmenso, dulce, con sumo ingenio y fuerza a raudales.

Abrazos y todos los parabienes, Concha.

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No te confundas Hallie, el honor, siempre es mío cuando veo tus preciosas recepciones.

Eres tremendamente amable.

Un fuerte abrazo.

Praxíteles anonadado, haciendo "curvas" le tienes.

Concha Vidal escribió:Te doy mis manos,
las pequeñas, las que se duermen conmigo,
las que se me quedan puestas,
las que igual hacen calceta que destiñen los domingos,
las que no saben ni quieren aprenden a hacer gazpachos,
ni comidas que no sean ensaladas sin tomate.

Las que usan los diez dedos para mezclar los colores
y pintarte todo el mundo
- hasta Francia -
en la curva de Praxíteles.

Las que se pierden tempranas,
las que se encuentran tardías,
las que revuelven y envuelven,
las busconas, las que ríen,
las que hacen toboganes....

... ¡ ay, espalda ...!!

Te doy mis manos si hacemos una carrera
desde tu nuca
hasta donde nace el alba.



(Pues bien, reto lanzado en mitad de Agosto alicantino ¿quién ganará?)

Lo leo y releo. Es de una absoluta belleza este poema tuyo, querida Concha, uff.
Aplausos de pie y un beso

Me has alegrado la mañana de este día. Tus versos siempre son originales y hermosos
Besos
Pilar

Muy lindo y original, Concha. Un gusto leerte.

Un abrazo.

Esa carrera que pronosticas pasa por inverosímiles caminos
hasta que contacta con el alba original del dáctilo poema
un abrazo

José Manuel F. Febles escribió:Eres grande, querida Doña Concepción. Este poema es inmneso en lírica y en sentimientos. Esas manos, cuánto darían cuando llegue el alba, a saber...

Mi gran abrazo, amiga del alma.

José Manuel F. Febles

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En fin, mi querido Don José Manuel, las dejaremos en silencio, que laboren a su albedrío.

Para vosotros, doble abrazo, y marino y con alga y hasta con sal.

Concha Vidal, Desborde de sentimientos a vuelo de pluma! Con afecto.