Editorial Alaire

Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
que su materia incierta ceda,
no tengas miedo, no te detengas,
deja que la cicatriz petrifique la herida,
¡Vamos! Desnúdate,
acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada.
Inscríbete en mi cuerpo
como en un latido,
verás tus manos hacer la noche,
buscar el litoral de otro cuerpo,
el sudor, el poro abierto,
los cauces amorosos del deseo,
su éxtasis ya colmado.
Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
no te resistas, no desfallezcas
y que el adiós languidezca
en su delgada esperanza.

Hermoso poema donde el amor reclama el cuerpo del amado. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

es muy hermoso. lo leí varia veces por el placer que da leerlo. se arma un canal donde el lector se aloja a versar en silencio, con los ojos nuevos hasta reconocerse en las manos. te mando un beso

Carmen López escribió:Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
que su materia incierta ceda,
no tengas miedo, no te detengas,
deja que la cicatriz petrifique la herida,
¡Vamos! Desnúdate,
acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada.
Inscríbete en mi cuerpo
como en un latido,
verás tus manos hacer la noche,
buscar el litoral de otro cuerpo,
el sudor, el poro abierto,
los cauces amorosos del deseo,
su éxtasis ya colmado.
Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
no te resistas, no desfallezcas
y que el adiós languidezca
en su delgada esperanza.

Este poema rezuma una sensualidad casi castiza, donde el sentimiento, en su delicada efervescencia, mantiene la dignidad del amoroso reclamo. Me ha encantado el cierre (la idea de los últimos dos versos). Mis aplausos, amiga.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Carmen López escribió:Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
que su materia incierta ceda,
no tengas miedo, no te detengas,
deja que la cicatriz petrifique la herida,
¡Vamos! Desnúdate,
acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada.
Inscríbete en mi cuerpo
como en un latido,
verás tus manos hacer la noche,
buscar el litoral de otro cuerpo,
el sudor, el poro abierto,
los cauces amorosos del deseo,
su éxtasis ya colmado.
Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
no te resistas, no desfallezcas
y que el adiós languidezca
en su delgada esperanza.

"acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada."



Qué cercano y hermoso me ha parecido todo el poema, Carmen. Y estos versos son un puñal necesario y exquisito.

Enhorabuena y un abrazote.

Carmen, tus poemas tienen la grandeza de querer decir siempre algo.....y de decirlo.
Un fuerte abrazo.

Es un poema bellísimo, Carmen. Todo un placer de lectura. Mis felicitaciones y un fuerte abrazo para ti.

¡ Qué manía, ¿verdad? la de autocontrlarnos, de inhibirnos, de no dejar, ni en los momentos más preciosos, volar la LIBERTAD.

Petons, Carmeta.

Precioso, Carmen. Tu petición traspasa el alma. Que así sea...

Un poema de sentimientos a flor de piel que no nos deja indiferentes.

Me encanta la sencillez de tu verso. Al mismo tiempo consigues un estilo propio delicioso.

Un fuerte abrazo
Ana

Pilar Morte escribió:Hermoso poema donde el amor reclama el cuerpo del amado. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar, un gusto enorme que vengas.
Abrazos

Carmen

Macedonio Tracel escribió:es muy hermoso. lo leí varia veces por el placer que da leerlo. se arma un canal donde el lector se aloja a versar en silencio, con los ojos nuevos hasta reconocerse en las manos. te mando un beso

Muy hermoso tu comentario, Macedonio. Parece que el poema sea más. Gracias siempre por tu tiempo.

Un beso

Carmen

Muy hermoso poema, Carmen, esperanzador, me ha encantado en su totalidad pero destaco esta expresión: la eternidad se muere en los bordes de la almohada, me parece muy especial. Mis abrazos y felicitaciones sinceras.

Óscar Distéfano escribió:

Carmen López escribió:Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
que su materia incierta ceda,
no tengas miedo, no te detengas,
deja que la cicatriz petrifique la herida,
¡Vamos! Desnúdate,
acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada.
Inscríbete en mi cuerpo
como en un latido,
verás tus manos hacer la noche,
buscar el litoral de otro cuerpo,
el sudor, el poro abierto,
los cauces amorosos del deseo,
su éxtasis ya colmado.
Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
no te resistas, no desfallezcas
y que el adiós languidezca
en su delgada esperanza.

Este poema rezuma una sensualidad casi castiza, donde el sentimiento, en su delicada efervescencia, mantiene la dignidad del amoroso reclamo. Me ha encantado el cierre (la idea de los últimos dos versos). Mis aplausos, amiga.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Gracias Óscar por tus comentarios, por el tiempo que les dedicas, no al mío al de todos.
El cierre me gusta a mi también.

Un abrazo, amigo mío.

Carmen

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Carmen López escribió:Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
que su materia incierta ceda,
no tengas miedo, no te detengas,
deja que la cicatriz petrifique la herida,
¡Vamos! Desnúdate,
acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada.
Inscríbete en mi cuerpo
como en un latido,
verás tus manos hacer la noche,
buscar el litoral de otro cuerpo,
el sudor, el poro abierto,
los cauces amorosos del deseo,
su éxtasis ya colmado.
Deja que tu cuerpo pierda su soledad,
no te resistas, no desfallezcas
y que el adiós languidezca
en su delgada esperanza.

"acércate o regresa, deprisa
porque la eternidad esta marchita,
perdida, desflorada
y se muere en los bordes de la almohada."



Qué cercano y hermoso me ha parecido todo el poema, Carmen. Y estos versos son un puñal necesario y exquisito.

Enhorabuena y un abrazote.

Hallie, siempre hay mucho aliento en tus palabras y mucha cercanía. Mis agradecimientos por tu tiempo y tu presencia.

Abrazo grande y felicidad.

Carmen

Manuel Sánchez escribió:Carmen, tus poemas tienen la grandeza de querer decir siempre algo.....y de decirlo.
Un fuerte abrazo.

Manuel, encantada de que pases por mis cosas y gracias por tu comentario generoso.

Un abrazo grande.

Carmen