Editorial Alaire

Candente, como la duna,
la piel se hizo mujer,
desnuda,
sobre la cama luna del sueño,
y se hizo pequeño el verso
para hablarte de caminos y canciones,
de ilusiones en pasado,
de versos conjugados entre brumas
sudorosamente abiertas
al abismo de tus piernas de bahía,
y te hice mía en clave de silencio,
y el tiempo se detuvo entre tus senos.

A menos que se agote la palabra,
mañana serás boca eternamente
porque eres diferente entre mis manos,
porque atamos con lazos de agua los sentidos
y hundimos los latidos en tierra prometida,
porque ayer se hizo la vida entre tu boca y mi desnudo
y no ha quedado sal entre mis rocas,
porque eres tú la esencia del poema interminable,
tú,
y el aire que respiro en tu deseo
cubierto de esta carne que pregunta y enloquece,
y mece las arenas que me arrastran
grano a grano a la locura de amarte cada noche,
candente, como la duna…
desnuda.

Lirismo y pasión apretados en tu verso, Miguel.

Enhorabuena y gracias por compartir.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Lirismo y pasión apretados en tu verso, Miguel.

Enhorabuena y gracias por compartir.

Muy agradecido como siempre por tu paso amiga Hallie. Un abrazo