Editorial Alaire

En el tiempo


Yo se muy bien por que putiaste al paraíso
querías acariciar a un niño
a ese ángel que se murió a machetazos.
Mordisquitos de agonía
estaban los soldados
ametrallando
las ilusiones de los mas débiles.
Y sé bien por que no me leíste niño
sé también por que soy el esclavo de tu recuerdo
no te dí de beber.
Hoy es un día de sol
Ramón Ataz no está… no está… todos sabemos que no está
Miro las hojas de otoñó
pero la sangre pide sangre;
no soy nada en el pacto
ni hoy ni mañana.
En la desventura
busco el paraíso
la manzana que se muerde.
Yo se muy bien por que maldijiste
niña que te penetran
niña que estás entre cadenas.
Soy el arma que ejecutó
soy el culpable de tu tristeza
no sé si soy bueno
no sé si esto tiene sentido
las lágrimas van cayendo tras la lluvia.
A veces veo un ángel
a veces veo las lágrimas de Cristo
tratando de sanar una herida.
Algún día se que nos tomaremos de las manos
algún día pariré un poema
para la gaviota temblando
para todos
para muchos todos.
Sé que mi grito en la distancia
no acogerá tu lágrima
pero si te duele la herida
no me leas
mira el horizonte
mira el cánto del pájaro
amada
amada que quise dar mi ilusión…
Tiemblan los ángeles
hasta
la sangre
que es parpado de grises conciencias
En el tiempo.

javierdicenzo80 escribió:En el tiempo


Yo se muy bien por que putiaste al paraíso
querías acariciar a un niño
a ese ángel que se murió a machetazos.
Mordisquitos de agonía
estaban los soldados
ametrallando
las ilusiones de los mas débiles.
Y sé bien por que no me leíste niño
sé también por que soy el esclavo de tu recuerdo
no te dí de beber.
Hoy es un día de sol
Ramón Ataz no está… no está… todos sabemos que no está
Miro las hojas de otoñó
pero la sangre pide sangre;
no soy nada en el pacto
ni hoy ni mañana.
En la desventura
busco el paraíso
la manzana que se muerde.
Yo se muy bien por que maldijiste
niña que te penetran
niña que estás entre cadenas.
Soy el arma que ejecutó
soy el culpable de tu tristeza
no sé si soy bueno
no sé si esto tiene sentido
las lágrimas van cayendo tras la lluvia.
A veces veo un ángel
a veces veo las lágrimas de Cristo
tratando de sanar una herida.
Algún día se que nos tomaremos de las manos
algún día pariré un poema
para la gaviota temblando
para todos
para muchos todos.
Sé que mi grito en la distancia
no acogerá tu lágrima
pero si te duele la herida
no me leas
mira el horizonte
mira el cánto del pájaro
amada
amada que quise dar mi ilusión…
Tiemblan los ángeles
hasta
la sangre
que es parpado de grises conciencias
En el tiempo.

Este poema me gusta, Javier. Encuentro mucha tensión emocional descargándose. Se siente la nobleza de los sentimientos. En cuanto a la forma, creo que, al prescindir de las comas, ha ganado el poema en plasticidad. Se me ocurre que, dada la característica de tu estilo: surrealismo y versos cortos, ni siquiera necesitan puntuación. Ha sido un placer, amigo. Te espero por mis letras.

Un abrazo.
Óscar

Öscar gracias por todos tus conceptos, intentaré todo lo que pueda.
javier

Hay un avance grande, del Javier de ayer, al Javier de hoy. Todo lo que te ha comentado Óscar Distéfano, es para que intentes seguir ese rumbo, con el que podrás alcanzar cotas interesantes.
A mí me ha gustado el poema.

Un abrazo.

José Manuel F. Febles

josé gracias pos pasar por mi obra
javier