Editorial Alaire

Qué será de los muertos cuando estemos vivos.

La nieve ha cubierto el verano. Un inverno perpetuo nos acecha.
Desaparecen los horizontes, no se distinguen los restos;
de blanco, helado e impoluto, de blanco vacío,
un mar escarchado nos anega
blanco.
Mezquinos y egoístas, nos arrebatan los dioses el último deseo.

Cubre esta necesidad de brasas, recoge mis pedazos,
podrás reconstruirme en Jacaranda
en ramillete de nidos o en bostezo de horas quietas.
Cúbreme con la piel de tus labios,
será menos frío este verano que araña los filos,
que rueda por una pendiente
congelada.

¿Dónde la serenata de los grillos,
dónde la siega de la avena, del trigo y la cebada,
dónde el pan y el agosto. Dónde
el canto del mar?

Acostumbramos a nutrir nuestras miserias,
a cavar hondo sin enterrar de nuevo los huecos.
Huéspedes malditos. Vagabundos de la oscuridad
aderezamos de sombras y poesía el último silencio.

Ven, sopla en este rescoldo muerto de frío,
regala tu aire, tu corazón de viento
y acerca tu caricia a este papel de estraza arrugado.

Todo sigue blanco. Infinitamente blanco.
Nosotros haciendo un master en caída libre
sin parapente.

Pues si que deja cierta sensación de frío el poema. Aunque pienso que es más bien una metáfora sobre los tiempos que vivimos. Como siempre he disfrutado con la lectura. Un abrazo.

Sandra ¿y quién soy yo para siquiera, comentarte este poemazo?

Me lo leo, Sandra y me lo quedo.

Un abrazo grandote.

Acostumbramos a nutrir nuestras miserias,
a cavar hondo sin enterrar de nuevo los hueco.
Huéspedes malditos. Vagabundos de la oscuridad
aderezamos de sombras y poesía el último silencio.

Ven, sopla en este rescoldo muerto de frío,
regala tu aire, tu corazón de viento
y acerca tu caricia a este papel de estraza arrugado.


Un poema precioso, intenso, con momentos muy brillantes en la sugerencia de las imágenes. Un de gran plasticidad, donde los versos parecen tocarte de verdad.

Biquiños verniegos, querida Sandra.

Impresionante, Sandra. La nieve personal, la nieve colectiva, el frío que no perdona y estremece hasta el candil imaginario de los huesos.

Aplausos y un abrazote, querida poeta.

Sandra Gª Garrido escribió:Qué será de los muertos cuando estemos vivos.

La nieve ha cubierto el verano. Un inverno perpetuo nos acecha.
Desaparecen los horizontes, no se distinguen los restos;
de blanco, helado e impoluto, de blanco vacío,
un mar escarchado nos anega. Blanco.
Mezquinos y egoístas nos arrebatan los dioses el último deseo.

Cubre esta necesidad de brasas, recoge mis pedazos,
podrás reconstruirme en Jacaranda
en ramillete de nidos o en bostezo de horas quietas.
Cúbreme con la piel de tus labios
será menos frío este verano que araña los filos,
que rueda por una pendiente
congelada.

¿Dónde la serenata de los grillos,
dónde la siega de la avena, del trigo y la cebada,
dónde el pan y el agosto. Dónde
el canto del mar?

Acostumbramos a nutrir nuestras miserias,
a cavar hondo sin enterrar de nuevo los hueco.
Huéspedes malditos. Vagabundos de la oscuridad
aderezamos de sombras y poesía el último silencio.

Ven, sopla en este rescoldo muerto de frío,
regala tu aire, tu corazón de viento
y acerca tu caricia a este papel de estraza arrugado.

Todo sigue blanco. Infinitamente blanco.
Nosotros haciendo un master en caída libre
sin parapente.

Gracias por el viaje... un placer el recorrido.
Un abrazo para vos
-angel-

Sandra Gª Garrido escribió:Qué será de los muertos cuando estemos vivos.

La nieve ha cubierto el verano. Un inverno perpetuo nos acecha.
Desaparecen los horizontes, no se distinguen los restos;
de blanco, helado e impoluto, de blanco vacío,
un mar escarchado nos anega. Blanco.
Mezquinos y egoístas nos arrebatan los dioses el último deseo.

Cubre esta necesidad de brasas, recoge mis pedazos,
podrás reconstruirme en Jacaranda
en ramillete de nidos o en bostezo de horas quietas.
Cúbreme con la piel de tus labios
será menos frío este verano que araña los filos,
que rueda por una pendiente
congelada.

¿Dónde la serenata de los grillos,
dónde la siega de la avena, del trigo y la cebada,
dónde el pan y el agosto. Dónde
el canto del mar?

Acostumbramos a nutrir nuestras miserias,
a cavar hondo sin enterrar de nuevo los hueco.
Huéspedes malditos. Vagabundos de la oscuridad
aderezamos de sombras y poesía el último silencio.

Ven, sopla en este rescoldo muerto de frío,
regala tu aire, tu corazón de viento
y acerca tu caricia a este papel de estraza arrugado.

Todo sigue blanco. Infinitamente blanco.
Nosotros haciendo un master en caída libre
sin parapente.

El frío traspasa los versos y se cala en los huesos, esto es un magnífico poema, un poemaespléndido.

Un abrazo

Carmen

El frío como símbolo del vacío, como desolación, como negación de vida, trasmitido con esa característica fuerza emocional que tienes. Me ha gustado pasarme y disfrutar de estos versos.

Un saludo fraterno.
Óscar

Has sido comentada por varios poetas. Me identifico con lo dicho y añado que cada vez que te leo -siempre- me llevo el gusto, el sabor de saber que he leído una excelente poesía. Mis felicitaciones.

Un gran abrazo.

José Manuel F. Febles

Sandra,

tus poemas rebosan intensidad. El amor, un clamor de amor, casi una exigencia, late en todos ellos de una manera potentísima y muy bella. Hasta este verano infernal se queda congelado por la ausencia, por una necesidad que pide a gritos ser satisfecha.

Un lenguaje puro, muy directo y apasionado sacude al lector haciéndole partícipe del tema irremediablemente. Me encanta el final, original y sin complejos expresivos:

Nosotros haciendo un master en caída libre
sin parapente.

Me gusta mucho, Sandra.
Un abrazo.

Contradicción, vacío, para que el verso revolucione el sentir y el consentir
como si una enorme anomalía estuviera rigiendo en el espacio y en las
profundidades del alma.

Un a brazo

Logrado y profundo poema donde brilla cada verso. Precioso y aplausos
Abrazos
Pilar

Me quedo con este magistral extracto:

"Ven, sopla en este rescoldo muerto de frío,
regala tu aire, tu corazón de viento
y acerca tu caricia a este papel de estraza arrugado. "

Muy profundo y con bellas imágenes.
Saludos!

Frío de nieve para un verano. Los avatares del alma no saben de estaciones y los sentimientos pueden hacernos temblar hasta los huesos. Enhorabuena, Sandra. Con un abrazo.
Salud.

Ramón Carballal escribió:Pues si que deja cierta sensación de frío el poema. Aunque pienso que es más bien una metáfora sobre los tiempos que vivimos. Como siempre he disfrutado con la lectura. Un abrazo.

transmitida a emoción, la misión del poema fue cumplida
y virtuoso de ser de tu mano quien haya abierto
los comentarios con esa sutil lectura
la nieve viene de fuera, sí, congelando

besos y muchas gracias