Editorial Alaire

No prolongar la pendiente consiste en ir un poco más allá;
estirar la lengua por encima del dolor cuando las plantas de los pies
y las palmas de las manos son minuciosamente rebanadas por el tacto.
Llevar la lengua encima de la cabeza como si fuese un cántaro
mientras se cruza el río con el agua mojando la punta de los cabellos
oscilando levemente, como algas que aman la profundidad
pero han de quedarse en la piedra para secarse y hacer un nido desde la nostalgia
que dé firmeza al cántaro para que pueda ser llenado
tanto con la lluvia como con las salpicaduras del río.
Después hay que anegarlo todo con la lengua,
que la lengua me toque y que me ahogue,
y que mi cuerpo baje la pendiente como una estrella flotante
que roza con sus extremidades una pérdida menor;
cabellos canos,
intermitencias,
injerencias del sentido y la metáfora.
Sólo quiero que mi muerte sea violada por otra muerte.

Bruno Laja escribió:No prolongar la pendiente consiste en ir un poco más allá;
estirar la lengua por encima del dolor cuando las plantas de los pies
y las palmas de las manos son minuciosamente rebanadas por el tacto.
Llevar la lengua encima de la cabeza como si fuese un cántaro
mientras se cruza el río con el agua mojando la punta de los cabellos
oscilando levemente, como algas que aman la profundidad
pero han de quedarse en la piedra para secarse y hacer un nido desde la nostalgia
que dé firmeza al cántaro para que pueda ser llenado
tanto con la lluvia como con las salpicaduras del río.
Después hay que anegarlo todo con la lengua,
que la lengua me toque y que me ahogue,
y que mi cuerpo baje la pendiente como una estrella flotante
que roza con sus extremidades una pérdida menor;
cabellos canos,
intermitencias,
injerencias del sentido y la metáfora.
Sólo quiero que mi muerte sea violada por otra muerte.

Muy grande el tránsito y los correlatos de las figuras poéticas; de sus reveces, del alma erosionada en cada voz que nace de la metáfora.

Sólo quiero que mi muerte sea violada por otra muerte. Una barbaridad de verso, ovación desde todos los planos.

Abrazos.

Bruno Laja escribió:No prolongar la pendiente consiste en ir un poco más allá;
estirar la lengua por encima del dolor cuando las plantas de los pies
y las palmas de las manos son minuciosamente rebanadas por el tacto.
Llevar la lengua encima de la cabeza como si fuese un cántaro
mientras se cruza el río con el agua mojando la punta de los cabellos
oscilando levemente, como algas que aman la profundidad
pero han de quedarse en la piedra para secarse y hacer un nido desde la nostalgia
que dé firmeza al cántaro para que pueda ser llenado
tanto con la lluvia como con las salpicaduras del río.
Después hay que anegarlo todo con la lengua,
que la lengua me toque y que me ahogue,
y que mi cuerpo baje la pendiente como una estrella flotante
que roza con sus extremidades una pérdida menor;
cabellos canos,
intermitencias,
injerencias del sentido y la metáfora.
Sólo quiero que mi muerte sea violada por otra muerte.

Bruno, me pasa muchas veces cuando leo tus poemas, sentir que se lo que viene, y no porque sean predecibles, sino por tener la sensación de algo tan cercano que parece ya conocido, y no depende del tema tratado, es la visión, quizás la postura, una empatía particular y placentera, la palabra toca y uno se siente inundado de poesía. Gracias, Luna.-

hay una hojarasca tomando tono, calor. el río sale a vivir donde deja de serlo, las hojas pudriéndose también son el río que desistido de seguir siendo o ser habiendo perdido el nombre. abrazo, por supuesto

Bruno, creo que si que has ido un poco más allá en estos versos, creo que hay una búsqueda y un hallazgo, pero sin injerencias, ni intromisión. Es como si la palabra se quedará desnuda y el recubrimiento de la palabra perdiera su velo.
Magníficos versos.

Un abrazo

Catmen