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El parto de la noche.

Publicado: Jue, 08 Ago 2013 20:24
por Rürik Singajik
(Testimonio derivado de una bacanal)

Atrapados
Pensamientos enredados a merced de un cataclismo
Mentes sumidas en éxtasis, sin capacidad para el control,
Todo junto una pincelada de anarquía
Mezclar la fórmula con jóvenes rabiosos, terrorífico frenesí
Incinerar la visión de algún mañana
Hasta el más recóndito límite neuronal supura alcohol
Atrapados
La realidad en declive golpeando el portal
Continuamente apartada de esos bultos epilépticos,
Espasmódicos rituales de movimiento inhumano
Las luces de neón, parpadeantes, también danzan
Y escupen frenéticos haces
Exaltación para desorientar cualquier presencia
Ningún obstáculo a medida que ruge el clímax
Descontrol
Objetos demacrados en mitad de la cúspide
Asciende súbito el ritmo sexual, la pasión de cada droga,
El circuito indomable de sacudidas y temblores
Atrapados, incapaces de adormecer sus hornos candentes
Las multitudes aúllan tras espantosos infartos
Se manifiesta un crescendo indescriptible
Jamás habrá amanecer que presenciar,
Sólo esta terneza de turbias carcajadas,
Esta afinidad al derrumbamiento,
Un foso para fluir síncopes y desmayos
Tras la inhalación del cenit, el álgido punto de oscuridad,
Pronto disminuye el estruendo, cada enloquecida vorágine
El desfile de espantapájaros.
Pronto se desperezan albores allá, escarlatas
En un horizonte más y más próximo.
Ahora es momento de recoger y ordenar aquello que ha parido la noche.

Re: El parto de la noche.

Publicado: Vie, 09 Ago 2013 8:27
por Roberto López
[quote="Rürik Singajik"

La noche y su vorágine, muy bien descritas con perspicaces pinceladas de frenético ritmo. Saludos.

Publicado: Vie, 09 Ago 2013 12:41
por Carlos Justino Caballero
Rürik Singajik, Lograda entrega conformando un poema de atrapante lectura. Mi enhorabuena poeta!

Publicado: Vie, 09 Ago 2013 15:03
por Rürik Singajik
¡Gracias por las lecturas y los comentarios! Estos versos nacieron al calor de una fiesta juvenil que contemplé en mi barrio hace unas semanas. Estuvieron acalorados hasta el amanecer, cuando esa demencia de chavales que parecían estar huecos por dentro - o ahogados en narcóticos - empezó a remitir. Me imaginé participando en esa estruendosa bacanal y este fue el resultado.