Editorial Alaire

He terminado de recontar mis nacimientos, De confinarlos en resistentes jaulas amnésicas. Los niños aspiran nubecillas con flautas y clarinetes Y huyen atemorizados de sus padres, revoltosos. Una pálida avispa zumba entre mis oídos. Comprendo que este sábado agoniza, derretido Y calurosos avisos de jornadas crónicas y degenerativas, Acomodándose en los buzones, Espantas insectos visionarios y chuchos con pipa. Yo estoy acostumbrado, repleto de hollín, Y mi ser parece agrietarse en dos, Un "otro" que chirria cuando el instinto le derrota, Un "yo" que se exalta con facilidad. Marqués, escudero, guardián, civil. La moneda cuyo revés carece de significado. Pero somos uno al herirnos, al resolver situaciones, Aceptando las debilidades que compartimos, Inhalando inseguridad, indecisión. Él silba al contradecirme, muy amable y honesto, Explora las junglas de óxido de mi razón, De esas voces lógicas que he optado ignorar. Pero hoy es un día melancólico, Quizás levemente ahogado en vasos de papel, Tal vez monótono, solemninmenso. Hay un gato que ha huido parloteaullando, Un vecino riega sus planes económicos. Yo escucho, tumbado, ruiditos incomprensibles. ¿Por qué desear renacer? ¿Por qué recontar nacimientos?

(Un día anestesiado y arraigado a mis sábanas, semi-enfermo)

Rürik Singajik escribió: He terminado de recontar mis nacimientos, De confinarlos en resistentes jaulas amnésicas. Los niños aspiran nubecillas con flautas y clarinetes Y huyen atemorizados de sus padres, revoltosos. Una pálida avispa zumba entre mis oídos. Comprendo que este sábado agoniza, derretido Y calurosos avisos de jornadas crónicas y degenerativas, Acomodándose en los buzones, Espantas insectos visionarios y chuchos con pipa. Yo estoy acostumbrado, repleto de hollín, Y mi ser parece agrietarse en dos, Un "otro" que chirria cuando el instinto le derrota, Un "yo" que se exalta con facilidad. Marqués, escudero, guardián, civil. La moneda cuyo revés carece de significado. Pero somos uno al herirnos, al resolver situaciones, Aceptando las debilidades que compartimos, Inhalando inseguridad, indecisión. Él silba al contradecirme, muy amable y honesto, Explora las junglas de óxido de mi razón, De esas voces lógicas que he optado ignorar. Pero hoy es un día melancólico, Quizás levemente ahogado en vasos de papel, Tal vez monótono, solemninmenso. Hay un gato que ha huido parloteaullando, Un vecino riega sus planes económicos. Yo escucho, tumbado, ruiditos incomprensibles. ¿Por qué desear renacer? ¿Por qué recontar nacimientos?

(Un día anestesiado y arraigado a mis sábanas, semi-enfermo)

Me conmueve éste retrato. La sensibilidad en él reina, también un reconocimiento a todas tus partes. Hay salud en el trasfondo, colores radiantes. Me gusta todo. Gracias por compartir. ABRAZOS, ERA

Rürik, me ha encantado este poema. De vueltas y reflejos, de introspección y honestidad, plasmado en excelentes imágenes.

Un gusto pasar por tus letras. Se bienvenido a nuestro Alaire.

Saludos cordiales.

Toda palabra puede servir como medio para el engaño, pero los versos honestos guardan una potencia con la que nos podemos identificar fácilmente. Me alegra que os haya gustado y hayáis dedicado un poquito de vuestro tiempo a su lectura. ¡Salud!

Rürick me ha gustado mucho tu poema. Hay una aceptación de uno, que se transmite y se comparte, también una tristeza que acoge, después de leerte, respirar es algo más. Un placer sin duda de lectura.

Un abrazo

Carmen

Carmen López, me han gustado mucho esas palabras tan halagadoras... ¡Gracias! Hay aceptación, resignación, monotonía y espiritualidad. Es un placer compartirlo con vosotros.

Siempre hay que desear empezar de nuevo cada mañana, aunque el reencuentro con el yo-otro sea desagradable a veces. Me gusto el poema.
Un abrazo.
Pepa

Josefa A. Sánchez, a veces desagradable, a veces insatisfactorio y perjudicial y a veces, de una plenitud arrolladora. Gracias por la lectura, ¡salud!

Rürik Singajik escribió: He terminado de recontar mis nacimientos, De confinarlos en resistentes jaulas amnésicas. Los niños aspiran nubecillas con flautas y clarinetes Y huyen atemorizados de sus padres, revoltosos. Una pálida avispa zumba entre mis oídos. Comprendo que este sábado agoniza, derretido Y calurosos avisos de jornadas crónicas y degenerativas, Acomodándose en los buzones, Espantas insectos visionarios y chuchos con pipa. Yo estoy acostumbrado, repleto de hollín, Y mi ser parece agrietarse en dos, Un "otro" que chirria cuando el instinto le derrota, Un "yo" que se exalta con facilidad. Marqués, escudero, guardián, civil. La moneda cuyo revés carece de significado. Pero somos uno al herirnos, al resolver situaciones, Aceptando las debilidades que compartimos, Inhalando inseguridad, indecisión. Él silba al contradecirme, muy amable y honesto, Explora las junglas de óxido de mi razón, De esas voces lógicas que he optado ignorar. Pero hoy es un día melancólico, Quizás levemente ahogado en vasos de papel, Tal vez monótono, solemninmenso. Hay un gato que ha huido parloteaullando, Un vecino riega sus planes económicos. Yo escucho, tumbado, ruiditos incomprensibles. ¿Por qué desear renacer? ¿Por qué recontar nacimientos?

(Un día anestesiado y arraigado a mis sábanas, semi-enfermo)

Esa frase que acostumbras a agregar a pie de página es, para mi criterio, una honesta y acertada decisión. Incluso estuve pensando que no le quedaría para nada mal que fuese el título del poema. Nos ayuda, como lectores, a acompañar desde ese mismo lugar a la introspección de la voz poética, y a aprehender en toda su esencia las intensas secuencias que se van describiendo. Demás está decir que el poema ha sido de mi total agrado, quiero decirte que has encontrado ya tu voz poética, cuyo tono es inconfundible, lo cual te permite ahondar en los misterios de tu naturaleza humana con más facilidad.

Un abrazo, apreciado poeta.
Óscar

Óscar Distéfano, compañero, suelo añadir esa nota a pie de página (o al inicio) como un punto de referencia para adentrarnos un poquito más en la semilla del poema, como tú ya has explicado, para aprehenderlo en toda su esencia y acompañar la instrospección. Mantengo la postura de que también facilita el motivo de su creación y su "por qué". Sobra decir que agradezco sumamente tus animosos y analíticos comentarios, cuyas acertadas ideas me adulan humildemente. Gracias por la lectura y la opinión, continuaré horadando los recovecos de mi naturaleza como todo poeta debe hacer.
¡Saludos gentiles!