Editorial Alaire

Hijos hincados en la sequedad,
no hay música y lo que agita la boa emplumada
con que está adornado el marco de vuestros rostros reunidos
no es el viento de la intemperie sino mi aliento
que ha entrado por ninguna ventana a esta habitación.
Estamos aquí para no contarnos ninguna verdad,
somos creadores ciegos, hemos de pasar por todos los estados
de la materia para conflagrar nuestra presencia.
Pero ha de suceder al mismo tiempo y no en un mismo tramo del proceso.
Tú que sabes tocar el violín con los labios, haz un castillo de arena con la piedra.
Tú que sabes usar las manos para sostener el hollín de la esperanza, haz el amor con la piedra.
Tú no indagues más;
las pinturas de guerra de la piedra son el ínfimo vestido ultravioleta de la bailarina
que tu desnudez ha de darle cuando los sentidos recuperen el pairo.
Estamos con el pecho al descubierto en un día de niebla,
con nuestro sexo replegándose hacia la montaña desde un copo de nieve
lamido por una mariposa que entró en esta habitación atravesando
la piedra molida con nuestros ojos cerrados,
sobrecogidos por la inanición de los actos y las visiones.
Venid aquí, hijos de cristal.
Juntemos nuestros vientres para formar un tapete de pinzas barnizadas,
un esqueleto de ángeles con su mandala juguetón atento al borde
de los mentones para recoger la alegre sangría del mantel.
Quien lo arranque de la mesa sin derribar una letra ganará un paseo por la tierra
y la capacidad de entrar en cada nombre para volver con un pedazo de lo ileso;
como un dado que no duele se lo apretará para sentirlo
contra la frente y dolerá el contacto, nunca el dado.
Pero le será dado decir manantial, río, mar, he volado
sobre mí.

a mí me parece que la poesía ha salido, y va y viene hambrienta, jadeando y con los ojos encendidos. abrazo

Sucesores en una mesa de cristal, y todo dispuesto para la incambiable misión de cortar la verdad con un cuchillo de luz.

La belleza de algunas imágenes es intensísima, casi sobrehumana.


Salud y enhorabuena, Bruno!

Bruno Laja escribió:Hijos hincados en la sequedad,
no hay música y lo que agita la boa emplumada
con que está adornado el marco de vuestros rostros reunidos
no es el viento de la intemperie sino mi aliento
que ha entrado por ninguna ventana a esta habitación.
Estamos aquí para no contarnos ninguna verdad,
somos creadores ciegos, hemos de pasar por todos los estados
de la materia para conflagrar nuestra presencia.
Pero ha de suceder al mismo tiempo y no en un mismo tramo del proceso.
Tú que sabes tocar el violín con los labios, haz un castillo de arena con la piedra.
Tú que sabes usar las manos para sostener el hollín de la esperanza, haz el amor con la piedra.
Tú no indagues más;
las pinturas de guerra de la piedra son el ínfimo vestido ultravioleta de la bailarina
que tu desnudez ha de darle cuando los sentidos recuperen el pairo.
Estamos con el pecho al descubierto en un día de niebla,
con nuestro sexo replegándose hacia la montaña desde un copo de nieve
lamido por una mariposa que entró en esta habitación atravesando
la piedra molida con nuestros ojos cerrados,
sobrecogidos por la inanición de los actos y las visiones.
Venid aquí, hijos de cristal.
Juntemos nuestros vientres para formar un tapete de pinzas barnizadas,
un esqueleto de ángeles con su mandala juguetón atento al borde
de los mentones para recoger la alegre sangría del mantel.
Quien lo arranque de la mesa sin derribar una letra ganará un paseo por la tierra
y la capacidad de entrar en cada nombre para volver con un pedazo de lo ileso;
como un dado que no duele se lo apretará para sentirlo
contra la frente y dolerá el contacto, nunca el dado.
Pero le será dado decir manantial, río, mar, he volado
sobre mí.

Bruno tu poema reconoce el forro bien terminado de la irrealidad. Se le da vueltas a la realidad y esa carátula ni siquiera indica qué sale y entra del pequeño descocido que hay en su forro. Me alegra ver a La Poesía mojar sus dedos con estas extraordinarias percepciones. Un fuerte abrazo, ERA

Creo, no, afirmo, que pienso exactamente lo mismo que Macedonio.
Tu poesia sale a torrentes, a borbotones, como una catarata de hambre cristalina.

Saludos mediterráneos.

Sube para disfrute de todos.

Me ha impactado tanta imagen lograda. Un verdadero placer
Abrazos
Pilar

Muy buen escrito amigo, muy inteligente!

He requerido de premeditación para lanzarme a la lectura de tu poema porque sospechaba de su espesura y quería lanzarme a una opinión válida. Como aficionado a la poesía vanguardista y admirador de este tipo de poesía, he de decir que lo veo como una obra de calidad, exuberante; una vegetación insana y desbordante que merece ser releída en varias ocasiones. Sin embargo, el ritmo a veces se atreve a quebrar y deberías solucionarlo, sólo así conseguirías un poema más arrasador y perfecto. Por el resto me ha impresionado muchísimo, cumpliendo mis demandas para el gusto poético y proyectando envidia y fascinación en mí. Los borbotones que se cuelan entre tus dedos son impresionantes. ¡Salud!

Apoyo en su comentario a Rürik con respecto al poema, pero en lo que toca a la hechura del mismo, debo decirte Bruno que me has impresionado muchísimo. Esta clase de poesía es para reelerse varias veces a fin de encontrar la verdad más próxima del poeta. Es muy exhuberante tu poesía, con frontalidad, con imaginación, con riqueza expresiva y retórica, en resúmen, haces arte Bruno y eso es muy complicado en cualquier frente que se quiera ver. Te dejo mis aplausos.

Te felicito nuevamente amigo Bruno por tu capacidad poética. Abrazos, ERA

Impresionante, Bruno. Aplaudo este desbordamiento de magnífica poesía. Un abrazo, amigo.

Es un imán de imágenes que se pega a nuestros ojos. Me ha gustado sumergirme en cada hondura de sus versos. Enhorabuena, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Un precioso poema, para leer en más ocasiones. Ya me llamó la atención el título. Me parece una gran obra de creación, parecida al mito; mito-poiesis. Así que es infinito en sus significados.

Me gustó mucho, Bruno.

Un abrazo.

Muy bello poema de Bruno.