Editorial Alaire

¡Inténtalo!, dirás. ¿Para qué?, digo.
Si nada he de ganar, si soy consciente
que el mundo que te quiere es diferente
del mismo que se muestra mi enemigo.

¿Qué ofreces más que yo…? ¿Por qué contigo
la vida se define complaciente,
y en cambio su verdad siempre me miente
negándome los logros que persigo?

Me harté de combatir; nada varía
un destino vulgar en suerte pía
aunque use mi constancia cual reclamo.

Envidia no me das, pues vives preso
de lo que no logré, quizá por eso
yo sigo siendo aún mi propio amo.




Mario.

Persistir y resistir es ganar. Tomar atajos para llegar a cualquier meta en los que la libertad personal quede comprometida, no es ganar. En un caso puede ser que el viaje, la ilusión y la pelea se conviertan y sean el verdadero logro personal, aunque lejos de Ítaca (¿pero alguien quiere, realmente, llegar a Ítaca?); en otro caso el esplendor de Ítaca tal vez acabe para siempre con el afán, la curiosidad y la aventura, o todo quede en manos de quien pagó el viaje. No sé. Pero sí tengo claro que tu siempre admirable dominio del endecasílabo se ha aliado con la mejor manera de reflexionar y pensarse a uno mismo. Así que gracias por tu siempre buen saber hacer y compartir, amigo Mario. Con un abrazo.
Salud.

Estoy totalmente de acuerdo con el fondo de tu soneto. Lo más importante ser auténtico en el comportamiento.
Buenos versos nos regalas
Abrazos
Pilar

Disquisiciones amorosas en los cuartetos bellos
que van de negativa en negativa.
Hartazgo en el primer terceto
aunque al final tu propio amo sigues siendo.

De tal manera eres amo que yo te tengo envidia.
Si fuera yo inocente plagiaría
la ofrenda del soneto que tengo ante mis ojos,
diciendo que es muy mío.

Enhorabuena, Mario. Te respondo en verso porque si no caigo en el intento
quizás aprenda. Hay que luchar hasta el final, algunas batallas se ganan
después de muerto.

Un abrazo
un abrazo

Hola Julio.
Gracias a ti, compañero, por dejarme siempre tu grata y sincera opinión.
Y sabes, tienes razón ¿Quién quiere llegar a Ítaca? Sobre todo si para hacerlo hay que desprenderse o vender al mejor postor lo que uno es o siente. Abrazos.
Mario.

Gracias Pilar, me alegra que te gustase el soneto. Un abrazo.
Mario.

Asombrosa tu facilidad de decir un soneto como si tal cosa.
Sin estridencias, fluente...tú lo sabes, eso no es nada fácil.

Mi enhorabuena.

Venezia.

Mario Martínez escribió:¡Inténtalo!, dirás. ¿Para qué?, digo.
Si nada he de ganar, si soy consciente
que el mundo que te quiere es diferente
del mismo que se muestra mi enemigo.

¿Qué ofreces más que yo…? ¿Por qué contigo
la vida se define complaciente,
y en cambio su verdad siempre me miente
negándome los logros que persigo?

Me harté de combatir; nada varía
un destino vulgar en suerte pía
aunque use mi constancia cual reclamo.

Envidia no me das, pues vives preso
de lo que no logré, quizá por eso
yo sigo siendo aún mi propio amo.




Mario.

Let us try, for in trying we might achieve one thing; to live fully.
E. R. Aristy


Escribí eso en 1991 para un recital: «The nymphs of the wheels of time». Todavía me parece cierto. Ahora que muero, más que nunca. Abrazos, ERA

Gracias Guillermo.
Pero a ti no te hace falta aprender de nadie, compañero, y en cuestión de sonetos, menos. Sabes hacerlos muy hermosos. Un fuerte abrazo.
Mario.

Un soneto hermoso y sustancial, muy cerca de la perfección, tanto formal como semántica. Lo inspirador de este poema es su mensaje, su postura ante los a veces más fáciles caminos a cambio de traicionar nuestras profundas convicciones. De ahí que, para mí, se convierte en un recordatorio existencial permanente, donde beber de sus aguas, cuando la sed de gloria se torne un infierno de desánimos y desesperanzas. Gracias, amigo, por este tratado de ética que nos entregas.

Un abrazo.
Óscar

Gracias Venezia.
No, no es fácil, amiga mía.
Lo que ocurre es que los sonetos parecen estar como fuera de moda, desclasificados y algo obsoletos y antiguos, a lo que parece. Así que no se les da demasiada importancia.
Aunque si te digo la verdad, a mí me resultan más difíciles otro tipo de estrofas.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

Gracias ERA.
Me alegra saber que te gustó el soneto, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Gracias Óscar, me alegra saber que te ha gustado el soneto, compañero. Un abrazo.
Mario.

Gracias Ronald, por dejarme tu cálido comentario, me alegra que te haya gustado. Un abrazo, compañero.
Mario.