Editorial Alaire

Conservo una de tus camisetas en las entrañas de mi armario,
En un tablón endurecido por descuidada vejez.
Cuando me hallo abatido y deambulo de un lado a otro,
Y la desorientación, una desgana primitiva y el sudor
Me ralentizan,
Encuentro indescriptibles oasis de quietud olisqueándola,
Absorbiendo sus gemas de perfume.
La despliego sobre el colchón,
Tumbo mis fauces encima y ardo en impulsos de abrazarte,
De sujetar tu mano, retenerte cerca, muy cerca,
A la orilla de esfuerzos volcánicos.
Tras este ritual nocturno,
La devuelvo a su prisión (suspirando infelizmente)
Y me acurruco sin demora quemándome vivo.

me quemo en tus versos y te espero en mi poema llameánte
javier

Hola Rurik.
A veces no queda más remedio que conformarse con lo que se tiene y un aroma pegado a la camiseta de alguien a quien se ha querido (y se sigue queriendo) no es poca cosa.
Me gustó el poema. Un abrazo, compañero.
Mario.

Estos versos me quemaban a mí al escribirlos y simplemente del aroma de esa camiseta ha nacido toda la composición. No, no es poca cosa, es una inmensidad, como cada diminutez en este mundo. Gracias por leerlo, muchachos, ¡salud!

Precioso poema que llega por la sencillez y ternura
Abrazos
Pilar

Sí, con amuletos así el dolor se hace pulsante, anda a la pata coja, y un deseo se hace más grande que el volumen del objeto; así nacen versos como este " En un tablón endurecido por descuidada vejez ", como si de verdad se pudiese cuidar el tiempo, como una corteza alrededor de un núcleo que es más que un objeto, que una camiseta.
La fuerza de la proyección cuando se ama. Un placer. Abrazos.

Arriba con este hermoso poema de Rurik.

Hermosa poesía de gran expresión, original y valioso aporte. Dejo abrazos. RJL

La desesperación llevada hasta un universo personal de recuerdos.

Precioso y muy plástico.

Abrazos.

Rürik Singajik escribió:

Conservo una de tus camisetas en las entrañas de mi armario,
En un tablón endurecido por descuidada vejez.
Cuando me hallo abatido y deambulo de un lado a otro,
Y la desorientación, una desgana primitiva y el sudor
Me ralentizan,
Encuentro indescriptibles oasis de quietud olisqueándola,
Absorbiendo sus gemas de perfume.
La despliego sobre el colchón,
Tumbo mis fauces encima y ardo en impulsos de abrazarte,
De sujetar tu mano, retenerte cerca, muy cerca,
A la orilla de esfuerzos volcánicos.
Tras este ritual nocturno,
La devuelvo a su prisión (suspirando infelizmente)
Y me acurruco sin demora quemándome vivo.

Una ventana a tu interior. Bellísimo. Abrazos,ERA

Sigo pensando que es la más bella de España Camiseta de fútbol

Rürik Singajik escribió:

Conservo una de tus camisetas en las entrañas de mi armario,
En un tablón endurecido por descuidada vejez.
Cuando me hallo abatido y deambulo de un lado a otro,
Y la desorientación, una desgana primitiva y el sudor
Me ralentizan,
Encuentro indescriptibles oasis de quietud olisqueándola,
Absorbiendo sus gemas de perfume.
La despliego sobre el colchón,
Tumbo mis fauces encima y ardo en impulsos de abrazarte,
De sujetar tu mano, retenerte cerca, muy cerca,
A la orilla de esfuerzos volcánicos.
Tras este ritual nocturno,
La devuelvo a su prisión (suspirando infelizmente)
Y me acurruco sin demora quemándome vivo.

Coincido en la sensibilidad y belleza que sostienen este poema, Rürik.

Salud y felicidad.

[quote="Rürik Singajik"]

Me gusta mucho este poema, que -no sé muy bien por qué recónditos caminos- me ha transportado al poeta canario Félix Francisco Casanova. Saludos.

Esta es mi camisa de fútbol favorito, jaja

Me ha gustado el poema y también tu comentario explicativo al mismo. Te felicito.
Un abrazo
J. Manuel