El efecto de esa joven

[Rürik Singajik]

Resbalan las persianas de mis orbes parduscos, soñolientos, y me invito a sumergirme en un estado de alentadora atención. Enfoco pues cada disponible herramienta sensorial a unos ladridos proyectados desde la lejanía, desde remotas casetas en suburbios donde sólo algún deshecho de ser, tras su ronda nocturna, se atrevería a dormitar. Los ladridos se intensifican como ecos reverberantes dentro del túnel de la conciencia y visualizo, con ese trágico, robusto y diverso alcance de la imaginación, las cromáticamente camaleónicas pupilas de una joven que, con sedosos hilos tintados por el crepúsculo, un humor cruel y atrayente y esa tan apreciada cualidad de esforzarse por quien ama, causa en mí (enfermizo corpúsculo de extrema sensibilidad) los más cómodos, quietos, seguros y familiares amaneceres. Así fallecen las noches del verano.

[Hallie Hernández Alfaro]

Lo había leído varias veces, Rürik. Hay una entrega hermosa, llenísima de imágenes y plasticidad. También llevan emoción y temblor cada línea.

Celebro tu inspiración; aplausos y enhorabuenas.