Editorial Alaire

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La niñez es un desván cerrado
a donde de vez en cuando se regresa.

Ruge la herrumbre herida de la puerta;
asomas la cabeza
y una lanza de luz en la penumbra
enciende hadas de polvo.

Ahí siguen los juguetes, roto alguno,
otros con decorados dactilares,
todos sucios de risas.

También ese vestido azul marino
que brotó de la punta de la aguja
de un agosto lejano.

Figuras de belén, polos de fresa
goteando su rosa todavía,
unos zapatos con olor a escuela,
dos poemas comidos de faltas ortográficas.

Y en una caja antigua,
con forma de sonrisa,
bien cerrada para que nunca escapen,
se oyen aletear besos maternos.

Al fondo,
en un rincón oscuro, donde
carámbanos de lagrimas
congelan el silencio,
donde acechan, afilando las garras,
los más terribles monstruos
mirar se vuelve negro

Es el momento de cerrar la puerta.








Pepa

Josefa A. Sánchez escribió:.






La niñez es un desván cerrado
a donde de vez en cuando se regresa.

Ruge la herrumbre herida de la puerta;
asomas la cabeza
y una lanza de luz en la penumbra
enciende hadas de polvo.

Ahí siguen los juguetes, roto alguno,
otros con decorados dactilares,
todos sucios de risas.

También ese vestido azul marino
que brotó de la punta de la aguja
de un agosto lejano.

Figuras de belén, polos de fresa
goteando su rosa todavía,
unos zapatos con olor a escuela,
dos poemas comidos de faltas ortográficas.

Y en una caja antigua,
con forma de sonrisa,
bien cerrada para que nunca escapen,
se oyen aletear besos maternos.

Al fondo,
en un rincón oscuro, donde
carámbanos de lagrimas
congelan el silencio,
donde acechan, afilando las garras,
los más terribles monstruos
mirar se vuelve negro

Es el momento de cerrar la puerta.








Pepa

Entrañable, hermoso, pleno, con inmensidad en cada poro, en todos los rincones.

De pie, desde la primera fila, para la ovación, Josefa.

Chapeau y un gran abrazo.

Encantador, Pepa, este poema que nos recuerda tantas cosas y que nos llega de una forma directa y suave. Estas imágenes infantiles que nunca se marchan del todo y que has utilizado para hacernos partícipes a todos de tu exquisito poema.

Un abrazo.

[quote="Josefa A. Sánchez"].



Qué bonitos versos, emotivos y sensibles. Encierran ese mundo mágico que aún bulle en nosotros. Besos.

En ese desván tuyo de recuerdos quizás haya un rincón de soledades. !Qué gusto da asomarse a la ventana!, quedarse a solas un ratito y ver cómo forjaron tus anhelos las cosas que dejaste allá escondidas.

Un placer leerte, Pepa.

Un abrazo, poeta.

Víctor

"Son esas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas".............lo dice Serrat.

Me parece un espléndido poema, escrito con inteligencia y con mucha, pero con mucha poesía. Sabe acariciar la fibra sentimental sin entrar en el sentimentalismo.
Un fuerte abrazo, Pepa.

La complicidad del lector con estos versos arranca desde la primera palabra. Vamos por los avatares de la vida y sus pequeñas trampas, sus sueños y sus juegos, las emociones de los afectos, y nos despertamos a tiempo, cuando casi las pesadillas nos alcanzan. Encierra el poema una lección magistral sobre lo que somos y el continente envuelve un contenido profundamente humano. Poesía de la hermosura cargada de trascendencia. Muchos aplausos, amiga Pepa.
Salud.

Tu hermoso poema me ha recordado uno que le hice a mi nieta:

Leire tiene en su casita
una cajita de plata
con un tesoro guardado
bajo el colchón de su cama.

Calentita allí la esconde
y nunca la quiere abrir
para que no se le enfríe
el beso de su mamá
cuando la vio sonreír.

Verás que una estrofa tuya se parece

Un gusto seguir tus recuerdos
Abrazos
Pilar

Muy bien descrito el sentir que vive en el desván de la niñez.
Allí quedaron luces sombras y fantasmas que ya no quieren revivir
porque la vida ha ido haciendo de las suyas, mintiendo a los recuerdos.

Muy grata la lectura de estos versos tan sencillos pero hondos e
inspirados.

un abrazo

Gracias, Hallie, siempre tan excesiva con mis letras y siempre tan amable. Un placer recibir tu visita.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, F. Enrique, por pararte a considerar estos sencillos versos sin pretensiones. Un placer tu visita.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Roberto, por asomarte a este desván y marcar tu huella en el.
Un abrazo.
Pepa

Todos tenemos ese desván, lo describes muy bien Pepa, con la inteligencia que siempre irradian tus versos...

Un abrazo.

Magnífico poema Pepa, que nos lleva a nuestro desván particular. Poesía de lo humano Pepa, poesía necesaria. Un placer entrar en tu desván.

Un abrazo grande.

Carmen

Josefa A. Sánchez escribió:.


La niñez es un desván cerrado
a donde de vez en cuando se regresa.

Ruge la herrumbre herida de la puerta;
asomas la cabeza
y una lanza de luz en la penumbra
enciende hadas de polvo.

Ahí siguen los juguetes, roto alguno,
otros con decorados dactilares,
todos sucios de risas.

También ese vestido azul marino
que brotó de la punta de la aguja
de un agosto lejano.

Figuras de belén, polos de fresa
goteando su rosa todavía,
unos zapatos con olor a escuela,
dos poemas comidos de faltas ortográficas.

Y en una caja antigua,
con forma de sonrisa,
bien cerrada para que nunca escapen,
se oyen aletear besos maternos.

Al fondo,
en un rincón oscuro, donde
carámbanos de lagrimas
congelan el silencio,
donde acechan, afilando las garras,
los más terribles monstruos
mirar se vuelve negro

Es el momento de cerrar la puerta.


Pepa

Pepa este viaje al orígen con sus claroscuros, siendo ambos los forjadores de lo que hoy somos, embarga de emoción. Cualquiera puede recordar, no cualquiera puede transformarlo en poesía. 'Es el momento' de dar las gracias. Un fuerte abrazo, Luna.-