Editorial Alaire

Alta la torre de la araucaria
y el vertical azul del cedro la tocaba
con sus brazos curvos.
Al fondo el sembrador de bronce y luz
iluminaba el cañaveral en noche oscura.
El murmullo de la acequia mansa
abstraía mi niñez lejana,
y daba riego a la quinta rebosante
subyugada por la presencia de ese caqui
preñado de frutos rojos, entre los surcos de agua.
Un aljibe, rodeado de añosos paraísos
y enmarcados por un seto de ligustros siempre verdes
era sólo un adorno seco con hiedras a sus pies.
Una línea recta dividía el patio de tierra del césped
y más atrás el empergolado de alambre
era como un túnel invitante a cruzarlo.
En él culmina mi recuerdo amado del jardín,
que fue parte de mi vida
y de mi ser… recuerdo trascendente.



Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas".

Copyright©2013
Todos los derechos reservados

Precioso, de esos poemas que te dejan en paz con la vida. Gracias por compartirlo
Abrazos
Pilar

Una descripción poética de alto contenido emocional. Los recuerdos parecen resucitar nítidamente en tu mente. Ha sido un placer, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Lirismo, puro lirismo, dibujando una introspectiva nostalgia, donde la luz
y el agua ambientan el jardín de tus recuerdos.

Un abrazo

Pilar Morte escribió:Precioso, de esos poemas que tejan en paz con la vida. Gracias por compartirlo
Abrazos
Pilar

Gracias, poeta amiga, por tus palabras que dejan en mí honda huella!

Carlos Justino Caballero escribió:Alta la torre de la araucaria
y el vertical azul del cedro la tocaba
con sus brazos curvos.
Al fondo el sembrador de bronce y luz
iluminaba el cañaveral en noche oscura.
El murmullo de la acequia mansa
abstraía mi niñez lejana,
y daba riego a la quinta rebosante
subyugada por la presencia de ese caqui
preñado de frutos rojos, entre los surcos de agua.
Un aljibe, rodeado de añosos paraísos
y enmarcados por un seto de ligustros siempre verdes
era sólo un adorno seco con hiedras a sus pies.
Una línea recta dividía el patio de tierra del césped
y más atrás el empergolado de alambre
era como un túnel invitante a cruzarlo.
En él culmina mi recuerdo amado del jardín,
que fue parte de mi vida
y de mi ser… recuerdo trascendente.



Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas".

Copyright©2013
Todos los derechos reservados

Hermosa descripción. Lo descrito forma parte del paisaje interior del poeta y sus vivencias. Felicitaciones.
Salud.

Carlos Justino Caballero escribió:Alta la torre de la araucaria
y el vertical azul del cedro la tocaba
con sus brazos curvos.
Al fondo el sembrador de bronce y luz
iluminaba el cañaveral en noche oscura.
El murmullo de la acequia mansa
abstraía mi niñez lejana,
y daba riego a la quinta rebosante
subyugada por la presencia de ese caqui
preñado de frutos rojos, entre los surcos de agua.
Un aljibe, rodeado de añosos paraísos
y enmarcados por un seto de ligustros siempre verdes
era sólo un adorno seco con hiedras a sus pies.
Una línea recta dividía el patio de tierra del césped
y más atrás el empergolado de alambre
era como un túnel invitante a cruzarlo.
En él culmina mi recuerdo amado del jardín,
que fue parte de mi vida
y de mi ser… recuerdo trascendente.


Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas".

Copyright©2013
Todos los derechos reservados

Tu recuerdo es un poema hermoso y muy visual, Carlos.

Salud y felicitaciones.

Óscar Distéfano escribió:Una descripción poética de alto contenido emocional. Los recuerdos parecen resucitar nítidamente en tu mente. Ha sido un placer, amigo.

Un abrazo.
Óscar

Valoro y agradezco tu comentario, estimado Óscar.

Guillermo Cuesta escribió:Lirismo, puro lirismo, dibujando una introspectiva nostalgia, donde la luz
y el agua ambientan el jardín de tus recuerdos.

Un abrazo

Gracias por dejar tu huella, siempre grata, Guillermo!

Qué bien describes esos paisajes, Carlos, qué fácil me resulta verlos aquí, cercanos y cristalinos, un placer la lectura, abrazos.

Julio González Alonso escribió:

Carlos Justino Caballero escribió:Alta la torre de la araucaria
y el vertical azul del cedro la tocaba
con sus brazos curvos.
Al fondo el sembrador de bronce y luz
iluminaba el cañaveral en noche oscura.
El murmullo de la acequia mansa
abstraía mi niñez lejana,
y daba riego a la quinta rebosante
subyugada por la presencia de ese caqui
preñado de frutos rojos, entre los surcos de agua.
Un aljibe, rodeado de añosos paraísos
y enmarcados por un seto de ligustros siempre verdes
era sólo un adorno seco con hiedras a sus pies.
Una línea recta dividía el patio de tierra del césped
y más atrás el empergolado de alambre
era como un túnel invitante a cruzarlo.
En él culmina mi recuerdo amado del jardín,
que fue parte de mi vida
y de mi ser… recuerdo trascendente.



Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas".

Copyright©2013
Todos los derechos reservados

Hermosa descripción. Lo descrito forma parte del paisaje interior del poeta y sus vivencias. Felicitaciones.
Salud.

Mucho aprecio tus palabras, estimado Julio. Gracias!

Arriba con la belleza!

Hallie Hernández Alfaro, Tu recuerdo es un poema hermoso y muy visual, Carlos.

Salud y felicitaciones.

Siempre mi gratitud por tu apoyo permanente, estimada Hallie!

Isabel Moncayo escribió:Qué bien describes esos paisajes, Carlos, qué fácil me resulta verlos aquí, cercanos y cristalinos, un placer la lectura, abrazos.

Me alegra sumamente tu percepción de lo que escribo. Con afecto, Isabel!

Hallie Hernández Alfaro escribió:Arriba con la belleza!

GRACIAS PO ESTAR, AMIGA POETA.