Página 1 de 1

¡Ah!, no pensar.

Publicado: Vie, 19 Jul 2013 18:11
por E. R. Aristy
¡Ah! corazón no cesas en ponerte tus alas de atrezzo,

pretendindo un vuelo al amor.

Necesitando que se vierta el Néctar
desde la coronilla,
y recorra tu espalda,
te lanzas al vacío,
y te enredas en las piernas,
apretando un dolor distinto,
un placer fugaz.

¡Ah! corazón capaz de sentir la brisa del cosmos,
si vinieras a hundirte
como un sol en el mar,
si despertaras abrazando la hoz,
seguro de que no sólo de pan vives,
seguro que no vives para ser pan.

Amor, Paz,
¡Qué centrífuga emoción
causan esas palabras! ,
hacen volar los vestuarios y los props,
y dejan las almas oliendo a presas,
creyendo que no necesitan pensar,

¡Ah!, no pensar.




E. R. Aristy
ERA©2000
Long Beach, New York




re: ¡Ah!, no pensar.

Publicado: Vie, 19 Jul 2013 21:54
por Macedonio Tracel
el no pensar, el plano en que la piel se hace cargo no es un lugar, es un recorrido sudoroso hacia el momento debajo del cual el corazón se acurruca. beso

Publicado: Vie, 19 Jul 2013 21:57
por Carlos Justino Caballero
E. R. Aristy, Interesante y bello. Para reflexión. Con afecto.

Publicado: Sab, 20 Jul 2013 16:29
por Guillermo Cumar.
Amor, paz y corazón en estos magníficos y sentidos versos.

un abrazo

re: ¡Ah!, no pensar.

Publicado: Sab, 20 Jul 2013 16:35
por Pilar Morte
Cuando hay mucho sentimiento, a veces, el pensamiento pasa de largo. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

re: ¡Ah!, no pensar.

Publicado: Sab, 20 Jul 2013 19:15
por Liz Barrio.
Un poema lleno de vehemencia y belleza con un cierre excelente.
Abrazos y besos, querida poeta

Publicado: Sab, 20 Jul 2013 19:19
por Rosa Marzal
Y has conseguido que tus versos vuelen libres sobre el cielo del sentimiento. Me ha gustado mucho, ERA. Un abrazo.

Publicado: Mar, 23 Jul 2013 23:53
por Bruno Laja
Me parecie muy sabio, porque rompe una dicotomía aceptada e integra a modo Jung pulsiones que son debidas a un flujo de conceptos compartidos. Cuando se encuentran se convoca la ubicación desde un lugar que no responde a medias llamadas. No pensar no es posible. Sí es posible darle al pensar la materia que lo excluye para que recupere
una raíz entre todas. La propia, de sí, la de dibujos incalcables y que sólo pueden aproximarse mediante purezas rescatadas de un vocabulario tan íntimo como eso que globalmente llaman alma, pero que nunca se llama a sí misma así. Un placer, Era. Abrazos.