Editorial Alaire

Antes
(a mi papá, a Bonino)


Antes hubo algo que tensaba una cuerda para servir de apunte.
Antes algo que fue por miedo a olvidar ahora que escribo tu cara.
Antes, cuando yo aún sabía trepar por tus momentos de risa.
Ahora que me arriesgo, y sé que no se entiende,
a ser parte de unas palabras que no saben atrapar la tersura,
la encrucijada del pulso, el color escondido en tus huesos aún.

Debí sacarme esta demora antes del gesto de volver a mirarte.
Suelto hacia el olvido lo único por saberse,
que no es necesario saldar nada, que te quiero mucho
y que si algo digo de tu muerte es la desmesura.
Como una madreselva que sentida en noviembre- lejana- atraviesa-
la espesura de la noche y es cada final cada abrazo
que obligo a quedar atrás.
En el idioma sostenido de un olor solísimo bajo a caminar.
Lo que se escurre es esta oscuridad florecida.
Voy para lúgubre a que me ardas bestiado.
Nocturno e incapaz a que aún me serenes.
Voy entre letras que ya no se enderezan,
que no soportan la sombra cosida en el cansancio.
Voy enorme de suelo desplomado
hasta que una planta muestra pausas que son embates
de ausencia y los años y el todavía olor cruel
con que lo inevitable se vanagloria,
el peso de atarse en la boca una tormenta,
el silencio que cae junto a mí.

Me alegra en llegar la primera a este intenso y emotivo poema donde el dolor se arropa en hermosos versos. Un gusto pasar por tus letras aunque sean tristes.
Abrazos
Pilar

Macedonio Tracel escribió:Antes
(a mi papá, a Bonino)


Antes hubo algo que tensaba una cuerda para servir de apunte.
Antes algo que fue por miedo a olvidar ahora que escribo tu cara.
Antes, cuando yo aún sabía trepar por tus momentos de risa.
Ahora que me arriesgo, y sé que no se entiende,
a ser parte de unas palabras que no saben atrapar la tersura,
la encrucijada del pulso, el color escondido en tus huesos aún.

Debí sacarme esta demora antes del gesto de volver a mirarte.
Suelto hacia el olvido lo único por saberse,
que no es necesario saldar nada, que te quiero mucho
y que si algo digo de tu muerte es la desmesura.
Como una madreselva que sentida en noviembre- lejana- atraviesa-
la espesura de la noche y es cada final cada abrazo
que obligo a quedar atrás.
En el idioma sostenido de un olor solísimo bajo a caminar.
Lo que se escurre es esta oscuridad florecida.
Voy para lúgubre a que me ardas bestiado.
Nocturno e incapaz a que aún me serenes.
Voy entre letras que ya no se enderezan,
que no soportan la sombra cosida en el cansancio.
Voy enorme de suelo desplomado
hasta que una planta muestra pausas que son embates
de ausencia y los años y el todavía olor cruel
con que lo inevitable se vanagloria,
el peso de atarse en la boca una tormenta,
el silencio que cae junto a mí.

Una tremenda elegía, semánticamente densa y rica en imágenes. El amor ligado al dolor producen el relámpago poético (con tu voz intrasferible, por supuesto).
Además, me encantó el tratamiento formal: las anáforas, los puntos y aparte que producen silencios más largos, como pidiendo tiempo para recuperar el aire de los pulmones. Has creado un ritmo muy apropiado para este trabajo.

Ha sido un momento de gran emoción, amigo, leer este sincero homenaje.
Un abrazo.
Óscar

Firme, hermoso, lleno de un arte que todo lo puede.

Abrazo muy fuerte, Macedonio.

Hermoso Macedonio, muy hermoso. He visto amor calando hasta el hueso.
Una única reflexión, en el tiempo que uno necesita nunca hay demora.
Y ese penúltimo verso , por él mismo es todo un poema.

..el peso de atarse en la boca una tormenta...

Un abrazo.

Carmen

Macedonio Tracel escribió:Antes
(a mi papá, a Bonino)


Antes hubo algo que tensaba una cuerda para servir de apunte.
Antes algo que fue por miedo a olvidar ahora que escribo tu cara.
Antes, cuando yo aún sabía trepar por tus momentos de risa.
Ahora que me arriesgo, y sé que no se entiende,
a ser parte de unas palabras que no saben atrapar la tersura,
la encrucijada del pulso, el color escondido en tus huesos aún.

Debí sacarme esta demora antes del gesto de volver a mirarte.
Suelto hacia el olvido lo único por saberse,
que no es necesario saldar nada, que te quiero mucho
y que si algo digo de tu muerte es la desmesura.
Como una madreselva que sentida en noviembre- lejana- atraviesa-
la espesura de la noche y es cada final cada abrazo
que obligo a quedar atrás.
En el idioma sostenido de un olor solísimo bajo a caminar.
Lo que se escurre es esta oscuridad florecida.
Voy para lúgubre a que me ardas bestiado.
Nocturno e incapaz a que aún me serenes.
Voy entre letras que ya no se enderezan,
que no soportan la sombra cosida en el cansancio.
Voy enorme de suelo desplomado
hasta que una planta muestra pausas que son embates
de ausencia y los años y el todavía olor cruel
con que lo inevitable se vanagloria,
el peso de atarse en la boca una tormenta,
el silencio que cae junto a mí.

Mis respetos, poeta.

Pilar Morte escribió:Me alegra en llegar la primera a este intenso y emotivo poema donde el dolor se arropa en hermosos versos. Un gusto pasar por tus letras aunque sean tristes.
Abrazos
Pilar

gracias por tu comentario Pilar

Yo creo, Carlos, que has arriesgado bien a ser parte de estas palabras que sí consiguen atrapar la tersura o el mar en calma de los recuerdos. El color escondido en tus huesos aún, es otro verso que dice más que el espacio del poema permite, como luz que no cabe en la forma de la llama. De hecho todo lo que evocas son semillas que en espiral avanzan por la árida tierra del tiempo.

Voy enorme de suelo desplomado
hasta que una planta muestra pausas que son embates
de ausencia y los años y el todavía olor cruel
con que lo inevitable se vanagloria,
el peso de atarse en la boca una tormenta,
el silencio que cae junto a mí.

La fuerza de las imágenes hacen que tu elegía suba hasta la cumbre del lirismo. Me ha llegado hondo, es maravilloso. Recibe mis abrazos. Feliz domingo.

Necesito esto, lo necesito, como ropa viva:
"En el idioma sostenido de un olor solísimo bajo a caminar.
Lo que se escurre es esta oscuridad florecida.
Voy para lúgubre a que me ardas bestiado."

Es como un tridente bicéfalo. Un fuerte abrazo, Macedonio.

Oscar: Ha sido un momento de gran emoción, amigo, leer este sincero homenaje.

te agradezco el comentario y la compañia

Hallie Hernández Alfaro escribió:Firme, hermoso, lleno de un arte que todo lo puede.

Abrazo muy fuerte, Macedonio.

compañera Hallie, es siempre usted muy generosa.

Carmen López escribió:Hermoso Macedonio, muy hermoso. He visto amor calando hasta el hueso.
Una única reflexión, en el tiempo que uno necesita nunca hay demora.
Y ese penúltimo verso , por él mismo es todo un poema.

..el peso de atarse en la boca una tormenta...

Un abrazo.

Carmen

mi abrazo también para vos y mi felicitación por lo que leo de tu trabajo.

Antes, cuando yo aún sabía trepar por tus momentos de risa.


Yo también tuve una escalera como ésta. Me ha emocionado tu poema.
Un abrazo.
Pepa

lo mismo para vos ERA, gracias en este caso por la sobriedad.

Muy hermosa elegía, Macedonio. Me ha emocionado profundamente.

Un abrazo.