Editorial Alaire

Tiembla el sueño un ceceo de cigarras,
las agujas de los pinos sestean entre calcetas,
y un crujido de las piñas marca punto a la canícula.

El estío embriaga los romerales ,
a la sombra del membrillo pacen juncos,
el milano, las uvas prietas y moras
el gemido, el amante
y hasta las olas tardías piden silencio y suspiros.

shssssssssssss,
no hagáis ruido...

¡ mirad ...!

... el río duerme la siesta en la poza.




(Ha dormido mucho tiempo este poema la siesta, voy a despertarlo un poco, es del 2009 y también hoy es Juio de 2013, en Alicante, también supongoque a lo mejor en más sitios)

Precioso. Ya sabes que me gusta leerte.
Besos
Pilar

Bien ambientada está una de nuestras costumbres más queridas, nos la pintas recordando tantas cosas que la rodea en esas tardes de Julio y Agosto en el que nuestra resistencia parece ser vencida. Sí, Concha, nos reflejas muy bien ese cuadro que nos invita a coger fuerzas cuando el Sol nos dice que guardemos las fuerzas y la dejemos en el frescor de la noche y sus historias. Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

Larga siesta la de tus versos calurosos. Seguro que fue el silencio
el que guardó esos sueños y para ocultar el sudor de los amantes.

un abrazo

ese verso final, es para acostarse a mirarlo en silencio.
aiinnnssss Concha, lo que me haces suspirar.

Un abrazo