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El tálamo
Publicado: Lun, 15 Jul 2013 21:59
por Bruno Laja
Escribo desde la cama,
soy una connotación aislada de la onda vespertina.
En su alzacuellos rojo, profano grabando y repujando
el nombre de cada esquirla lagrimal.
He visto un escudo flotando sobre el agua,
no sé cómo se filtraba para la sed pero bebían
de él aves melladas, apoyadas en la náusea del eje,
el solitario que no puede ser bruñido;
desde su cara media desaparecían escarchando el brazo
perdido bajo la sábana.
Del que puso su corazón entre las sienes
nada se sabe;
hay plumas en un lar que acuestan la llama sobre un yunque que aún no existe,
y a fuerza de soplar, la forma y el perfume se reúnen agotándose.
A veces se ve un dedo en esa llaga perfecta,
unge nada y persigna todo antes de adoptar el gesto que lo atrae
y le da cuerpo y la capacidad de devorar el aire.
"Columna de viento" lo llamaban".
Las veces que el dedo no se ve
hay un hombre mirándote.
Quieto en su fuego hace correr su frente por el día para no volver a resistir.
Atiza sus huesos sobre tu espalda pero no abrasa ninguna ley;
si tu ojo oscuro se abre, su ojo claro te dice,
no es nada, sólo la noche,
es dios hablando en sueños,
colmándote aquí las prisiones abiertas para que allá tu cuerpo sea
el alma irreductible de su única vocal y la apariencia cierta de su último lecho.
re: El tálamo
Publicado: Mar, 16 Jul 2013 7:27
por Pilar Morte
Levanto con gusto este poema cuajado de hermosas imágenes. Un placer leerte
Abrazos
Pilar
Publicado: Mar, 16 Jul 2013 9:23
por F. Enrique
Hermoso poema, Bruno, enigmático desde el título hasta el final. Te destaco estos versos que participan de la atmósfera extraña y decadente de todo el poema.Del que puso su corazón entre las sienes
nada se sabe;
hay plumas en un lar que acuestan la llama sobre un yunque que aún no existe,
y a fuerza de soplar, la forma y el perfume se reúnen agotándose.
Un abrazo.
Publicado: Mar, 16 Jul 2013 13:11
por Macedonio Tracel
un entresueño desbordado, fluctuando, que se acomoda y se va desprendiendo hasta que se ven las imágenes grabadas detrás de las retinas. abrazo
re: El tálamo
Publicado: Jue, 18 Jul 2013 0:51
por Óscar Distéfano
En este poema de carácter trasgresor con el lenguaje, has introducido un elemento importante y paradójico para este tipo de poesía: el pulcro y preceptivo procedimiento gramatical. Este orden, que choca con el misterio cognitivo, crea, sin embargo, la agradable sensación de encontrarnos frente a un “misterio que se desea abordar”. También existe un ritmo que discurre sin roturas, amplificando las logradas imágenes. En estas imágenes siento la particularidad de una conciliación, diríamos, semántica en el encadenamiento de las palabras. No se encuentran distorsiones violentas adjetivales, o cláusulas que apuestan por un absurdo exasperante (con pasajes bien lúdicos de la realidad). Más bien, es como si el poema se direccionara hacia el hermetismo, alejándose un tanto de la escritura libertinamente automática. Hermetismo que, por supuesto, mantiene sus llaves, sus símbolos muy personales, su naturaleza misteriosa e impenetrable en cuanto a un mensaje aprehensible por los estadios de la razón.
He disfrutado de muchas imágenes muy bellas, algunas, incluso, con su propia independencia poética que, en este contexto, se vuelven extrañamente racionales:
“Escribo desde la cama,
soy una connotación aislada de la onda vespertina.
En su alzacuellos rojo, profano grabando y repujando
el nombre de cada esquirla lagrimal.”
Esta es una cláusula psíquica completa que, al ser aislada, muestra un sentido propio, una imagen conscientemente aprehensible.
Desde ya, mi interés no es sino la ambición de ir conociendo el complejo mundo poético de los compañeros, en la variopinta creatividad que se ve en nuestro foro.
Ha sido un placer, amigo Bruno, el tiempo que he pasado en tu poema.
Un abrazo.
Óscar
Re: El tálamo
Publicado: Jue, 18 Jul 2013 10:14
por Roberto López
[quote="Bruno Laja"]
Me ha parecido extraño este poema, un tanto enigmático, aunque lleno de imágenes excitantes y sugerentes. Saludos.
Publicado: Jue, 18 Jul 2013 12:46
por Hallie Hernández Alfaro
Las veces que el dedo no se ve
hay un hombre mirándote.
Quieto en su fuego hace correr su frente por el día para no volver a resistir.
Atiza sus huesos sobre tu espalda pero no abrasa ninguna ley;
si tu ojo oscuro se abre, su ojo claro te dice,
no es nada, sólo la noche,
es dios hablando en sueños,
colmándote aquí las prisiones abiertas para que allá tu cuerpo sea
el alma irreductible de su única vocal y la apariencia cierta de su último lecho.
Todo el poema sacude hasta las pobres dendritas embelesadas. Los versos finales son apoteósicos.
Gracias por compartir, Bruno.
_________________
Publicado: Jue, 18 Jul 2013 17:02
por Carlos Justino Caballero
Bruno Laja, He leído complacido un poema de altura, Bruno. Mi enhorabuena!
Publicado: Jue, 18 Jul 2013 20:12
por Rosa Marzal
Tus versos parecen ahondar en un misterio que fluctúa entre la conciencia y el sueño. Siempre un deleite leerte, Bruno. Magnífico. Mis felicitaciones. Un abrazo.
Publicado: Vie, 19 Jul 2013 15:11
por Bruno Laja
Pilar,
eres muy generosa y benevolente, es en verdad un poema nada claro en el que está el defecto de usar la imagen como verbo. Te agradezco mucho, recibe un fuerte abrazo.
F. Enrique,
muchas gracias por tus palabras, escribir puede ser una desistencia activa. Me doy cuenta de la calidad humana que hay en este lugar por comentarios como el tuyo. Eres un poeta que toma las sensaciones por el pulso y las domina y las hace hablar claro. Yo admiro eso porque me resulta dificil. Tú te has acercado igualmente. Te reitero mi agradecimiento. Un abrazo grande.
Macedonio,
entresueño, parece un palabra clave. No lograr estar aquí ni allá, y el hombre no puede ya, y el lenguaje toma poder e identidad. Abrazos muchos.
Óscar,
entiendo lo que quieres decir, y a veces pienso en lo tortuoso que se te puede hacer leer lo que escribo. Lo haces, y además alientas, y das ganas de crecer, y disminuye la tensión solitaria. Te lo agradezco. Un gran abrazo para ti.
Roberto,
lo es, es así, pero me agrada mucho tu presencia. Recibe un gran abrazo.
Hallie,
qué decirte. Te agradezco la profusa generosidad de tus ojos. Abrazo grande.
Carlos,
y yo he constatado tu presencia, como una muestra de cálido compañerismo. Te la agradezco. Te agradezco tu presencia. Abrazos.
Rosa,
gracias muchas. Leerte es siempre un delicado deleite. Eso sí lo es. Abrazo grande.
Publicado: Sab, 20 Jul 2013 2:56
por Josefa A. Sánchez
Cada poeta, cuando crea, se pierde en su propio laberinto que va dibujando a medida que avanza por sus intrincados recovecos. No hay en este viaje meta ni retorno, sino sólo el trayecto en si mismo. Un placer acompañarte en el tránsito.
Un abrazo.
Pepa
Publicado: Sab, 20 Jul 2013 14:12
por Marius Gabureanu
Bruno, esta parte del poema
A veces se ve un dedo en esa llaga perfecta,
unge nada y persigna todo antes de adoptar el gesto que lo atrae
y le da cuerpo y la capacidad de devorar el aire.
"Columna de viento" lo llamaban".
Las veces que el dedo no se ve
hay un hombre mirándote.
Quieto en su fuego hace correr su frente por el día para no volver a resistir.
Atiza sus huesos sobre tu espalda pero no abrasa ninguna ley;
si tu ojo oscuro se abre, su ojo claro te dice,
no es nada, sólo la noche,
es dios hablando en sueños,
colmándote aquí las prisiones abiertas para que allá tu cuerpo sea
el alma irreductible de su única vocal y la apariencia cierta de su último lecho.
resuelve que la ambigüedad de lo sentido tiene que adquirir una forma carnal. La fuerza evocadora de las imágenes me ha encantado. Mis abrazos sinceros y felicitaciones.
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Publicado: Jue, 25 Jul 2013 22:01
por Bruno Laja
Pepa, sí, volvemos al dibujo, si hubiese una sentencia real, un dogma avalable por el aprendizaje de la lengua, no serían necesarios los rituales del habla. Abrazo grande.
Marius, todo lo sentido querríamos que adquiriese una carne que acompañase al menos durante el proceso de extinción. Después, maldita palabra, después, querríase algo más que la carne, independientemente del grado de compromiso propio en su crealidad, en lo que se aporta a la materia mediante la querencia de su autoabolición. Querriáse lo viejo no gastado, la primera comparecencia. Abrazo grande, y mi gratitud.