Editorial Alaire

Yo amé la piel rayada, el encanto de una risa invencible,
el cuerpo que amanece y no llora.

Pero no eras tú la flor roja, ni tampoco la verdad
de un futuro o el silencio del café y su penumbra.

Me quebraron las palabras tan dulces, la memoria
en los ojos encendidos de una mujer, la cara redonda
del cariño.

Tan ajenos a la ciudad, a la lluvia que viaja lenta, a los marfiles
de una piedra, a los dientes que no pronuncian la sed.

Somos los trenes inhóspitos, tendidos en su adoquín
como navíos abstractos o caracolas sin ruido,
lamentos que en el atardecer enjaulan la elipse
de esa luna que jamás ahuyentó su suerte.

Son tus laberintos un abril que nadie conoce,
lo mismo que la aventura que discurre entre la bóveda
y el aliento, en fiebres de noches cálidas que no
entenderán tu inquieta luz.

¿Existen acaso la sinrazón del jeroglífico, las agujas enhiestas,
los caballos de agua impar, la escalinata mullida
como un sol de noviembre?

Aquí continúo, sentado junto a las hojas imposibles de un parque
y no persigo tu alma gris, ni tu cansancio
ni tu locura.

Sólo soy un pasajero de este viento fugaz al que llamamos vida.

Bellísimo, Ramón. El poema es un encanto de ritmo, de historias, de dolor, de vida.

Las imágenes son pura excelencia. Van mi ovación humilde, pero absoluta.

Abrazos.

Precioso, Ramón, esta vez con imágenes más entendibles que se clavan dentro. Felicidades por este hermoso poema
Abrazos
Pilar

Muy, muy hermoso, con unas imágenes excelentes. Me ha encantado.

Un abrazo.

Aquí continúo, sentado junto a las hojas imposibles de un parque
y no persigo tu alma gris, ni tu cansancio
ni tu locura.

Sólo soy un pasajero de este viento fugaz al que llamamos vida.


Un poema precioso, con imagenes que llegan profundamente, y con un final que emociona, gracias por el momento.

Mi abrazo grande, Poeta.

Cecilia

[quote="Ramón Carballal"]

Me encuentro plenamente en esa visión que nos sitúa como espectadores de la vida que nos roza. El poema es precioso. Un abrazo.

Ramón Carballal, Siempre un placer leerte, poeta!

Viento y vida mezcladas en estas reflexiones que mueven el sentir.

un placer de lectura, amigo.

Hola Ramón.
Precioso y profundo poema, amigo mío. Como de costumbre, con excelentes imágenes que llegan para quedarse en quien te lee. Mi abrazo.
Mario.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Bellísimo, Ramón. El poema es un encanto de ritmo, de historias, de dolor, de vida.

Las imágenes son pura excelencia. Van mi ovación humilde, pero absoluta.

Abrazos.

Gracias, Hallie, por la generosidad de tus palabras. Un beso.

Pilar Morte escribió:Precioso, Ramón, esta vez con imágenes más entendibles que se clavan dentro. Felicidades por este hermoso poema
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Ramón, tu poema tiene un halo de tristeza que seduce y nos hace partícipe de tus poéticas enumeraciones. Nos las transmites con suavidad, como si en vez del viento fuera del tiempo, con esa reafirmada maestría y ese estilo que has hecho tan tuyo.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Yo amé la piel rayada, el encanto de una risa invencible,
el cuerpo que amanece y no llora.

Pero no eras tú la flor roja, ni tampoco la verdad
de un futuro o el silencio del café y su penumbra.

Me quebraron las palabras tan dulces, la memoria
en los ojos encendidos de una mujer, la cara redonda
del cariño.

Tan ajenos a la ciudad, a la lluvia que viaja lenta, a los marfiles
de una piedra, a los dientes que no pronuncian la sed.

Somos los trenes inhóspitos, tendidos en su adoquín
como navíos abstractos o caracolas sin ruido,
lamentos que en el atardecer enjaulan la elipse
de esa luna que jamás ahuyentó su suerte.

Son tus laberintos un abril que nadie conoce,
lo mismo que la aventura que discurre entre la bóveda
y el aliento, en fiebres de noches cálidas que no
entenderán tu inquieta luz.

¿Existen acaso la sinrazón del jeroglífico, las agujas enhiestas,
los caballos de agua impar, la escalinata mullida
como un sol de noviembre?

Aquí continúo, sentado junto a las hojas imposibles de un parque
y no persigo tu alma gris, ni tu cansancio
ni tu locura.

Sólo soy un pasajero de este viento fugaz al que llamamos vida.

Me gusta tanto tu poesía, Ramón. Uff, gracias por compartirla.
¿Este poema? Significativo, directo, luminoso.
Un beso

CELIA PUERTA escribió:Muy, muy hermoso, con unas imágenes excelentes. Me ha encantado.

Un abrazo.

Gracias, Celia. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Cecilia Martos escribió:Aquí continúo, sentado junto a las hojas imposibles de un parque
y no persigo tu alma gris, ni tu cansancio
ni tu locura.

Sólo soy un pasajero de este viento fugaz al que llamamos vida.


Un poema precioso, con imagenes que llegan profundamente, y con un final que emociona, gracias por el momento.

Mi abrazo grande, Poeta.

Cecilia

Gracias a ti, Cecilia, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.