A todo esto

[Macedonio Tracel]

Quizá la verdad decida
no apretarme las manos
o insensata confunda cuando prefiero tocar
su declinación de parecerse a la noche.
Sucede así desde que no puedo
poner fresco en los labios.
Es la hazaña de un sol enfurecido
por un rocío que nunca llegará a dar luz.
El futuro no volverá a ser más que un fulgor
con las escamas rotas de cielo.
Estas curvas y el agua suelta
del fango son para siempre juncales.
Un discurso negro que humedece
todo trabajo que me quede por hacer.
A esta altura cuando ya sobran las veces
en que nada voy a decir, todo pudo
haber pasado aquí antes de que yo lo intente.
Me repito, insisto en convocar otra vez y otra
el exceso de frases lentas confusas sin suerte que soy.
Algunas van a lograr inundarse
de sentencias pretenciosas.
Lo real expuesto fue un engaño
que a mi lado siempre fracasa y se desvanece.

[Marius Gabureanu]

Macedonio, es el extraño momento cuando el niño que llevamos dentro rechaza la cuna de cualquier poema para dormirse. He aquí sus gritos, indescifrables hasta el punto que los versos se rinden a la confesión y se mezclan con otras vivencias, fluyen por el mismo cauce que el desahogo. Me parece muy especial lo que escribes, amigo.
Esperaba algo que me ayude a reencontrar el yo perdido y en tu espacio existe el descanso, el lector se sienta al limite de sí mismo y contempla sus abismos.

[Marius Gabureanu]

Mis abrazos sinceros y felicitaciones. Feliz domingo.

[Luna de Nos]

Quizá la verdad decida no apretarme las manos
o insensata se confunda cuando prefiere tocar
su declinación de parecerse a la noche. Sucede
desde que no puedo ponerme fresco en los labios.
Es como la hazaña de un sol enfurecido, un rocío que
no va a dar luz, un futuro que no puede volver a ser
porque su fulgor son estas escamas rotas de cielo
y estas son sus curvas, y el agua suelta en el fango
es para siempre estos juncales del discurso negro
que humedece el trabajo que me queda por hacer,
o a esta altura, en que ya me sobran las veces
en que nada voy a decir, lo que puede haber
pasado aquí antes de que yo intente planearlo.
Me repito cuando insisto en convocar otra vez
un exceso de frases lentas confusas sin suerte,
algunas palabras van a lograr inundarse con
sentencias pretenciosas, lo real fue expuesto
en un engaño para que a mi lado fracase
y se desvanezca.

A veces resalto en negrita lo que más me llega y fijáte lo que me pasó hoy, comencé a hacerlo y luego me di cuenta que tenía que ponerlo prácticamente todo.
Es un poema que hay que leer más de una vez- y aquí no hablo de mi impericia- porque va transformándose y transformando a quien lee. (no creo que logre explicarme, las palabras me suelen confundir).
En resúmen: chapeux, saludos, Luna.-

[Gerardo Mont]

Buscamos y la verdad nos elude o se disfraza...El hombre ante el vacío desespera o se da cuenta que eso es lo que hay, que seguirá temblando en la nada lo que el espera. Buenos versos, poeta..., transmiten, se digieren con gusto y duelen como se duele la pluma que los pare. Un gusto compañero. Mis abrazos de amigo.

[Macedonio Tracel]

Macedonio, es el extraño momento cuando el niño que llevamos dentro rechaza la cuna de cualquier poema para dormirse. He aquí sus gritos, indescifrables hasta el punto que los versos se rinden a la confesión y se mezclan con otras vivencias, fluyen por el mismo cauce que el desahogo. Me parece muy especial lo que escribes, amigo.
Esperaba algo que me ayude a reencontrar el yo perdido y en tu espacio existe el descanso, el lector se sienta al limite de sí mismo y contempla sus abismos.

amigo, hay comentarios que hacen que no sepa que decir... bueno, no sé que decir.
te mando un abrazo

[Bruno Laja]

Vas a ocupar la integridad con fracciones, no habrá otro cuerpo que el trasluz. El trasluz es meridional, y el negativo del trasluz aún más meridional. Hay que ubicarse hasta para errar el trago. El trago es la vagabunda, la que abandona su poética al mirar. Sujeta bien tu prisma. Esto no es un horóscopo. Es mi admiración por tu constancia herética y eremítica, y por tu rebeldía si el flujo alguna vez se dice en ti que es decantable.
Un grande y fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

A todo esto tiene versos hermosos que he disfrutado, hay como una resignación al presente.
Abrazos
Pilar

[Macedonio Tracel]

gracias luna. la confusión expresa que mientras leías no te he cohibido el buen humor. eso me agrada mucho. además gracias. saludos

[Liz Barrio.]

Quizá la verdad decida no apretarme las manos
o insensata se confunda cuando prefiere tocar
su declinación de parecerse a la noche. Sucede
desde que no puedo ponerme fresco en los labios.
Es como la hazaña de un sol enfurecido, un rocío que
no va a dar luz, un futuro que no puede volver a ser
porque su fulgor son estas escamas rotas de cielo
y estas son sus curvas, y el agua suelta en el fango
es para siempre estos juncales del discurso negro
que humedece el trabajo que me queda por hacer,
o a esta altura, en que ya me sobran las veces
en que nada voy a decir, lo que puede haber
pasado aquí antes de que yo intente planearlo.
Me repito cuando insisto en convocar otra vez
un exceso de frases lentas confusas sin suerte,
algunas palabras van a lograr inundarse con
sentencias pretenciosas, lo real fue expuesto
en un engaño para que a mi lado fracase
y se desvanezca.

Cada verso resuena con profunda elocuencia en eco interminable, fundiéndose al infinito, permaneciendo.
Gracias por tu inteligente poesía, Macedonio.
Un abrazo

[F. Enrique]

Siempre podemos, Macedonio, buscar una alternativa y de hecho la encontramos. Fiel a tu búsqueda y a tu estilo nos lo desbaratas todo en los últimos versos pero es en los primeros donde nos haces la propuesta. A todo esto es una apuesta en la forma y en el fondo, una apuesta que ganas con esa fuerza habitual en ti.

Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Cualquier cosa que diga sólo hará más patente mi inmensa ignorancia, así que leo, me asombro y callo.
Un abrazo.
Pepa

[Carmen López]

Quizá la verdad decida no apretarme las manos
o insensata se confunda cuando prefiere tocar
su declinación de parecerse a la noche. Sucede
desde que no puedo ponerme fresco en los labios.
Es como la hazaña de un sol enfurecido, un rocío que
no va a dar luz, un futuro que no puede volver a ser
porque su fulgor son estas escamas rotas de cielo
y estas son sus curvas, y el agua suelta en el fango
es para siempre estos juncales del discurso negro
que humedece el trabajo que me queda por hacer,
o a esta altura, en que ya me sobran las veces
en que nada voy a decir, lo que puede haber
pasado aquí antes de que yo intente planearlo.
Me repito cuando insisto en convocar otra vez
un exceso de frases lentas confusas sin suerte,
algunas palabras van a lograr inundarse con
sentencias pretenciosas, lo real fue expuesto
en un engaño para que a mi lado fracase
y se desvanezca.

Nada se desvanece en el poema, absolutamente nada. La verdad siempre es oscura y nada hay de pretencioso en tu poema. "A todo esto " pienso que es poética escrita " con la mano izquierda" o "automática", es desde el interior que se escribe así, desgranando capa a capa.
En cuanto a tu poética Macedonio, creo que soy proselitista con ella y convencida.

Un abrazo

Carmen

[Óscar Distéfano]

Quizá la verdad decida no apretarme las manos
o insensata se confunda cuando prefiere tocar
su declinación de parecerse a la noche. Sucede
desde que no puedo ponerme fresco en los labios.
Es como la hazaña de un sol enfurecido, un rocío que
no va a dar luz, un futuro que no puede volver a ser
porque su fulgor son estas escamas rotas de cielo
y estas son sus curvas, y el agua suelta en el fango
es para siempre estos juncales del discurso negro
que humedece el trabajo que me queda por hacer,
o a esta altura, en que ya me sobran las veces
en que nada voy a decir, lo que puede haber
pasado aquí antes de que yo intente planearlo.
Me repito cuando insisto en convocar otra vez
un exceso de frases lentas confusas sin suerte,
algunas palabras van a lograr inundarse con
sentencias pretenciosas, lo real fue expuesto
en un engaño para que a mi lado fracase
y se desvanezca.

Mantienes el estilo de escribir en prosa poética (lo cual, hoy, que recuerdo haber leído en una respuesta tuya a un post mío, que estudias contrabajo y, por ende, eres músico, me resulta un tanto paradójico. Por la rebeldía contra la música, digo. Sin ánimo alguno de criticar este hecho, ya que es patente un ritmo en tu poema. Sólo que no es con un patrón, y por eso lo digo sólo como anécdota, como comentario amistoso); y, dentro de esa tendencia, en este poema me trasmites un mensaje metapoético (o quizás sería mejor decir: metafísico, ya que hablas de una verdad más bien filosófica). Para cualquiera de los dos ángulos, el problema del vacío intelectivo ante una nueva idea, o la repetición de ideas ya enunciadas, es un problema que siempre ha atormentado a los que trabajan en la búsqueda. Diríamos que es una parte inherente, la otra cara, la noche que demuestra la existencia del día; la oscuridad, de la luz. Y en esa ardua pezca, igual a la de los buscadores de oro, algunas pepitas sirven de consuelo, para no martirizarnos con la enorme cantidad de fracasos que acumulamos día a día.

Como siempre, es un auténtico placer ir conociendo tu poesía.
Un abrazo.
Óscar

[Macedonio Tracel]

Buscamos y la verdad nos elude o se disfraza...El hombre ante el vacío desespera o se da cuenta que eso es lo que hay, que seguirá temblando en la nada lo que el espera. Buenos versos, poeta..., transmiten, se digieren con gusto y duelen como se duele la pluma que los pare. Un gusto compañero. Mis abrazos de amigo.

gracias Gerardo por tu entusiasmo. me alegro mucho de que te haya gustado. un abrazo