Noche dibujada bajo la sombra de un sauce
Publicado: Lun, 07 Abr 2008 2:37
Noche dibujada bajo la sombra de un sauce
Me remuerden los céfiros del ayer olvidado
y el saber de otoños y días de tormenta,
me remuerde el saberme pronto en la tumba
y el saber que el ayer no será olvidado.
Te busco, mi Venus, para saberte en los jardines
y en los piélagos formados junto al mar
para compararte al aroma de jazmines,
y comprendo pronto lo de ser río sin su mar.
El desierto, la impavidez de las sierras,
imágenes agolpadas en el silencio.
La ciudad sola como una tumba en la tierra,
¡Sola, siempre sola en la palidez del silencio!
Me remuerde encontrarte por allá tan sola.
¿Cómo serían tus besos sin el color de la miel?
¿Cómo, de la tierra arrancadas tus corolas
podrían florecer pobres rosas sin su miel?
Saber que a los peces los ahoga el agua
y nadar interminablemente al ocaso,
arrastrado como pluma por las trombas,
navío a la deriva en el vientre del ocaso.
Irene, me remuerde verde por allá tan sola.
¿Cómo era la noche cuando la dibujabas?
¿Cómo eras cuando con tus manos de niña
bajo el claro de luna la noche dibujabas?
Verte de noche de espaldas al cielo
o bajo la quieta sombra de un sauce.
Nunca te dejaré. Antes crecerán en el suelo
lagos de lágrimas por el llanto de un sauce.
E.R.D
Me remuerden los céfiros del ayer olvidado
y el saber de otoños y días de tormenta,
me remuerde el saberme pronto en la tumba
y el saber que el ayer no será olvidado.
Te busco, mi Venus, para saberte en los jardines
y en los piélagos formados junto al mar
para compararte al aroma de jazmines,
y comprendo pronto lo de ser río sin su mar.
El desierto, la impavidez de las sierras,
imágenes agolpadas en el silencio.
La ciudad sola como una tumba en la tierra,
¡Sola, siempre sola en la palidez del silencio!
Me remuerde encontrarte por allá tan sola.
¿Cómo serían tus besos sin el color de la miel?
¿Cómo, de la tierra arrancadas tus corolas
podrían florecer pobres rosas sin su miel?
Saber que a los peces los ahoga el agua
y nadar interminablemente al ocaso,
arrastrado como pluma por las trombas,
navío a la deriva en el vientre del ocaso.
Irene, me remuerde verde por allá tan sola.
¿Cómo era la noche cuando la dibujabas?
¿Cómo eras cuando con tus manos de niña
bajo el claro de luna la noche dibujabas?
Verte de noche de espaldas al cielo
o bajo la quieta sombra de un sauce.
Nunca te dejaré. Antes crecerán en el suelo
lagos de lágrimas por el llanto de un sauce.
E.R.D