La cama
Publicado: Vie, 05 Jul 2013 15:08
Oigo la pasta de un nombre en el albedrío terminal del que se pone a pensar afectadamente en Dios,
bajado hasta aquí por un lamento arrancado a cualquier espacio inerte.
Se ríe como un minutero por la casa oscura del mundo, pero oigo cómo clarea su virtud al errar.
Nos hemos posicionado, encajamos como las hojas de una tijera cerrada.
Labios de acero podrían ser si el cuerpo no hubiese ya expirado
como idea aproximada de fisicidad diciéndose.
Una jalea con pestañas como una drosera alimentada por el vértigo de las aboliciones.
El chasquido de un ojo amenazante rompe la quintuplicidad de lo extirpado
y tú te quedas como alguien que se levanta y ya no puede salir del movimiento,
como si nacieras del principio de mi tronco para acabarme y enjugar la silueta perdida
con un resuello que no nos pertenece.
Ya no se oye el nombre.
Está fluyéndonos.
bajado hasta aquí por un lamento arrancado a cualquier espacio inerte.
Se ríe como un minutero por la casa oscura del mundo, pero oigo cómo clarea su virtud al errar.
Nos hemos posicionado, encajamos como las hojas de una tijera cerrada.
Labios de acero podrían ser si el cuerpo no hubiese ya expirado
como idea aproximada de fisicidad diciéndose.
Una jalea con pestañas como una drosera alimentada por el vértigo de las aboliciones.
El chasquido de un ojo amenazante rompe la quintuplicidad de lo extirpado
y tú te quedas como alguien que se levanta y ya no puede salir del movimiento,
como si nacieras del principio de mi tronco para acabarme y enjugar la silueta perdida
con un resuello que no nos pertenece.
Ya no se oye el nombre.
Está fluyéndonos.