Ventanas dementes
Publicado: Jue, 04 Jul 2013 23:48
Suaves ventanas asomando
en los bordes tenues del sosiego,
pequeñas formaciones flamígeras
alterarando su núcleo hipnótico,
tocando la inmensidad profunda
que socava toda existencia antes diseñada.
¿Acaso compartir tal suceso
hacia los leves signos, copiándonos
en la brisa interior que nos respira
sería pronunciarte, sobre el humo
rociado de las calles que germinan
lo sombrío de su vapor nimio,
tal vez las raíces de su agitación espía,
incitando a descubrir la inmediata
extenuación de los latidos?
Cualquier pared que nos divida,
en el clamor de las deslizadas formas
arrebatándole el secreto a la armonía,
aquello sería amar, morir, renacer
tocando lo irreversible de las almas,
desde su fondo vigoroso, friccionando
lo continuo hacia la trama de hondas hebras
asintiendo la estatura.
_Alguien oculto como nosotros nos mira_
Pero si todo fuera negado, si en el salto abismal
entonces se negaran tus párpados,
sabría de ésa distancia frágil y sospecharía
que te he sido infiel al amarte inconclusamente
sumergido en los tristes paisajes del desvelo.
Y lo juraría con demencia.
Todas las formas que se incitan
en la profunda multitud del silencio
frente a las heridas resueltas de su holgura
las juraría con demencia.
Pero si surgiese tu fragancia,
dichosa de clemencia,
al imperio de las faustas similitudes
cayendo sobre mi, tu brillo negado
en las horas que la música descansa en las rendijas
junto a los agasajados comensales de la soledad:
Luego nos mirarán como seres fantasmas,
escucharán el sonido que aguijonea las grutas,
entonando su grito complacido en éxtasis hierático
en el camino hablado de los nombres,
dirán que no existimos y moriremos
sobre el ardor de sus ojos al mirarse.
en los bordes tenues del sosiego,
pequeñas formaciones flamígeras
alterarando su núcleo hipnótico,
tocando la inmensidad profunda
que socava toda existencia antes diseñada.
¿Acaso compartir tal suceso
hacia los leves signos, copiándonos
en la brisa interior que nos respira
sería pronunciarte, sobre el humo
rociado de las calles que germinan
lo sombrío de su vapor nimio,
tal vez las raíces de su agitación espía,
incitando a descubrir la inmediata
extenuación de los latidos?
Cualquier pared que nos divida,
en el clamor de las deslizadas formas
arrebatándole el secreto a la armonía,
aquello sería amar, morir, renacer
tocando lo irreversible de las almas,
desde su fondo vigoroso, friccionando
lo continuo hacia la trama de hondas hebras
asintiendo la estatura.
_Alguien oculto como nosotros nos mira_
Pero si todo fuera negado, si en el salto abismal
entonces se negaran tus párpados,
sabría de ésa distancia frágil y sospecharía
que te he sido infiel al amarte inconclusamente
sumergido en los tristes paisajes del desvelo.
Y lo juraría con demencia.
Todas las formas que se incitan
en la profunda multitud del silencio
frente a las heridas resueltas de su holgura
las juraría con demencia.
Pero si surgiese tu fragancia,
dichosa de clemencia,
al imperio de las faustas similitudes
cayendo sobre mi, tu brillo negado
en las horas que la música descansa en las rendijas
junto a los agasajados comensales de la soledad:
Luego nos mirarán como seres fantasmas,
escucharán el sonido que aguijonea las grutas,
entonando su grito complacido en éxtasis hierático
en el camino hablado de los nombres,
dirán que no existimos y moriremos
sobre el ardor de sus ojos al mirarse.