Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

Óscar Distéfano escribió:

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

Hermosura a chorros. Qué poema nos traes, amiga. Te elevaste hasta el mismo cielo del amor, con un lirismo que resume ternura, un cierto desparpajo, mucha sabiduría existencial, enorme poesía. El cierre del poema es una imagen que trasciende la emoción. Me ha cautivado. Te aplaudo sin misericordia.

Un abrazo fuerte.
Óscar

Elizabeth Barrio Paredes escribió:

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

Uff, qué preciosidad de versos, todos y cada uno.
Abrazos y besos, querida poeta, con mi admiración y cariño

Begoña Egüen escribió:

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

¡ Unos versos bellísimos... Gracias por haber compartido.
Un beso.
BEGOÑA.

E. R. Aristy escribió:Tierra meditabunda



Hoy ya perdí algunos momentos preciados
cuando buscaba en mi corazón,
la campana sonó,
el tren llegó,
los demás corrían como si estuvieran a punto de abordar la vida.

Al mediodía me hice la fuerte,
y aparté tiempo para después,
volví a esa parte donde te reías con ganas,
sin importarte el giro que diera Junio,
a esa tibia belleza que se enrosca en tu pelo,
cerca de tus cirios, y tus inseguridades,
(y que también forma en tus mejillas un hoyuelo
en donde me meto
a escribirte cartas de amor).

Ya entregó la tarde lo que hizo el tiempo,
y lo que jamás podrá hacer.

Va oscureciendo en la tierra meditabunda,
te dejo ahora, si muero, va a ser por un segundo.


E. R. Aristy
Long Beach, NY 2000

Hallie Hernández Alfaro escribió:Eraaa, qué belleza!!! Me ha gustado todo, me ha llenado por completo el potentísimo sentimiento que lo embarga.

Reverencias y ovación cerrada!

Abrazos fuertes.