Editorial Alaire

a Guido y a Luca

A nuestros hijos les dimos
el nacer y el morir.
Se lo explicamos y que no todo
tiene alma cuando empuja,
que había olor a cebo,
a miedo, que más no pudimos.
Que ahora muchas tardes
espero sus caras
con mis huesos inmensos,
y la idea de un poema
cosida en las rodillas
como un humo que pesa.

Precioso. Me he sentido en tus versos concisos y dicentes
Besos
Pilar

Querido amigo, es un poema transcendental, que comprime vastas confesiones, como si el tiempo hubiera dicho: esta es tu ultima oportunidad para expresar el amor.
Me ha emocionado la exactitud con la que dibujas la distancia, ( con mis huesos inmensos) y como se extrañan los seres amados ( humo que pesa).

Felicitaciones sinceras, Carlos, me has hecho recordar los poemas nunca dichos que existen en las miradas que nos despiden. Y en este caso, a mi padre.

Macedonio Tracel escribió:a Guido y a Luca

A nuestros hijos les dimos
el nacer y el morir.
Se lo explicamos y que no todo
tiene alma cuando empuja,
que había olor a cebo,
a miedo, que más no pudimos.
Que ahora muchas tardes
espero sus caras
con mis huesos inmensos,
y la idea de un poema
cosida en las rodillas
como un humo que pesa.

Un poema enorme e inflado de perfección. Y de sentimiento e inteligencia.

Va mi ovación cerrada y sostenida a lo de Macedonio.

Abrazos.

"... y que no todo tiene alma cuando empuja... "

Mira, me voy a qudar con ésto, no sé por qué, pero me ha subyugado.

Saludos de buenos días y mediterráneos.

Me ha encantado. Hondura condensada en unos versos preciosos. Un placer.

Un abrazo.

Un poema muy duro y verdadero, pero con una contundencia y belleza artistica verdaderamente admirable.

Para colocar encabezando la portada de todos los periódicos de Europa.

Un abrazo, amigo.

Con esa fuerza y esa rotundidad, Macedonio, que sabes darles a las cosas que duelen. No me queda otro remedio que felicitarte por este dardo certero del que no puede esconderse el corazón.

Un abrazo.

Y si que pesan los hijos lejos y las explicaciones que nunca son suficientes. Me ha gustado mucho pasar por éstos profundos y dolidos versos.
Un abrazo.
Pepa

Macedonio Tracel escribió:a Guido y a Luca

A nuestros hijos les dimos
el nacer y el morir.
Se lo explicamos y que no todo
tiene alma cuando empuja,
que había olor a cebo,
a miedo, que más no pudimos.
Que ahora muchas tardes
espero sus caras
con mis huesos inmensos,
y la idea de un poema
cosida en las rodillas
como un humo que pesa.

Gran poema, amigo. Soberbio uso de la metáfora. Estos son los poemas que dejan la memoria colmada de evocaciones, y se expanden ahí como ese "humo que pesa". Fue un placer pasar por esta potente obra.

Un gran abrazo.
Óscar

Macedonio este poema es emoción pura, de los que te dejan pensando ¿y qué comento yo ahora, si lo que quiero es seguir leyendo a este tipo?.

Un placer pasar por tus versos compañero.

Pilar Morte escribió:Precioso. Me he sentido en tus versos concisos y dicentes
Besos
Pilar

gracias Pilar por la valoración. besos también

Marius Gabureanu escribió:Querido amigo, es un poema transcendental, que comprime vastas confesiones, como si el tiempo hubiera dicho: esta es tu ultima oportunidad para expresar el amor.
Me ha emocionado la exactitud con la que dibujas la distancia, ( con mis huesos inmensos) y como se extrañan los seres amados ( humo que pesa).

Felicitaciones sinceras, Carlos, me has hecho recordar los poemas nunca dichos que existen en las miradas que nos despiden. Y en este caso, a mi padre.

no puedo agregar nada a tu comentario que ha vaciado tus emociones en este lugar y eso eso es un regalo. abrazo

Hallie: Un poema enorme e inflado de perfección. Y de sentimiento e inteligencia.

Va mi ovación cerrada y sostenida a lo de Macedonio.

tus comentarios son siempre más grande que lo que está escrito. yo vivo al lado del río, todo llega hasta acá como el solcito en invierno. así de saludable.
beso

No, no todo lo que empuja tiene alma, pero este poema empuja y tiene cuerpo, corazón, alma y sentimiento, sentimiento que toca el dolor y la ternura como si fueran una misma cosa (que grande!) .
No hay explicación alguna a ese sentimiento (todas las cosas importantes no la tienen) solo se siente. Me hizo pensar en mi padre y lloré y reí, todo a un tiempo. Gracias Macedonio.

Mi abrazo

Carmen