Editorial Alaire

Mientras la sangre de mi madre se vuelve más espesa
su corazón es una Harley Davidson que viaja por los desiertos
asustando buitres que se alimentan de cadáveres del sol.
Hace poco que descubro la estridencia de su vejez, los deseos
de frenar con neumáticos hechos de pan caliente,
el diseño espectral de la agresión del parto en una sonrisa llena de imposibilidades.
Nunca me lo ha dicho, sorprendí el dolor
de aquellas mis mordidas en el vientre,
de aquellas mis palabras de tallo roto
y del sueño de taladro que iba a percutir la telaraña
donde estaba preso junto a los ángeles de la miseria
esperando que la luz voraz inserte su aguja hasta el núcleo de la desesperanza
del que siempre uno nace.
Para qué necesitas una Harley Davidson si tienes madre, me preguntan los indios
que venden el cabello de sus hijas.
Y las zorras turbias que duermen bajo mis uñas
empiezan a morder un poema.

Me ha impactado este dolor/amor sentido o recordado que trasfieres al poema con imágenes potentes y de gran belleza. Un placer venir a leer.
Un abrazo.
Pepa

Algo profundo me ha llegado con tu poema y me ha dejado tocada. Preciosos versos en imágenes logradas
Besos
Pilar

A veces, a días, hay que dejarse llevar por el cuerpo más salvaje de la luz, aunque sea arrastrado por los cabellos. Escribir sin culpa, sin nadie, lograr útero. Siempre lo logras.
Abrazos.

[quote="Marius Gabureanu"]

Las madres son locomotoras, señoras de la fuerza. Entiendo tu poema como un homenaje entremezclado de imágenes oníricas que configuran el escenario imprescindible para remontarte al origen. Me gusta mucho. Un abrazo.

Mientras la sangre de mi madre se vuelve más espesa
su corazón es una Harley Davidson que viaja por los desiertos
asustando buitres que se alimentan de cadáveres del sol."

Marius Gabureanu
* * *
Amigo Marius:

Esa madre parece tener
un corazón incombustible,
un motor bien engrasado y sin desgastes.

Pero hay que hacerse a la idea
de que todo lo creado y material
es perecedero;
hay mariposas efímeras
y estrellascon millones de siglos
que también son mortales;
entre unas y otros
estamos las criaturas de esta Tierra...

Pero nosotros somos ente todo
un ente inmaterial al que llamamos alma,
no material e imperecedero
que ya hemos vivido y viviremos
múltiples vidas
en este o en otros espacios.

Y tenemos la suerte
de no guardar memoria;
de tenerla sería una locura.

Yo así lo creo
y no me faltan argumentos (1)

Un abrazo.
* * *
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(!) Puede verse en mi web el relato "El alma del Otro".
narración novelada de una experiencia real.

Últimamente leo en el foro unos poemas buenísimos, pero además de ello cargados de una originalidad fuera de lo común. Este poema a la madre viene cargado de una potencia motorizada, qué más se puede pedir de la intesidad de un homenaje.

Un abrazo, amigo Marius.

Marius Gabureanu escribió:Mientras la sangre de mi madre se vuelve más espesa
su corazón es una Harley Davidson que viaja por los desiertos
asustando buitres que se alimentan de cadáveres del sol.
Hace poco que descubro la estridencia de su vejez, los deseos
de frenar con neumáticos hechos de pan caliente,
el diseño espectral de la agresión del parto en una sonrisa llena de imposibilidades.
Nunca me lo ha dicho, sorprendí el dolor
de aquellas mis mordidas en el vientre,
de aquellas mis palabras de tallo roto
y del sueño de taladro que iba percutir la telaraña
donde estaba preso junto a los ángeles de la miseria
esperando que la luz voraz inserte su aguja hasta el núcleo de la desesperanza
del que siempre uno nace.
Para qué necesitas una Harley Davidson si tienes madre, me preguntan los indios
que venden el cabello de sus hijas
y las zorras turbias que duermen bajo mis uñas
empiezan morder un poema.

Y ¿qué podemos decir nosotros, mortales atónitos y maravillados, por tantísima fuerza lírica?

Las imágenes superan todas las expectativas, querido Marius. Ronronean como un motor furioso en el vientre del gran principio. Quizás el principio llevaba años de eternización. Madre e hijo latiendo en la anatomía del ángel.

Ovación sin medida.

Abrazo enorme.

Personalísimo, esencialmente hermosura, amigo Marius, y un poema de moto y carretera en el que consigues un gran homenaje al principio del hombre. Y sí, ¿para qué vertebrar un sueño si el road movie es una madre? La madre, la cazadora de piel y una moto más pequeña.

Pequeños detalles: por ejemplo: que iba a percutir la telaraña; que iba a percutir en la telaraña; que percutía en la telaraña.
que venden el cabello de sus hijas, (cabe sustituir la coma por el punto y comenzar el siguiente verso en mayúscula)
empiezan a morder un poema.

Bien el ritmo, bien el desarrollo y como resultado un buen poema.

Ha sido un placer leerte. Felicidades, compañero.
Un cordial abrazo.

Marius un poseo poético por el resurgir de vida en el desierto
espeso en el que se acuestan las estridentes figuras de un parto
exuberante.

mi abrazo y felicitación.

Nunca hubiera imaginado este poema bajo ese título, sorprendente, duele leerlo, has sangrado este poema, desde el amor a la madre, más tendríamos que mirarlas y verlas,
saber de sus miedos y sus inquietudes...
Me ha encantado con todo su dramatismo.


un fuerte abrazo

Espectacular. Imágenes potentes, sorprentes, originales. Un poema genial. Me ha encantado.

Un abrazo

es enorme, tan grande escribes que más que hablar de poesía quisiera abrazarte, como si hubieras ganado un campeonato, el de haber ordenado los años y con la total autoridad del que estudia la vida como si revisara una media y la da vuelta y la estira para ver si tiene agujeros y si los tiene se pone a escribir para surcir, y pone música y se hace un té porque está sabiendo las cosas de nuevo, porque las ve como son... por el ruido, por la mirada, por el gesto y se da cuenta que ese gesto son todos los años... pero sobre todo porque ponerse a escribir en ese lugar es un triunfo de uno y las palabras pierden peso o se parecen al viento en la cara.
escribes tan bien que ya no importa el escrito y las asociaciones pueden formar un casamiento inusual, desavenencias que se encuentran, la paloma con el gavilán, sostener la vida por la cintura para que baile, para que se ría.
un abrazo enorme, en serio

Un poema de imágenes sorprendentes. Me ha gustado leerlo. Saludos cordiales.

Se percibe un dolor latiendo al fondo de la memoria, un grito ronco como el de esa madre que reivindica su voz tu poema. Impresionante, Marius. Mis aplausos. Abrazos.