Editorial Alaire

Demasiado azul en la boca. ¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino (es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Ramón una vez más la palabra, en este caso le daría el rol protagónico en el poema, obviamente estoy volcando mi 'yo', y decía la palabra como vehículo de encuentro o distancia para todos los demás rincones que promueve o cierra.
Siempre es grato leerte, un abrazo, Luna.-

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Levitación poética y fuerza que convoca, Ramón. La melodía se apodera de todas las imágenes.

Aplausos y felicidad.

Un abrazo.

Hay como una rabia sublimada, mentora del poema que en los tres últimos versos se reclama deudora del camino. Es una fuerza capaz de sostener la pérdida muy alto, para que nada la trastorne. Es un placer leerte. Abrazos.

Introspectiva sensación amparaeste poema
en el que las reflexiones sabios se entrecruzan con el verso.

un abrazo

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

la inscripción de nuestras Almas Dice: Vida Eterna. La muerte física, cualquier muerte nos sirve en parte para apreciar la dicha de estar y ser vivo.
Tu poesía no defrauda la genuina búsqueda del yo interno.Abrazos, ERA

No hay quien te pille en un renuncio, Ramón. Todos y cada uno de tus poemas brillan con luz propia.

Un abrazo.

Siempre te lo digo y siempre es verdad. Me gusta leerte y perderme en tus metáforas.
Un abrazo.
Pepa

Me ha gustado mucho como el poema se desliza por la melancolía y la sabiduría con la que ha sabido aceptar que soledad y luz son la misma cosa, a veces.El cierre genial. Felicitaciones sinceras. Feliz domingo.

Lo primero que sale decirte es la belleza de tus imágenes y detenerse en cada verso. Un placer
Besos
Pilar

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Unos versos profundos que indagan, respetando una estética impecable, en cuestiones trascendentales que atormentan al yo. Tras esos tres primeros versos que formulan una pregunta crucial ( ¿Quién soy yo?)tu poema se va desenroscando como un tapiz ante los ojos del lector que no puede sino empatizar con esas sensaciones y deleitarse por la belleza del conjunto. Una creación que brilla con luz propia.Saludos cordiales

Ramón Carballal, Profundidad que ahonda en lo escatológico del tiempo. Decires para reflexión, poeta! Un abrazo!

Luna de Nos escribió:

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Ramón una vez más la palabra, en este caso le daría el rol protagónico en el poema, obviamente estoy volcando mi 'yo', y decía la palabra como vehículo de encuentro o distancia para todos los demás rincones que promueve o cierra.
Siempre es grato leerte, un abrazo, Luna.-

Gracias, Luna, por tu interesante comentario. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Ramón Carballal escribió:Demasiado azul en la boca.¿Quién soy yo,
pobre enigma errante, descuido de marzo
que se entrega a la pura claridad del día?

Antes la palabra abrió un camino(es curiosa
la condición del tiempo, su privilegio en el hoy,
la fantasía de las horas entre un refugio y otro)
para que nadie edificara la soledad o la desesperanza
en la luz.

Así las noches de cúpula inmortal, de alcohol
mimético, con risas y canción, con la amistad
desleída como un himno desgarrador.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?

La isla desde lo alto es una lágrima pétrea, me alejo al fin
de su extraña indolencia, del cálido enjambre donde habita
la flor del absurdo.

Levitación poética y fuerza que convoca, Ramón. La melodía se apodera de todas las imágenes.

Aplausos y felicidad.

Un abrazo.

Gracias, Hallie, por leerme y comentar. Un abrazo.

Y yo, concibiendo anatemas en epístolas doradas
donde el sarcasmo traslucía la inmadurez
y el desdén.

¿Por qué la gratuita muerte, para quién su magnifica voz,
su destino o su verdad?


Me quedo con estos versos que se dejan sentir con gran intensidad, hermosísimo poema, amigo, como alguién decía por ahí, me gusta perderme en tus metáforas.

Un fuerte abrazo, Poeta.

Cecilia