Editorial Alaire

[RIGHT]“Guardaos de poner a otro sobre la pista de
vuestros dolores; las lágrimas no sirven más que
para entretener la curiosidad de los que miran.”

Alejandro Dumas[/RIGHT]



Para morir, sólo esta noche, morderé al aullido que árido regresa,
el zigzagueo de tinieblas besando lágrimas, los fósiles inevitables del deseo original.

Con locura, para el amor, he de arrancar una ola de sal imperturbable
bajo el dibujo de tus abrazos que recordaron y luego desertaron.
Un tallo, la raíz y el fruto que fueron desperdicios del acaso,
el incendio enamorado, la brevedad del gemido,
el cariño ascendiendo por esa melodía breve donde ahogamos la voz y su miel.

En el cuello, en la palma de esta mano, aún habita la herida del gozo primitivo
(aliento gastado del alma en fuga) y el vaho donde dibujé la rosa letal
como ensayo a la razón que no entiende el sueño funesto y redentor
que tanto me quiere.

Enorme y deslumbrante, querida Liz. Me ha dolido, he sentido la belleza de su lágrima incandescente, de su luz insobornable.

De pie para los aplausos!!!!

Abrazote con todo mi afecto y admiración.

Me sumo a los aplausos, con el alma en vilo. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

Sufrimiento en la nostalgia y quejidos onerosos
que ponen temblor en la palabra y le dan al verso
sufrida sensación.
Preciosa imagen que destaco:

los fósiles inevitables del deseo original.

un abrazo y mis resptos

Hermoso poema, Liz, trufado de imágenes bellísimas que me ha encantado leer desde su nostalgia, un fuerte abrazo, poeta.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:[RIGHT]“Guardaos de poner a otro sobre la pista de
vuestros dolores; las lágrimas no sirven más que
para entretener la curiosidad de los que miran.”

Alejandro Dumas[/RIGHT]



Para morir, sólo esta noche, morderé al aullido que árido regresa,
el zigzagueo de tinieblas besando lágrimas, los fósiles inevitables del deseo original.

Con locura, para el amor, he de arrancar una ola de sal imperturbable
bajo el dibujo de tus abrazos que recordaron y luego desertaron.
Un tallo, la raíz y el fruto que fueron desperdicios del acaso,
el incendio enamorado, la brevedad del gemido,
el cariño ascendiendo por esa melodía breve donde ahogamos la voz y su miel.

En el cuello, en la palma de esta mano, aún habita la herida del gozo primitivo
(aliento gastado del alma en fuga) y el vaho donde dibujé la rosa letal
como ensayo a la razón que no entiende el sueño funesto y redentor
que tanto me quiere.

Un poema de gran fuerza emotiva, donde el espíritu se desangra en el desamor. Hay una desnudez radiante en el lenguaje, como si no quisiera dejar nada que deba decirse. Versos largos que reafirman esa letanía de la voz que no puede desprenderse de la pérdida dolorosa.
Me ha gustado mucho, mucho, amiga.

Un abrazo.
Óscar

Un poema pleno de dolor que no huye, o mejor dicho, no quiere huir. Un vocabulario preciso y justo al aullido que árido regresa.

Un excelente poema. Felicitaciones sinceras.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

El amor que no termina de desprenderse del amado ha logrado unos versos muy hermosos. Un gusto disfrutarlos.
Besos
Pilar

Elizabeth, me ha encantado la voz del poema que abraza la nostalgia de un amor perdido para obtener la vibración perpetua de su belleza. Magnificas imágenes que se hacen sentir. Mis abrazos y felicitaciones sinceras.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Enorme y deslumbrante, querida Liz. Me ha dolido, he sentido la belleza de su lágrima incandescente, de su luz insobornable.

De pie para los aplausos!!!!

Abrazote con todo mi afecto y admiración.

Eres muy amable y generosa, querida Hallie. Gracias, siempre.
Un beso con mi cariño

Josefa A. Sánchez escribió:Me sumo a los aplausos, con el alma en vilo. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

Muchas gracias, querida Pepa, eres un amor.
Besos para ti

Guillermo Cuesta escribió:Sufrimiento en la nostalgia y quejidos onerosos
que ponen temblor en la palabra y le dan al verso
sufrida sensación.
Preciosa imagen que destaco:

los fósiles inevitables del deseo original.

un abrazo y mis resptos

Mis respetos también para ti, Guillermo. Te agradezco enormemente el haberme leído.
Un abrazo fuerte

Isabel Moncayo escribió:Hermoso poema, Liz, trufado de imágenes bellísimas que me ha encantado leer desde su nostalgia, un fuerte abrazo, poeta.

Es una alegría el recibir tu comentario, Isabel, de verdad. Gracias, muchas.
Un abrazo y un beso

Óscar Distéfano escribió:

Elizabeth Barrio Paredes escribió:[RIGHT]“Guardaos de poner a otro sobre la pista de
vuestros dolores; las lágrimas no sirven más que
para entretener la curiosidad de los que miran.”

Alejandro Dumas[/RIGHT]



Para morir, sólo esta noche, morderé al aullido que árido regresa,
el zigzagueo de tinieblas besando lágrimas, los fósiles inevitables del deseo original.

Con locura, para el amor, he de arrancar una ola de sal imperturbable
bajo el dibujo de tus abrazos que recordaron y luego desertaron.
Un tallo, la raíz y el fruto que fueron desperdicios del acaso,
el incendio enamorado, la brevedad del gemido,
el cariño ascendiendo por esa melodía breve donde ahogamos la voz y su miel.

En el cuello, en la palma de esta mano, aún habita la herida del gozo primitivo
(aliento gastado del alma en fuga) y el vaho donde dibujé la rosa letal
como ensayo a la razón que no entiende el sueño funesto y redentor
que tanto me quiere.

Un poema de gran fuerza emotiva, donde el espíritu se desangra en el desamor. Hay una desnudez radiante en el lenguaje, como si no quisiera dejar nada que deba decirse. Versos largos que reafirman esa letanía de la voz que no puede desprenderse de la pérdida dolorosa.
Me ha gustado mucho, mucho, amiga.

Un abrazo.
Óscar

La finura en el detalle de tu comentario, poeta, es para alegrar el alma de cualquiera. Gracias por tu benevolencia para con mis letras.
Un abrazo grande y fuerte

José Manuel F. Febles escribió:Un poema pleno de dolor que no huye, o mejor dicho, no quiere huir. Un vocabulario preciso y justo al aullido que árido regresa.

Un excelente poema. Felicitaciones sinceras.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

De todo corazón, José Manuel, muchas gracias por leerme.
Recibe un gran abrazo