Editorial Alaire

Inconclusa,
como el grito febril del ave herida,
como el sueño de un dios que se despierta
bañado en el sudor de sus errores.
Lo mismo que un afán que cercenado,
declina certidumbres,
y en silencio,
comienza a desangrarse de optimismos.

Irresuelta,
como una melodía desprovista
de notas,
de compás,
de pentagrama.
Igual que una plegaria interrumpida
por la respuesta agraz,
por el sonido,
incrédulo y hostil
de lo que suplicamos no ocurriera.

Incompleta,
apenas un esbozo,
como un lienzo
donde murió el pincel al primer trazo
de prófugo color,
y fue el olvido
el único en mirarlo eternamente.

Así fue la niñez de mi recuerdo,
fragmentaria, parcial,
desencantada,
compartiéndola a medias con la pena,
lo necio de soñar los imposibles,
lo duro de sentir las sinrazones.

Aunque a decir verdad, algunas veces
la duda me corroe,
pues me consta,
por ciertas añoranzas con amnesia,
que la veraz memoria que guardamos,
es una puñetera mentirosa.



Mario.

Mario,

Reflexión intimista que exorciza recuerdos de infancia con elegancia, que he leído con placer.

Un abrazo,

Ángel

Quizá el tiempo cambia los recuerdos y los hace más felices o desgraciados. Precioso y preciso poema con la calidad de tu palabra
besos
Pilar

Es cierto, Mario. La memoria es un sitio poco confiable, aunque recuerde. Pero es el espejuelo que llevamos para mirarnos de vez en cuando, y ya éso vale un montón.

Tu poema es pulcro, hermoso y bien nacido.

Abrazos y felicidad.

[quote="Mario Martínez"]

Si así la recuerdas, Mario, es porque -de alguna manera fue así-. Pero el poema es la antítesis de esa memoria, resuelto, concluso, completo. Un abrazo.

Mario colega, es un buen poema el que nos dejas con notoria estética literaria. Un placer pasarme por tus versos

saludos

rafael

La memoria tiene acostumbrados los recuerdos para hacer las componendas necesarias. La niñez siempre está en nosotros.
Esos primeros años son la esencia de lo que vamos luego poniendo encima. Por ejemplo el matiz de este poema que con clarividencia
renuncia a la mentira, aunque la haya.

un abrazo y un aplauso al libre versar de tus recuerdos.

La memoria es selectiva, normalmente para protegernos, puede que de nosotros mismos. Para no recordar, lo cuentas de maravilla.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Ángel, me alegra saber que te gustó, compañero. Un abrazo.
Mario.

Como el sueño de un dios que se despierta bañado en el sudor de sus errores, este verso me ha dejado sorprendido, como aquel que descubre la verdad de su vida.
Pero todas las comparaciones con las que haces evidente el dolor de la niñez de los recuerdos para conseguir el alivio, son muy sugerentes y profundas. Me ha encantado. Felicitaciones sinceras, Mario. Feliz domingo.

Me sorprende muy agradablemente esta nueva propuesta en tu poética, lo digo por la utilización que haces de muchos metros, largos y cortos, no sujetos al ritmo parisílabo o imparisílabo, sino que vas un poco a tu aire, pero eso sí, sin perder nunca el ritmo de lo qué se dice y cómo se dice.

Me gusto, de verdad, querido amigo.

Un fuerte abrazo

Gracias Pilar, me alegra que te gustase. Un abrazo, amiga mía.
Mario.

Aunque a decir verdad, algunas veces
la duda me corroe,
pues me consta,
por ciertas añoranzas con amnesia,
que la veraz memoria que guardamos,
es una puñetera mentirosa.


Un final contundente, un poema que muestra una infancia difícil, cuando por lo general los recuerdos de la infancia son los más bellos, los más felices, lo mejor de la vida, yo aún siento esa dicha, pero no es privilegio de todos, como todo en la vida, antes o después siempre hay inconvenientes, pero bueno mi querido amigo, es un gusto el reencuentro con tus letras, un poema que me ha gustado muchísimo, siempre un placer, amigo, te agradezco la lectura.

Un fuerte abrazo.

Cecilia

Gracias Hallie.
Me alegra que te gustase el poema, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Gracias Roberto, me alegra saber que te gustó. Un abrazo, amigo mío.
Mario.