Editorial Alaire

Soñé tus rodillas como el hurón que busca
un horizonte en la nieve. Yo amé lo que no dices,
tus silencios de bienvenida, esa manera de no quererte.
Resultó sencillo abrir la infinitud, sentir su eco,
desvanecerme en el frío de tus preguntas. Nadie
conocía el tránsito, nadie dulcificó los cielos
sin nombre, aquel corazón que murió en la luz
o en la sílaba. Tú, como yo, amabas el viaje, las
noches sin azul, el episodio que muere en un beso
nocturno y febril. A veces el mar llora como una
sinfonía- aunque el sol nos enseñe su músculo
en los días impenetrables, en la luz-. Aquí, hoy
el lunar del tiempo es un óxido de palomas, la
carne contra el frenesí, los ríos que sufren su éxtasis.
Te vestiré, me vestiré de canciones tristes, antes de ser
náufragos de este vendaval que sopla y sopla como
un ladrido.

Pocos saben amar de esta manera:

Yo amé lo que no dices,
tus silencios de bienvenida, esa manera de no quererte.
pocos saben ver más allá de unos ojos;

Nadie
conocía el tránsito, nadie dulcificó los cielos
sin nombre, aquel corazón que murió en la luz
o en la sílaba.

y menos saben decirlo como tú, con este cantar triste, dulcemente cortante.

besos

"
Tú, como yo, amabas el viaje, las
noches sin azul, el episodio que muere en un beso
nocturno y febril. "


Amar ambo a la vez, amarse a la deriva, antes que la deriva desvista el amor.
Sucede a veces.


Un fuerte abrazo.

Ramón Carballal escribió:Soñé tus rodillas como el hurón que busca
un horizonte en la nieve. Yo amé lo que no dices,
tus silencios de bienvenida, esa manera de no quererte.
Resultó sencillo abrir la infinitud, sentir su eco,
desvanecerme en el frío de tus preguntas. Nadie
conocía el tránsito, nadie dulcificó los cielos
sin nombre, aquel corazón que murió en la luz
o en la sílaba. Tú, como yo, amabas el viaje, las
noches sin azul, el episodio que muere en un beso
nocturno y febril. A veces el mar llora como una
sinfonía- aunque el sol nos enseñe su músculo
en los días impenetrables, en la luz-. Aquí, hoy
el lunar del tiempo es un óxido de palomas, la
carne contra el frenesí, los ríos que sufren su éxtasis.
Te vestiré, me vestiré de canciones tristes, antes de ser
náufragos de este vendaval que sopla y sopla como
un ladrido.

Estimado amigo, Ramón:
Es uno de los poemas más bellos que he tenido el placer de leerte/ aunque roce la melancolía. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Sandra Gª Garrido escribió:Pocos saben amar de esta manera:

Yo amé lo que no dices,
tus silencios de bienvenida, esa manera de no quererte.
pocos saben ver más allá de unos ojos;

Nadie
conocía el tránsito, nadie dulcificó los cielos
sin nombre, aquel corazón que murió en la luz
o en la sílaba.

y menos saben decirlo como tú, con este cantar triste, dulcemente cortante.

besos

Gracias, Sandra, por el bonito comentario que me dejas. Un beso.

Qué belleza, amigo. Qué derrame de imágenes intensas, abriendo un profundo cielo de emociones. Tu poesía se hace necesaria. Hay mucha materia para analizar, y hondas introspecciones germinadas en mí que disfrutar. Me ha gustado mucho este poema, en particular. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

Hay profundidad y mucho amor en tus versos. Siempre se aprende
Besos
Pilar

Una preciosidad. Las imágenes son profundas y llenas de un amor inmenso, asumido. El universo metafórico cubre y acompaña.

Chapeau y un gran abrazo, Ramón.

Hermosamente tejido cada verso, bellísimo poema.
"A veces el mar llora como una
sinfonía-"... uff, qué bien dicho, cuán cierto es.
Un beso, Ramón, con mi cariño y admiración

Ramón Carballal, Encuentro más que bello tu poema, Ramón. Cada verso es un mundo de poesía! Congratulaciones.

Hermoso Ramón un placer pasar por tu obra nostálgico poema sitíl me gustó mucho
javier

Un placer siempre recorrer tus versos Ramón. Calidad en tu que hacer poético, si duda.

saludos

rafael

Siempre me han atraido las ausencias, porque paradógicamente se convierten, en buenas manos, en absolutas presencias intemporales.

Tú poema ha movido lo triste hacia ese lugar donde pierde su nombre, la memoria es capaz de tranformar cualquier sensación.

Un placer, compañero.
Mi abrazo.

Concha Vidal escribió:"
Tú, como yo, amabas el viaje, las
noches sin azul, el episodio que muere en un beso
nocturno y febril. "


Amar ambo a la vez, amarse a la deriva, antes que la deriva desvista el amor.
Sucede a veces.


Un fuerte abrazo.

Gracias, Concha, por leerme y comentar. Un abrazo

Begoña Egüen escribió:

Ramón Carballal escribió:Soñé tus rodillas como el hurón que busca
un horizonte en la nieve. Yo amé lo que no dices,
tus silencios de bienvenida, esa manera de no quererte.
Resultó sencillo abrir la infinitud, sentir su eco,
desvanecerme en el frío de tus preguntas. Nadie
conocía el tránsito, nadie dulcificó los cielos
sin nombre, aquel corazón que murió en la luz
o en la sílaba. Tú, como yo, amabas el viaje, las
noches sin azul, el episodio que muere en un beso
nocturno y febril. A veces el mar llora como una
sinfonía- aunque el sol nos enseñe su músculo
en los días impenetrables, en la luz-. Aquí, hoy
el lunar del tiempo es un óxido de palomas, la
carne contra el frenesí, los ríos que sufren su éxtasis.
Te vestiré, me vestiré de canciones tristes, antes de ser
náufragos de este vendaval que sopla y sopla como
un ladrido.

Estimado amigo, Ramón:
Es uno de los poemas más bellos que he tenido el placer de leerte/ aunque roce la melancolía. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña, por el bonito comentario que me dejas. Un abrazo.