Editorial Alaire

Ordenar la palabras como el que ordena la siembra para dar un hermoso poema como el tuyo.
Felicidades
Besos
Pilar

Oscar,

me gusta mucho esta entrega de metapoesía, un tema que ensayas a menudo. Exploras la vida privada de las palabras, un tema que me encanta y que da para mucho. A veces las palabras se estiran y se retuercen cuando las piensas, cuando las eliges, "caen de su árbol" (me encanta la metáfora) y siembran la tierra con otros significados. A veces, muy pocas veces, las palabras explotan en mil colores y entonces... ¡qué gozo! Rimbaud debía saber mucho de eso, cuando decía y cuando callaba.

Un abrazo, Oscar.

Hola, Óscar:

Sensacional entrega poética.

Las palabras, Rimbaud, el mercader de armas...guiños muy buenos para ser combinados en un todo perfecto.

Como siempre leerte es un placer. Se aprende y se disfruta con tu poesía.

Enhorabuena, amigo poeta
Un beso enorme
Ana

Muy buen desarrollo e interpretación simbólica de ese temprano y repentino silencio poético de uno de los más grande poetas de todos los tiempos; las palabra interminable, viva e independiente del gran Rimbaud, al final huérfano de sus propios hijos.

Un abrazo, amigo Óscar.

A veces los sentimientos se dejan caer como hojas a la tierra,
para floreer en grandes expresiones!
Tu poema tiene esa sencillez pero a la vez una gran belleza metafisica
que nos envuelve y nos lleva a esas imagenes que creas y como dices en un bello silencio Rimbauddente!!

Un gusto leer tu poesía Oscar.

Un abrazo!!

Victor Sentires

Óscar Distéfano escribió:El silencio de Rimbaud

A veces las palabras caen de su árbol
y anhelan retoñar en la tierra con su propio sonido,
arropado en las mismas vocales y consonantes;
y preñados en la mudez, anhelan derramar
frutos idénticos.

Si todas las palabras sueñan de lo mismo,
el árbol retrocede en desnudez grotesca,
los pájaros lo rehúyen, porque el canto se hace insostenible
ante tanto vacío que absorbe los ecos de sus vibraciones;
y los rayos del sol, antes vertidos en los matices de las hojas,
caen de pleno sobre el verso cual cuchillos de varas encendidas.

Entonces, cualquier sitio de la tierra es siempre páramo,
y más vale entregarse al tiempo, con el mismo afán
que un mercader de armas buscando fortuna,
esperando que las palabras admitan
su naturaleza de conjunto.

Magnífica entrega, estimado amigo, Óscar. Felicidades.
Un abrazo, poeta.
BEGOÑA.

Óscar Distéfano escribió:El silencio de Rimbaud

A veces las palabras caen de su árbol
y anhelan retoñar en la tierra con su propio sonido,
arropado en las mismas vocales y consonantes;
y preñadas en la mudez, anhelan derramar
frutos idénticos.

Si todas las palabras sueñan de lo mismo,
el árbol retrocede en desnudez grotesca,
los pájaros lo rehúyen, porque el canto se hace insostenible
ante tanto vacío que absorbe los ecos de sus vibraciones;
y los rayos del sol, antes vertidos en los matices de las hojas,
caen de pleno sobre el verso cual cuchillos de varas encendidas.

Entonces, cualquier sitio de la tierra es siempre páramo,
y más vale entregarse al tiempo, con el mismo afán
que un mercader de armas buscando fortuna,
esperando que las palabras admitan
su naturaleza de conjunto.

Escribió alrededor de cinco años (15-20?). A veces el genio recibe el fruto del árbol en la boca. Quizá eso fue todo lo que quiso decir. Quizá su causa fue más importante, requiriendo acción y no meras palabras. Me gustan en particular este verso: «Sii todas las palabras sueñan de lo mismo,
el árbol retrocede en desnudez grotesca»...Me parece un poema importante para meditar sobre el arte y el artista.Personalmente no veo separación. No creo que el negocio de RIMBAUD fuera menos surrealista, que su original prosa poética. Todo un viaje de bellas y diciente metáforas. Óscar. Un abrazo, ERA

[quote="Óscar Distéfano"]

El poema es como un árbol: evoluciona con las brisas, se deshoja y sufre y goza el sol en sus variadas encarnaciones. Unos versos fértiles y plenos de fibra metafórica. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Ordenar la palabras como el que ordena la siembra para dar un hermoso poema como el tuyo.
Felicidades
Besos
Pilar

Gracias, Pilar, por inaugurar con este comentario la entrada del poema. Tus palabras son siempre un aliento para mí.

Un abrazo.
Óscar

Pablo Ibáñez escribió:Oscar,

me gusta mucho esta entrega de metapoesía, un tema que ensayas a menudo. Exploras la vida privada de las palabras, un tema que me encanta y que da para mucho. A veces las palabras se estiran y se retuercen cuando las piensas, cuando las eliges, "caen de su árbol" (me encanta la metáfora) y siembran la tierra con otros significados. A veces, muy pocas veces, las palabras explotan en mil colores y entonces... ¡qué gozo! Rimbaud debía saber mucho de eso, cuando decía y cuando callaba.

Un abrazo, Oscar.

Gracias, Pablo por tu comentario. Ayudas mucho en ampliar el mensaje del poema. Lo que ha dado origen a este poema es ese repentino silencio de Rimbaud que siempre me ha extrañado, cuando se encontraba en la cúspide de su gloria, de su talento creativo. Dejó la poesía para siempre, y se fue a traficar armas por Etiopía. Yo me imaginé el silencio poético de esos años dedicados al paganismo artístico, al placer carnal y mundano. Y fíjate en esta broma del destino: murió a la edad de 37 años, edad en que Walt Witman empezaba a escribir poesía.

Te mando un abrazo.
Óscar

En la variedad está el gusto por eso se expanden los idiomas
y encima los poetas ponemos retortijones a las palabras.
O ellas nos los ponen a nosotros para que guardemos silencio.

un abrazo

Ana Muela Sopeña escribió:Hola, Óscar:

Sensacional entrega poética.

Las palabras, Rimbaud, el mercader de armas...guiños muy buenos para ser combinados en un todo perfecto.

Como siempre leerte es un placer. Se aprende y se disfruta con tu poesía.

Enhorabuena, amigo poeta
Un beso enorme
Ana

Gracias, Ana. Tu visita siempre es un privilegio para mí.

Un abrazo fraterno.
Óscar

J. J. M. Ferreiro escribió:Muy buen desarrollo e interpretación simbólica de ese temprano y repentino silencio poético de uno de los más grande poetas de todos los tiempos; las palabra interminable, viva e independiente del gran Rimbaud, al final huérfano de sus propios hijos.

Un abrazo, amigo Óscar.

Es así, JJ, quiso ser una indagación de aquel silencio, una reflexión que siempre quedará en los limbos de la poesía del simbolismo. Algunos dicen que quiso hacerse rico rápidamente para luego volver a escribir. No lo sabremos nunca. Gracias por tu visita, amigo.

Un abrazo.
Óscar