El árbol

[Ricardo José Lascano]

Te llegan idiomas veloces de los arenales
y un ejercito de bocas trepadoras
ensayando tu fibra delgada y profunda,
tu corteza de razas desesperadas
ardidas en las llamas de la sola penumbra,
enmudeciendo el sexo de las gargantas
en la sangre elegida por la muerte.
En tus venas crece la libertad de un pájaro
y te cruzan barcos piratas como un cielo.
Tu misión es suicidar las manos suicidadas,
la guerra fue declarada mucho antes
de las letras de una canción desesperada,
de los herejes sobre el vero que enmudeció
antes de los soles bestiales de un imperio
de pequeñas hormigas tejedoras del acero.
Levanta tus brazos y reza por nosotros.
Déjanos una plegaria de filosas cascadas
que nos hieran la impaciencia y el nerviosismo
nuestra casa demente y sin puertas
en tus ojos que son pequeños dioses en silencio.

[Carlos Justino Caballero]

Ricardo José Lascano, Una bella entrega, Ricardo! agradable lectura de tu arte!

En tus venas crece la libertad de un pájaro
y te cruzan barcos piratas como un cielo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Te llegan idiomas veloces de los arenales
y un ejército de bocas trepadoras
ensayando tu fibra delgada y profunda,
tu corteza de razas desesperadas
ardidas en las llamas de la sola penumbra,
enmudeciendo el sexo de las gargantas
en la sangre elegida por la muerte.
En tus venas crece la libertad de un pájaro
y te cruzan barcos piratas como un cielo.
Tu misión es suicidar las manos suicidadas,
la guerra fue declarada mucho antes
de las letras de una canción desesperada,
de los herejes sobre el vero que enmudeció
antes de los soles bestiales de un imperio
de pequeñas hormigas tejedoras del acero.
Levanta tus brazos y reza por nosotros.
Déjanos una plegaria de filosas cascadas
que nos hieran la impaciencia y el nerviosismo
nuestra casa demente y sin puertas
en tus ojos que son pequeños dioses en silencio.

Qué bien trasmite esa verde clemencia, tu árbol poderoso. Bello, muy bello, Ricardo.

Abrazos y muchas felicitaciones.


PD: Creo que por error de tipeo has obviado un tilde en ejército (segundo verso)

[Macedonio Tracel]

es un ensayo poético profundo, nada obvio. es ponerse a vivir en la escritura sin pasar por lugares conocidos. el final, de bueno que está puede ser un gran final pero todo el poema estalla hacia adelante, quiero decir, seguirá sintiendo la humedad del tiempo y podrá hacerla belleza.
saludos

[Marius Gabureanu]

Ricardo, desde que conozco este poema ( digo conozco porque tiene su espíritu y actúa como persona), eso pasó hace tiempo, nuestro primer encuentro fue emocionante, el segundo profundo y ahora, amigo mío, es pura admiración, nunca me canso de leerlo.
Gracias por dejar a este preso del alma del árbol escapar y decir su verdad. Abrazos y felicitaciones sinceras.

[Guillermo Cumar.]

Ese árbol se hizo dueño del poema o viceversa, pero lo
cierto es que la fuerza de estos versos pueblan el bosque
frondoso y gratificante de la buena poesía.

un abrazo

[Rosa Marzal]

¡Qué preciosidad, Ricardo!. Me encanta cómo va creciendo en la mente ese árbol desde sus raíces profundas. Un magnífico poema, elaborado con tu fina sensibilidad. Mis aplausos, querido amigo. Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Precisos versos. Un verdadero placer leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Ana Muela Sopeña]

Una maravilla de poema, Ricardo...

Es un árbol lleno de vida...


Felicitaciones
Un beso
Ana

[E. R. Aristy]

Te llegan idiomas veloces de los arenales
y un ejercito de bocas trepadoras
ensayando tu fibra delgada y profunda,
tu corteza de razas desesperadas
ardidas en las llamas de la sola penumbra,
enmudeciendo el sexo de las gargantas
en la sangre elegida por la muerte.
En tus venas crece la libertad de un pájaro
y te cruzan barcos piratas como un cielo.
Tu misión es suicidar las manos suicidadas,
la guerra fue declarada mucho antes
de las letras de una canción desesperada,
de los herejes sobre el vero que enmudeció
antes de los soles bestiales de un imperio
de pequeñas hormigas tejedoras del acero.
Levanta tus brazos y reza por nosotros.
Déjanos una plegaria de filosas cascadas
que nos hieran la impaciencia y el nerviosismo
nuestra casa demente y sin puertas
en tus ojos que son pequeños dioses en silencio.

Somos testigos oculares de lo absurdo, no tan ingenuos, inexpertos bajo un diluvio de novedades y cosas obsoletas. Me gustan tus metáforas incongruentes, dicen cosas al corazón en un lenguaje de sueño, desde otro estado de percepción. Ha sido un placer leerte, Ricardo

[Óscar Distéfano]

El árbol, un núcleo, alrededor del cual giran las metáforas surrealistas, para describirnos la vida misma. Tu poema me ha transmitido los secretos temblores de sus párpados. me ha gustado mucho.

Un abrazo.
Óscar

[Bruno Laja]

Me parece maravilloso. Hace visibles los estratos de una imagen, cava en sus dimensiones para unirlas y trascender la imagen. Yo veo las ramas estiradas, pero antes hincadas en el cuerpo del nosotros para mostrarnos, boca abajo, con los bolsillos vacíos, limpios. Es un árbol redentor. Un placer de lectura. Abrazos.

[Marius Gabureanu]

Nunca me canso de leerlo. Abrazos sinceros , querido amigo.

[Raul Muñoz]

Ay, si los árboles hablaran. Aquí es como si uno hablara.

Precioso poema que ese engarza a la savia vital. Me encantó Ricardo.

Un abrazo, amigo.

[Manuel Alonso]

Me ha gustado mucho, Ricardo, un placer y un abrazo.