Editorial Alaire

Voy a lamer las heridas de mi poesía


Lameré el duende que existe debajo de mi herida
¡No!
¡No!
¿ Que se quiten los ganchos necesarios al padecer?
Voy
A
La mer
las heridas de mi poesía;
aventurarme
enloquecer la aventura
la locura.
SU su su su su su su su su su su
amor
que me pesa en el pasado de siglos.
Acariciando
La medusa
La medusa
La medusa
La lengua
El tiro en tu ojos malicioso
ni inocentes ni culpables santos de atardecer.
No somos tu ni tu
ni el otro signo de sexo.
Lameré el duende que existe debajo de mi herida
santos
de la capacidad
en el fulgor de la sangre de un vagabundo
cadencias
ilusiones banas de la grotesca mirada.

Hola, Javier,
es poderoso el fonema con que se deja ver la letra ese, necesita una compañía de la que apoderarse para contener fulgores más puros y enteros que el sentido; es como una esfera en la que se ponen los dedos y los dedos terminan por sisear un flujo que se apodera del cuerpo, como si el cuerpo fuese la compañía poseída y necesaria para quebrar los ángulos del tiempo, para cavar en Dios. Es grande tu pasión, reconfortante y rejuvenecedora. Gracias por eso. Abrazos.

Bruno gracias por tus conceptos sobre mi obra

Javier, es admirable el impulso que das a tu poesía y tu voluntad de probar nuevas formas de expresión.
Un abrazo.
Pepa

Josefa gracias por pasar por mi obra