Editorial Alaire

La canastilla aún no estaba preparada.
Llegué al alba, me precipité en mi nacimiento;
nací en abril junto a la escarcha,
será por eso que siempre tengo húmeda la entraña,
será la cuna la que mantengo,
la que alimenta a la abeja de mi espíritu;
que añora el polen de la flor,
que zumba en un vuelo intermitente.
Será ese aguijón dispuesto a mi defensa
por el que muero.

Me adelanté a mi tiempo;
por llegar la primera me perdí la infancia,
observé de lejos
el juego de la nieve al derretirse.
Fui manantial,
rápido río en la búsqueda impaciente del océano.
Me quedé en la premura por crecer.
Quien nace temprano en agosto se siente marchito
aunque guarde soles en el vientre.
Una placenta desbordante de progesterona,
constante,
ilimitada,
siempre pendiente del nido para antes del ocaso.


Tuve prisa;
nací anciana en un mundo ya maduro.
Es lo que tiene nacer de madrugada,
es lo que tiene amanecer en primavera.

las urgencias que escriben una revisión con un sol propio, con luz propia. se ha decidido en esa velocidad cada tensión del cuerpo, cada surco propuesto pero así todo ha sido inventado. el que florece no ve que florece, le pasa eso. somos los demás los que lo vemos y notamos su belleza.
beso

Concuerdo con Macedonio, la afirmación personal es vital, pero la verificación proviene de los demás, en muchas y disfrazadas formas. Ha sido un placer leer este bello poema. Abrazos, ERA

Amaneces temprano en tus versos y dejas un poema hermoso . La impaciencia no adelanta el verano pero somos así. Un gusto tus letras

No sé si aplicarme ese nacer tuyo. Yo también vine al mundo este en primavera.
Un Aries me acompaña por la vida.

Me gustó la interpretación de ese peculiar venir al mundo de esta forma tan poética.
La madurez se demuestra escribiendo y la juventud se mide por la fuerza.
Así que sigue tu camino dándole tiempo al tiempo.

un abrazo

La primavera, el devenir astral, tu génetica inflada de poesía; todo se confabula para crear hermosísimas obras, Sandra.

Éste duele y enseña, es testimonio y belleza en estado puro.

Enhorabuena y todos los aplausos!

Es este un poema vital, donde se reflexiona sobre la casualidad de la existencia y sus consecuencias, donde el destino aparece como un dios lúdico que se pasa haciendo travesuras. El lenguaje es descarnado en su belleza, directo y profundo, con sus palabras de una dureza tierna, si así puedo definirlo. Me gusta leerte. Hay profundidad en la limpidez de tu alma poética.

Un abrazo.
Óscar

Macedonio Tracel escribió:las urgencias que escriben una revisión con un sol propio, con luz propia. se ha decidido en esa velocidad cada tensión del cuerpo, cada surco propuesto pero así todo ha sido inventado. el que florece no ve que florece, le pasa eso. somos los demás los que lo vemos y notamos su belleza.
beso

Sin embargo,

Yo pienso que los demás ven lo que nosotros proyectamos,
lo que nosotros pensamos que somos, por eso la actitud
es primordial.

Un abrazo y gracias

E. R. Aristy escribió:Concuerdo con Macedonio, la afirmación personal es vital, pero la verificación proviene de los demás, en muchas y disfrazadas formas. Ha sido un placer leer este bello poema. Abrazos, ERA

Era,

Seguramente cuando uno no se afirma se forman los conceptos,
tendemos a juzgar, pero como le he dicho a Macedonio.
Nuestro reflejo es nuestro pensamiento.
Si te ves fea te verán fea, si te ves bonita te verán bonita.

Gracias y un beso

Pilar Morte escribió:Amaneces temprano en tus versos y dejas un poema hermoso . La impaciencia no adelanta el verano pero somos así. Un gusto tus letras

Pilar,

Creo que la vida de hoy en día es así, siempre vamos a la carrera...
aunque luego también influyen las circunstancias que nos rodean.

gracias y un fuerte abrazo

Otra joya para es nuevo libro sobre la patria perdida, y que tú en poemas como estos, recuperas y nos ofreces para su deleite.

Biquiños, Sandriña.

Un poema zodiacal en su forma de hacer al momento del nacimiento responsable del trascurso de la propia vida. Me gustó venir.
Un abrazo.
Pepa

Sandra,

Unos versos que brotan fluidamente como algo que se lleva mucho tiempo en el alma y que de repente cobra forma de poema, con un inevitable sabor a sinceridad. Me ha gustado mucho.

Saludos,

Ángel