Editorial Alaire

Terminaba la tarde y él jugaba,
jugaba con ella en sus rodillas...
jugaba con su nieta, la que amaba,
la de la risa y simpatía...

Era tan pequeña entonces
que no debe recordarlo.

Se levantó luego y me dio un abrazo,
así... como les muestro, amoroso y cálido
y comenzó a subir las escaleras
con la lentitud obligada... mansamente.
Y antes de perderse saludó a todos
con la mano abierta, así... como les muestro.

En mi descanso nocturno, inquieta pausa,
me sacudió la llamada álgida.
Presuroso acudí a ella sabiendo que no llegaba
a tiempo a despedirme.

Al llegar, dormía con la placidez de su alma
y el silencio de su pecho aturdió mi oído.
Ya se había ido... le dejé mi abrazo...
y mis lágrimas!

Así... como les muestro...




Publicado en mi libro "De encuentros y desencuentros". 2010

Entrañable y brillante en su desarrollo poético, Carlos.

Aplausos miles y gracias por compartir.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Entrañable y brillante en su desarrollo poético, Carlos.

Aplausos miles y gracias por compartir.

Agradezco la atención que me has prestado y tus amables palabras! Muchas gracias, Hallie!

Una maravilla, me gustó mucho. Toda la expresión conmovedora de tu palabra.

Abracito. RJL

Lo has mostrado con elegante tacto y magnífica lucidea de tu poesía.
Por eso aplaudo y te felicito.

un abrazo

Ricardo José Lascano escribió:Una maravilla, me gustó mucho. Toda la expresión conmovedora de tu palabra.

Abracito. RJL

Agradezco tu presencia y tus sentidas palabras, Ricardo. Un abrazo!

Carlos Justino Caballero escribió:Terminaba la tarde y él jugaba,
jugaba con ella en sus rodillas...
jugaba con su nieta, la que amaba,
la de la risa y simpatía...

Era tan pequeña entonces
que no debe recordarlo.

Se levantó luego y me dio un abrazo,
así... como les muestro, amoroso y cálido
y comenzó a subir las escaleras
con la lentitud obligada... mansamente.
Y antes de perderse saludó a todos
con la mano abierta, así... como les muestro.

En mi descanso nocturno, inquieta pausa,
me sacudió la llamada álgida.
Presuroso acudí a ella sabiendo que no llegaba
a tiempo a despedirme.

Al llegar, dormía con la placidez de su alma
y el silencio de su pecho aturdió mi oído.
Ya se había ido... le dejé mi abrazo...
y mis lágrimas!

Así... como les muestro...




Publicado en mi libro "De encuentros y desencuentros". 2010

¡ Qué belleza!!!... Conmueve la calidez de la delicada expresión. Felicidades, poeta.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Carlos,

Hermosos, sentidísimos versos que transmiten un sereno dramatismo en el recuerdo del ser querido. He podido vivir la escena y el recuerdo a través del poema.

Un abrazo,

Ángel

Guillermo Cuesta escribió:Lo has mostrado con elegante tacto y magnífica lucidea de tu poesía.
Por eso aplaudo y te felicito.

un abrazo

Agradezco tu cercanía, Guillermo, y te envío todo mi afecto.

muy tierno y emotivo me llega el mensaje de tu poema Carlos. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Carlos Justino Caballero escribió:Terminaba la tarde y él jugaba,
jugaba con ella en sus rodillas...
jugaba con su nieta, la que amaba,
la de la risa y simpatía...

Era tan pequeña entonces
que no debe recordarlo.

Se levantó luego y me dio un abrazo,
así... como les muestro, amoroso y cálido
y comenzó a subir las escaleras
con la lentitud obligada... mansamente.
Y antes de perderse saludó a todos
con la mano abierta, así... como les muestro.

En mi descanso nocturno, inquieta pausa,
me sacudió la llamada álgida.
Presuroso acudí a ella sabiendo que no llegaba
a tiempo a despedirme.

Al llegar, dormía con la placidez de su alma
y el silencio de su pecho aturdió mi oído.
Ya se había ido... le dejé mi abrazo...
y mis lágrimas!

Así... como les muestro...




Publicado en mi libro "De encuentros y desencuentros". 2010

Me ha emocionado tu poema. ¡Qué buen manejo del lenguaje, amigo! Esas repeticiones a modo de estribillo amplifican ese aire melancólico de las elegías. Muy buen trabajo.

Un abrazo.
Óscar

querido Carlos,
Comencé a leerlo, con la dulzura de un niño que juega con su juguete nuevo, son esas sonrisas puras que sólo ellos saben mostrar, y ese final, ese final me dolió... es lo que tiene la poesía que te adentras en mundos insospechados.

Un abrazo

Logras meter al lector en la historia y que te siga en su lento recorrido hasta el doloroso final. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Pepa

Begoña Egüen, ¡ Qué belleza!!!... Conmueve la calidez de la delicada expresión. Felicidades, poeta.
Un abrazo.
BEGOÑA.
Un placer compartir sentimientos contigo, Begoña. Gracias!

Angel Sarroca escribió:Carlos,

Hermosos, sentidísimos versos que transmiten un sereno dramatismo en el recuerdo del ser querido. He podido vivir la escena y el recuerdo a través del poema.

Un abrazo,

Ángel

Un placer tu cercanía. Gracias, estimado poeta!